Los más de 410 kilómetros de esta XXXVIII Vuelta a Zamora darán oportunidades a todos los ciclistas, desde los más excelsos rodadores con la crono inaugural en Toro, hasta los escaladores más puros con la determinante etapa final camino de Lubián. Sin duda, el ganador de la carrera en este 2021 deberá dar el 100% desde el primer hasta el último metro, en una de las ediciones más emocionantes y entretenidas sobre el papel de los últimos años.
Etapa 1 Vuelta a Zamora 2021: Toro – Toro; 2,8km CRI (martes, 13 de julio)
La Vuelta a Zamora volverá a arrancar en Toro, como ya hiciera en 2015, con una crono inaugural de muy corta distancia pero que tendrá muchos puntos a tener en cuenta, y que marcará más diferencias de las esperadas, como ya sucedió en esa edición de hace 6 años donde el vencedor, Aitor González (AMPO) superó al ídolo local Jaime Rosón (Caja Rural) por 4″.
Será una contrarreloj individual urbana de 2,8 kilómetros, cuyo itinerario tendrán que estudiar al dedillo los ciclistas para afrontarlo con garantías, ya que para llegar a la Plaza de San Agustín, donde estará ubicada la línea de llegada, se deberán afrontar varios giros y tramos técnicos y superar el empinadísimo y empedrado muro final de 400 metros de la Cuesta Cavila, con rampas que alcanzan el 20% de desnivel. A buen seguro el primer maillot amarillo de esta ronda saldrá de este repecho, donde los corredores deberán exprimirse al máximo.
Etapa 2 Vuelta a Zamora 2021: Valcabado – Benavente; 149,5km (miércoles, 14 de julio)
En la segunda jornada, la primera en línea, los corredores se encontrarán con la etapa más larga de esta edición, llegando hasta la cifra siempre imponente de los 150 kilómetros, para unir Valcabado con Benavente, en un recorrido eminentemente llano donde el viento podría tener su importante cota de protagonismo.
Los primeros kilómetros serán rapidísimos, con mucho terreno favorable, en los que el pelotón volará impulsado por los continuos movimientos que seguro se producirán en la cabeza del mismo para dar forma a la fuga del día. Tras esta zona, se deberá afrontar el alto de Gallegos del Pan (3ª categoría-km 50,4), que con sus más de 4 kilómetros de tendido ascenso continuado al 3-4%, repartirá los primeros y cotizados puntos del maillot de la montaña. Tras coronar, la carrera ya tomará rumbo hacia el norte de la provincia, superando la meta volante de Villarrín de Campos (km 84,5). Por toda esta zona, los equipos deberán estar muy atentos a la dirección y fuerza del viento, ya que este podría ser terreno en el que poder hacer mucho daño si algún equipo decide que existen los ingredientes necesarios para meter cuneta, y permitir ver los siempre vistosos, para los aficionados, y odiados, para los ciclistas, abanicos.
A falta de 20 kilómetros, volverá a superarse una nueva cota de algo más de 2 kilómetros, alcanzando rampas del 5%, como será el alto Dehesa (3ª categoría-km 128,6). En el caso de que se hubiese abierto gas con mucha antelación, podría ser una subida que acabara teniendo su incidencia. Desde ahí, la prueba girará hacia la derecha para acercarse a Benavente, pasando previamente por la meta volante de Colinas de Trasmonte (km 137,4). Ojo también a la llegada final, marcada por encontrarse situada en la Avenida Maragatos de la villa benaventana, debiendo escalar en el último kilómetro la Cuesta del Hospital con 500 metros en los que se llega hasta al 9% de desnivel.
Etapa 3 Vuelta a Zamora 2021: Fonfría – Riofrío de Aliste; 142,8km (jueves, 15 de julio)
Saliendo de Riofrío la carretera seguirá continuamente picando hacia arriba, pasando poco después por la meta volante de Sarracín de Aliste (km 39,5), desde donde se iniciará el alto de Ferreras (3ª categoría-km 46,9), de similares características al anterior, con casi 5 kilómetros al 4%, que irá sumando fatiga a las piernas de los corredores, que aún con más de la mitad de la etapa por disputar habrán acumulado grandes esfuerzos.
