El joven esprinter danés consigue en la capital la quinta victoria del Deceuninck en esta Vuelta. La etapa certifica también la victoria en la general de Roglic al que acompañaran en el podio Alejandro Valverde y Tadej Pogacar.
La Vuelta empezó como siempre, sin dejar indiferente a nadie. Una contrarreloj por equipos dónde los protagonistas fueron una piscina hinchable que petó en un jardín cercano a la carrera y provocó la caída del Jumbo y el Emirates y un circuito demasiado técnico que no gustó nada a los corredores. Quedó en segundo plano la victoria del Astana que dejaba líder a Superman López. Ese maillot de líder no fue más que un espejismo ya que al día siguiente lo perdió en favor de Nicolas Roche (Sunweb). Una cuesta de cabras lejos de meta (dónde si dan espectáculo) provocó que marchara un grupo delantero con nombres importantes del que se llevaría la victoria de forma magistral Nairo Quintana (Movistar). Las etapas 3 y 4 fueron los dos únicos esprints consecutivos y cayeron en favor de un Sam Bennett (Bora) en estado de gracia este final de temporada y del joven Jakobsen (Deceuninck). En la etapa 5 llegó la montaña y una fuga de únicamente tres corredores acabó con un doblete del Burgos BH encabezado por un Ángel Madrazo que fue a remolque agonizando durante 30 kilómetros.
Al día siguiente Jesús Herrada (Cofidis) conseguiría la victoria más importante de su carrera y Valverde (Movistar) en la etapa 7 se impondría en la llegada a Mas de la Costa. La etapa por tierras catalanas cayó en favor de un Nikias Arndt (Sunweb) que superó el ascenso a Montserrat para acabar venciendo el esprint de la fuga sin problemas. Al día siguiente era la etapa de Andorra en la que se impuso Tadej Pogacar (UAE) de forma espectacular seguido de Quintana, Roglic (que había caído en el invento del ‘sterratto’), Valverde y un Superman que se dejó un minuto. Después del día de descanso Roglic dejó casi sentenciada la carrera ganando con mucha claridad la contrarreloj de Pau. Todos sus rivales quedaron en la general a dos minutos o más.
Los dos siguientes etapas eran de media montaña, la primera con victoria de Mikel Iturria (Murias) des de la fuga y la segunda con victoria de un corredor que honra cualquier carrera a la que vaya, Philippe Gilbert (Deceuninck). Viernes tocaba llegada a los Machucos y la alianza eslovena fue la gran beneficiada. Pogacar con tan solo veinte años conseguía su segunda victoria en la Vuelta y Roglic ya tenía dos minutos y medio sobre el segundo clasificado, Alejandro Valverde. La última etapa al esprint antes de Madrid fue la segunda de Sam Bennett que arrancó a más de 300 metros de meta aprovechando un repecho. Las dos etapas de montaña antes del último día de descanso sirvieron para que Roglic dejara claro que no iba a titubear y para gozar de la exhibición para arriba de dos grandes corredores, Sepp Kuss (Jumbo) y Jakob Fuglsang (Astana).
Si algún día merece mención especial en esta Vuelta a España es la etapa 17. Nairo Quintana se escapa de salida gracias a un abanico en el que el Deceuninck, siempre brillante, filtra a 7 de sus 8 corredores. Empezó a partir de ahí una persecución espectacular durante 220 kilómetros. El resultado de la etapa fue Quintana volviéndose a meter en la pelea por la general y un enorme Philippe Gilbert demostrando en una etapa que se corrió como una clásica porque es uno de los mejores clasicómanos de la historia. Sí, una etapa larga, sin cuestas de cabras ni montaña, ha dado la jornada de ciclismo más grande de todo el año 2019.
Al día siguiente en la etapa por la sierra madrileña vencería Sergio Higuita sacando un peso de encima a su equipo, el Education First, que llevaba una Vuelta para olvidar debido a las caídas. La llegada espectacular a Toledo contó con una victoria espectacular de Cavagna (Deceuninck), a 25 kilómetros de meta decidió abandonar a sus compañeros de fuga para rodar de forma impresionante y lograr una nueva victoria para el Deceuninck. La penúltima etapa de la Vuelta era de montaña y la venció quizás el mejor escalador de esta Vuelta, un chico de 20 años llamado Pogacar que conseguía vencer por tercera vez. Esta etapa fue solo la confirmación de la victoria en la general de un Primoz Roglic que lo tenía muy favorable des de la contrarreloj de Pau.
Roglic era con diferencia el corredor más fuerte de esta carrera pero no ha estado especialmente brillante tácticamente. Esa laguna táctica no supuso un problema para el esloveno. Un Rafal Majka y un Superman muy preocupados por el puestómetro, un Valverde preocupado por un segundo puesto después de más de 100 victorias en el global de su carrera y un trascoche con el permiso de la UCI se ocuparon de suplir los errores que tuvo el hombre más fuerte de la carrera.