2020 fue un año dominado por una pandemia que, además de agitar al mundo, cambió de forma radical la temporada ciclista, con muchas carreras desplazadas en el calendario y tantas otras canceladas. El telón se abre nuevamente para revelar un escenario todavía incierto que ya se ha cobrado sus primeras víctimas, en forma de la cancelación del Tour Down Under y la Cadel Evans Ocean Race. En 2021 también veremos por primera vez las nuevas medidas de seguridad implementadas por la UCI motivadas sobre todo por la caída de Fabio Jakobsen en la edición pasada del Tour de Polonia cuyas imágenes todavía conmocionan.
Pero el mal sabor de boca desaparece cuando uno recuerda las grandes batallas que se vivieron en las Clásicas y piensa en todo lo que hay por venir. Juegos Olímpicos, un Mundial en Flandes y el retorno de Paris-Roubaix, además del calendario usual – si Dios quiere -, prometen un año de lo más entretenido. A poco más de un mes que el UAE Tour dé el pistoletazo de salida del World Tour, analizamos qué puede esperar este 2021 el amante de las carreras de un día.
Inauguración tradicional con Milán San-Remo
La Classicissima es posiblemente el monumento en el que más ciclistas tienen opciones de ganar, abierta a corredores con características muy diferentes. Prueba de ello es el contraste entre algunos de los nombres más recientes en coronarse en la Via Roma. Desde un vueltómano como Vincenzo Nibali a un sprínter puro como Mark Cavendish, pasando por “outsiders” como Simon Gerrans o Matthew Goss, el ganador de cada edición es difícil de predecir, aunque se da por hecho que la carrera se juega a partir del pie del Poggio.
Una carrera que servirá como augurio para ver cómo están las piernas de algunos de los favoritos es la que algunos ya se atreven a llamar el sexto Monumento del ciclismo pese a su breve historia, la Strade Bianche. Wout Van Aert (Jumbo-Visma) dio fe de ello la temporada pasada al hacerse con la gloria en Siena y anotándose su primer Monumento una semana después. Sin duda el belga partirá como uno de los favoritos claros.
Si alguien tiene algo que decir al respecto ese es Julian Alaphilippe (Deceunick-Quick Step), relegado a segundo puesto la edición pasada. Para evitar el mismo resultado quizás deberá pensar en otras estrategias, y su equipo es ideal para ello. La escuadra de Patrick Lefevere puede jugar bazas como la de Zdeněk Štybar o la del velocista Sam Benett, que después de un estelar 2020 ya ha expresado su sueño de ganar la Milán-San Remo. De todas formas, todo hace pensar que Alaphilipe será el jefe de filas. El galo ya sabe lo que es ganar la carrera (2019) y el Poggio ya espera alguno de sus ataques que aún nadie ha demostrado saber aguantar.
Una incógnita es Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix), 13º el año pasado, así como su participación, pero se le debe tener en cuenta. Su explosividad lo coloca como uno de los favoritos si acude a la cita en plena forma. Michael Matthews (Team BikeEchange) y Peter Sagan (Bora-Hansgrohe), 3º y 4º puestos en 2020, completan la lista de clasicómanos más favorecidos para la victoria. En caso de llegada masiva, Sam Benett verá la competencia en hombres como Arnaud Démare (Groupama-FDJ), Alexander Kristoff (UAE) y Caleb Ewan (Lotto Soudal).
Como hemos dicho, la lista de candidatos no es breve, y esta incluye las duplas de Mads Pedersen y Marc Hirschi (UAE), John Degenkolb y Jasper Stuyven (Trek-Segafredo), Matej Mohoric y Sonny Colbrelli (Bahrain) y, por qué no, la esperanza española Alex Aranburu (Astana). El enamorado de la épica sueña con el triunfo de Philippe Gilbert (Lotto Soudal) y su entrada en el selecto grupo de vencedores de los cinco Monumentos, pero la edad y el estar recuperándose de una lesión juegan en su contra.