Tras esta tercera ascensión puntuable, el pelotón si entrará en una zona más cómoda dejando atrás la meta volante de Villardeciervos (km 59,5). Entrando en los últimos 50 kilómetros del día volverán los escollos, de hecho los más duros de la jornada, debiendo superar el encadenamiento de los altos de Vega (2ª categoría-km 95,9) y del Crucero de Viñas (2ª categoría-km 103,3), que ya fue decisivo el año pasado en la última etapa de la Vuelta a Zamora 2020 con final en Viñas que se apuntó Raúl García (Lizarte). Ambas escaladas, de 3 kilómetros y medio, encierran mucho peligro con tremendas rampas continuas que superan con creces el 10% de desnivel, y que pueden provocar una auténtica sangría en la carrera. Mucho ojo a los vertiginosos y técnicos descensos antes de comenzar cada una de estas dos subidas, que pueden ser igual de determinantes.
Una vez coronada esa cota del Crucero de Viñas restarán aún 40 kilómetros, lo que puede provocar que a más de uno le cueste lanzarse al ataque, si bien es cierto que, en el terreno que faltará hasta meta, será muy difícil ver a un equipo armado controlando y manejándose con solvencia de cara a poder echar abajo cualquier avanzadilla que se haya podido formar. Muchas zonas con asfalto irregular y continuo sube y baja llevará a los corredores de nuevo hasta Riofrío de Aliste, donde no cabe dudas a que levantará los brazos un ciclista de enorme calidad, y ya se habrá clarificado quiénes serán los nombres que acaben peleando por la general zamorana.
El comentario del experto de la tercera etapa, por Raúl García Pierna (ciclista profesional del Kern Pharma y ganador de la jornada de Aliste de la Vuelta a Zamora 2020)
«Conozco bien el terreno de esta etapa, de hecho escribo estas líneas en unos días en los que me encuentro entrenando precisamente en esta bonita zona de Zamora. Considero que va a ser una etapa más determinante de lo que se podría pensar, con un terreno «rompepiernas» desde el inicio hasta el final.
El recorrido no tiene grandes puertos, pero sí un continuo arriba y abajo, que al final acabará sumando una gran dureza, pudiendo caer en grandes crisis y hacerse importantes diferencias. Además, en los últimos kilómetros camino de la meta, sin cotas puntuables, habrá que estar muy pendientes del aire, ya que si aparece, puede hacer aún más duro este día.
Para el equipo del líder será muy difícil poder controlar la carrera si se producen ataques de ciclistas importantes desde salida, cosa que es fijo que sucederá, así es que serán más de 140 kilómetros de un gran desgaste, pudiendo llegar más de uno de los hombres de la general completamente aislados a la parte final. En cuanto a la etapa, quién quiera ganarla, deberá estar muy atento a los diferentes cortes que se vayan produciendo en las continuas subidas, porque creo que la victoria se la acabará jugando un grupo muy pequeño».
Etapa 4 Vuelta a Zamora 2021: Camarzana de Tera – Lubián; 118 km (viernes, 16 de julio)
La comarca de Sanabria volverá a decidir la general en el fin de fiesta de la ronda, que no del ciclismo en Zamora, ya que por delante aún restarán el Trofeo Ayuntamiento de Zamora (previa aquí) y el Trofeo San José-GP Caja Rural de Muelas del Pan (previa aquí). En este 2021 será la localidad de Camarzana de Tera la que vea salir a los ciclistas en dirección a los duros puertos de Padornelo, Ladiairio y Marabón que deberán dictar sentencia.
Jornada relativamente corta, con 118 kilómetros en total, que pueden invitar a más de uno a moverse desde lejos, aunque es cierto que a estas alturas se llegará ya con mucho castigo en las piernas después de tres días vividos de mucha intensidad. De hecho, no olvidemos que el ganador de la edición de 2020, Josu Etxeberria (Caja Rural-RGA), fraguó su victoria metiéndose en la fuga buena de esta etapa, manejando a la perfección en los puertos finales la ventaja conseguida en el terreno previo, llegando a meta en solitario.
Los primeros 60 kilómetros, con tendencia siempre ascendente, se desarrollarán por una carretera perfectamente asfaltada y muy protegida por arboledas, en las que se puede caminar mucho, así que el equipo del líder deberá controlar si no quiere llevarse algún susto importante. En esta mitad inicial el punto más interesante llegará con el paso por la meta volante de Mombuey (km 24,6).
Tras dejar a la izquierda la preciosa villa de Puebla de Sanabria ya cambiará mucho el panorama, empezando con la ascensión a los 6 kilómetros del alto de Padornelo (3ª categoría-km 67,4). Una vez alcanzada la cima, el pelotón bajará a Lubián, lugar que esperará al vencedor final, y que en esta ocasión será meta volante (78,7). Desde ahí, los ciclistas pondrán rumbo al encadenado decisivo de los altos de Ladiairo (2ª categoría-km 94,4) y Marabón (1ª categoría-km. 107,5), bordeando la frontera con Portugal y llegando a entrar en territorio gallego. La suma de ambas hace que estemos ante un puerto terrorífico para cualquier carrera ciclista, dando la bienvenida unas rampas iniciales que llegan al 15% de desnivel después de cruzar un salto a un puente estrechito espectacular. Tras esos 2 primeros kilómetros de Laidiairo al 10% de media, se entra en una zona de 9 kilómetros durísimos de falsos llanos, salpicado por pequeños repechos, en los que se pueden hacer muchas diferencias.
Cruzado el pueblo de Castromil se entrará en Galicia con los 3,4 kilómetros al 9% de Marabón esperando. Si toda la subida es de una exigencia supina, el último kilometro y medio al 12% de media, y rampas finales que llegan a rondar el 20%, es de una dureza fuera de lo normal, y más teniendo en cuenta todo lo metido en la mochila en los más de 400 kilómetros de vuelta recorridos hasta este momento. La última pancarta de montaña se cruzará con 11 kilómetros aún por delante, de los cuales 7 serán en descenso rapidísimo. Ojo a los últimos 3,5 kilómetros camino de Lubián que volverán a picar hacia arriba por una carretera muy rugosa y en donde cuesta mucho hacer rodar rápido la bicicleta.
Si los ciclistas están por la labor es probable que veamos un final de infarto en los que se acumularán las emociones, antes de que esa meta de Lubián corone al vencedor del día, y más que probablemente, al nuevo rey de la Vuelta a Zamora.
El comentario del experto de la cuarta etapa, por Josu Etxeberria (ciclista profesional del Caja Rural-RGA y ganador de la Vuelta a Zamora 2020, venciendo la etapa reina de Sanabria)
«Es una etapa que a pesar de no ser muy larga tendrá de todo, con unos kilómetros iniciales complicados donde el viento puede tener un papel muy importante, y luego la montaña para resolver en la parte final. Antes de llegar al último puerto se habrán subido un montón de repechos, cuya suma hace que sea un día tan duro.
La salida hasta el alto de Padornelo es bastante rápida, empezando desde ahí lo realmente complicado del día. El terreno posterior, con carreteras estrechitas y bacheadas, y donde el viento puede aparecer, puede ser un momento ideal para poner a tirar al equipo e intentar romper la carrera antes de los puertos finales. Estos no son el típico puerto de poner tu ritmo de subida, si no que son continuos repechos durísimos, con pequeños descansos, que hacen que al final la carrera sea una prueba de desgaste y de eliminación. Más que por ataques en cabeza, si se pone un buen ritmo las diferencias se harán por la gente que no sea capaz de aguantar por la fatiga.
En mi opinión, si yo fuera director, sería un buen día para jugar al despiste, y como me pasó a mí el año pasado, intentar meter en la fuga que se forme en la primera parte a algún ciclista que tenga buenas piernas, y dar la sorpresa desde la escapada, que yo soy el claro ejemplo de que así se puede ganar la vuelta».