El duelo más esperado en Flandes y Roubaix
Las semanas que siguen son un auténtico festín para los amantes de los adoquines. Con la notable excepción de la Omloop Het Nieuwsblad, disputada a finales de febrero, los últimos días de marzo presentan el encadenado de clásicas belgas (Driedaagse van De Panne, E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem y Dwars door Vlaanderen) que hacen de previa a los dos colosos, el Tour de Flandes y París-Roubaix.
Aquí aguarda una batalla cuya primera parte ya fue inolvidable. El duelo entre Van der Poel y Van Aert el Tour de Flandes pasado fue uno de los momentos más emocionantes de la temporada, prometiendo la que podría ser la rivalidad de la década. Una rivalidad que no acaba en la carretera, y es que estos últimos meses los dos talentos ya se han visto las caras en el ciclocrós, disciplina donde llevan muchos años enfrentándose.
El holandés se impuso en un sprint frenético después de un año a la sombra de los triunfos del corredor del Jumbo, que seguro querrá vengarse de haber sido derrotado en su casa. La cancelación de la París-Roubaix nos privó de ver la secuela a la batalla y posible vendetta, pero a uno se le hace ya la boca agua al fantasear con lo que puede deparar este año. Un sprint parecido entre los dos en el velódromo final del Infierno del Norte es un escenario de sueño, pero perfectamente plausible.
A la fiesta no faltará Julian Alaphilippe, determinado en romper la maldición arcoíris y en demostrar que los dos claros favoritos no son imbatibles. El año pasado el galo brilló en su debut por los muros flamencos e inició la maniobra ganadora de la carrera pero una caída nos privó de ver hasta dónde podía llegar. Aún se está recuperando, pero ya ha declarado estar más motivado que nunca para volver a Flandes. Quizás declinará la opción de participar en la París-Roubaix puesto que la falta de muros no se ajusta tan bien a sus características, pero su equipo siempre puede contar con otras bazas. La todopoderosa escuadra del Deceunick incluye a nombres como Yves Lampaert, Kasper Asgreen, Zdeněk Štybar y Florian Sénechal.
Otro que también ha insistido en que se puede vencer a la dulpa Van Aert-Van der Poel es Mads Pedersen. Así lo demostró en la pasada Gante-Wevelgem, alzándose con la victoria mientras los otros dos parecían batirse en un duelo personal. Al excampeón del mundo lo acompañará Jasper Stuyven, ganador de la Omloop Het Nieuwsblad 2020. La dupla del Trek-Segafredo tiene potencial de sobra para poner en jaque a cualquiera.
No serán el único equipo que llegará con los cuchillos afilados, y es que el AG2R Citroën se presentará con un tridente de lujo. Greg Van Avermaet, Bob Jungels y Oliver Naesen pueden formar una combinación explosiva teniendo en cuenta su experiencia en clásicas adoquinadas.
El Lotto-Soudal también tiene su tridente particular. La vasta experiencia Philippe Gilbert y John Degenkolb se une al tampoco precisamente joven Tim Wellens, que impresionó con su doble victoria en la Vuelta a España hace apenas tres meses.
Un nombre que no puede faltar al mencionar estas fechas es el de Peter Sagan. El eslovaco no ha rendido al nivel que está acostumbrado a demostrar en las carreras de un día – ni en general -, pero el pasado Giro se redimió con una auténtica exhibición que podría apuntar al retorno de la mejor versión de uno de los ciclistas más queridos del pelotón.
Cabe mencionar también a Sep Vammarcke (Israel), Alberto Bettiol (EF-Nippo), Alexander Kristoff (UAE), Niki Terpstra (Total Direct Energie), Dylan Teuns (Bahrain) y el debut profesional de Tom Dumoulin (Jumbo-Visma) en el Tour de Flandes.
Menos controversia pero la misma emoción en Lieja
La Lieja-Bastogne-Lieja marca el final de las clásicas de primavera y del tríptico de las Árdenas. Este es completado después de la Amstel Gold Race y la Flecha-Valona, carreras a menudo disputadas entre los grandes favoritos para el monumento que aguarda unos días después. La Lieja pasada será recordada por el caótico sprint final, pero fue de todas formas de las ediciones más emocionantes de los últimos años.
Julian Alaphilippe está de nuevo entre los máximos favoritos, esta vez de bien seguro el primero en las casas de apuestas. El arquitecto del caos del año pasado buscará el perdón en Bélgica y hacerse con una victoria que aún no luce en su laureado palmarés.
Alzar los brazos antes de tiempo no va a ser el único obstáculo para la victoria de Alaphilippe teniendo a Marc Hirschi pisándole los talones. El jovencísimo talento se dio a conocer el año pasado exhibiéndose en el Tour, donde ganó una etapa, y adjudicándose la Flecha Valona después, además de hacer bronce en el Mundial. Quien sabe lo que habría pasado si Alaphilippe no hubiera desviado su línea, puesto que Hirschi lo empezaba a rebasar con claridad.
Quien sabe porque Tadej Pogačar, con quien compartirá filas Hirschi en el UAE, también llegaba como un tiro. Otro jovencísimo talento que después de ganar el Tour demostró que está también entre los mejores en las carreras de un día. La cercanía del año pasado entre el Tour y la Lieja dio para un mismo pico de forma, y quizás esta vez no podrá permitirse lo mismo para no sacrificar sus opciones a la Grande Boucle.
Lo mismo va para Primož Roglič (Jumbo-Visma), vigente campeón de la Decana y autor de una de las remontadas más reseñables de la historia del ciclismo, pues también triunfó en la Vuelta después de su imborrable derrota en la Placnhe des Belles Filles. El esloveno ha demostrado una fortaleza mental increíble, por lo que si se le pone entre ceja y ceja defender su título, que tiemble Lieja.
Fue remarcable el cuarto puesto de Matej Mohorič en el 2020, y ya ha declarado su deseo de volver para demostrar que puede estar entre los mejores. En el Bahrain también figuran Wout Poels, ganador de la carrera en 2016, y Dylan Teuns.
Jakob Fugslang (Astana) es otro que sabe lo que es ganar una Lieja y sigue como uno de los favoritos después de hacerse con el Giro de Lombardía el pasado agosto. Su compañero Aleksandr Vlasov fue tercero, así que el equipo puede optar también por el ruso.
Otro equipo que podría ser dar un buen papel es el Movistar, aunque en los últimos años no haya enviado su equipo más competitivo a las clásicas. Para Alejandro Valverde parece que ahora sí el paso del tiempo también existe, pero difícil es no tener en cuenta que un quinto triunfo del murciano lo colocaría a la altura del más grande, Eddy Merckx, por lo que a Liejas respecta.
Es difícil saber cómo será el ansiado retorno de Remco Evenepoel (Deceunick-Quick Step), sobre todo desde que recientemente anunció un pequeño imprevisto en su recuperación, pero si el supertalento vuelve al nivel del año pasado habrá que ver dónde encuentra su techo.
Que nadie se olvide de Van der Poel, sexto el año pasado, ni de Michael Woods (EF-Nippo), Tiesj Benoot (Sunweb) o Michał Kiatkowski (INEOS Grenadiers).
Los aplazados Juegos Olímpicos
El recorrido de Tokyo suma 234 kilómetros y 4865 metros de desnivel positivo, una auténtica salvajada. El hecho de que se dispute tan solo 4 días después de la última etapa del Tour y su perfil de alta montaña hará que – siempre que no se aplique la norma de cuarentena previa obligatoria – puedan optar a la victoria muchos de los que vengan de disputar la Grande Boucle. Con la particularidad, claro, de que en los Juegos Olímpicos se compite por nacionalidad. Así, podríamos ver a Roglič y a Pogačar colaborar juntos tan solo unos días después de resolver su anticipada revancha.
Habrá que ver si Egan Bernal (INEOS Grenadiers) recupera el golpe de pedal, otro favorito claro. Los colombianos no van cortos de escaladores, por lo que a Bernal lo acompañarían corredores de la talla de Miguel Ángel López (Astana), Nairo Quintana (Arkéa Samsic), Rigoberto Urán (EF-Nippo) o Daniel Felipe Martínez (INEOS Grenadiers).
Si bien en el Tour la sombra de Hinault parece más grande que nunca, los franceses pueden encontrar consuelo en uno de los equipos más fuertes a nivel nacional, incuyendo a Alaphilippe, Thibaut Pinot (Groupama-FDJ), Romain Bardet (DSM), Guillaume Martin (Cofidis) y Warren Barguil (Arkéa Samsic).
Si en las islas británicas son capaces de que brillen sus nativos más distinguidos la armada sería considerable: Chris Froome (Israel), Geraint Thomas y Tao Geogeghan Hart, (INEOS Grenadiers), Simon Yates (Team Bike Exchange)… Los belgas cuentan con el vigente campeón, Greg Van Avermaet, y con Wout Van Aert, Philippe Gilbert, o la ya mencionada incógnita de Remco Evenepoel.
En Italia Vincenzo Nibali (Trek-Segafredo) sueña con el oro que se le escapó en Río, así como su compañero Giulio Ciccone. Aquí soñaremos con que algún Movistar, Alejandro Valverde, Enric Mas y Marc Soler o Bahrain, Mikel Landa y Pello Bilbao, sigan el legado de Samuel Sánchez.
Lobos más solitarios serían Dumoulin, Kiatkowski, Hirschi, Fugslang, Richard Carapaz (INEOS Grenadiers), Wout Poels (Bahrain) y tantísimos otros, aunque por ahora pocas participaciones son seguras.
Un Mundial en Flandes… y Lombardía
El final de temporada a menudo es impredecible. Los corredores llegan con niveles de forma y fatiga tan distintos que hace las disputas entre ellos más inesperadas, no por ello menos interesantes. A mediados de septiembre el estado de los ciclistas dependerá de si han corrido o no la Vuelta, cuántas carreras acumulan a lo largo de la temporada, y cuáles han sido sus picos máximos de rendimiento. El premio para el que haya sido previsor y llegue bien al Mundial es suculento: se celebra en Flandes, por lo que promete ser un maillot arcoíris para recordar.
El circuito, como es de esperar, consta de muros tan breves como pronunciados y algunos serán de pavé, como el Moskesstraat, que se sube en la Flecha Brabanzona. Los favoritos serán por tanto los sospechosos habituales de las clásicas adoquinadas, con el último duelo Van der Poel-Van Aert del año, pero habrá que ver cómo están las piernas a esas alturas. Es por eso mismo que es probable que más de uno que goce de un buen momento de forma pruebe suerte en Flandes aunque no sea de los que acude a las citas de marzo y abril.
Lo mismo puede ser dicho de Il Lombardía, quizás el Monumento más descafeinado del año por ser de las últimas carreras. Aún así, no deja de ser una de las cinco clásicas más prestigiosas del mundo del ciclismo, y las batallas a las que nos tiene acostumbrados son espectaculares. Esperen aquí a corredores que habrán optado a la Lieja o a las generales de las Grandes Vueltas, así como a otros “outsiders”.
Alaphilippe es una vez más un nombre fácil de ver triunfando, en particular porque su preparación para el Mundial lo dejará en buenas condiciones para vestir el maillot arcoíris en lo más alto del podio de la clásica de las hojas muertas.
Es difícil saber a estas alturas quien más estará ahí, pero se puede especular con Van der Poel y Van Aert también por el impulso del Mundial, así como Hirschi, Fugslang, el segundo del año pasado George Bennett (Jumbo Visma) y un Evenepoel que ya estará recuperado y quizás venga en busca del sueño que se hizo añicos en esa terrible caída: la gloria de un Monumento.