Salida: Cármenes – 15:00
Llegada: Boca de Huérgano – 18:50 (media de 40 km/h)
Puertos de Montaña: Las Señales (2ª-km 71,8), Panderrueda (2ª-km 110,9) y Pandetrave (1ª-km 131,1)
Metas Volantes: Vegacervera (km 9,8), Robles de Valcueva (km 17), La Vecilla (km 26), La Mata de la Riba (km 31,9), Puebla de Lillo (km 59,5) y La Uña (km 88,2)
Premio Especial Queso Valdeón: Posada de Valdeón (km 120,8)

Y al tercer día llegó la montaña, y lo hace con la jornada más larga de esta edición, además de ser el comienzo de una trilogía montañosa que irá encadenando una cantidad de esfuerzos jornada tras jornada como pocas veces se recuerda en esta carrera. Etapa que discurrirá en su parte decisiva por los siempre maravillosos Picos de Europa, que durante todo este año ha celebrado su primer centenario de su declaración como Parque Nacional, primer lugar de toda España que recibió esta catalogación, si bien los ciclistas imaginamos que no tendrán ni tiempo, ni ganas para quedarse prendados y fascinados por el entorno y las vistas. La jornada arrancará desde Cármenes con unos 40 primeros kilómetros en los que seguro se volará, pasando por otro lugar emblemático de la provincia leonesa como las Hoces de Vegacervera, aunque por buenas carreteras y muy favorables, y en donde los repechos de Robles de Valcueva y La Vecilla seguramente ayuden a fraguar la fuga del día. Al llegar a Boñar ya el panorama cambia, con un perfil en continuo ascenso hasta llegar a Puebla de Lillo en donde al salir del pueblo se cogerá un desvío a la derecha para ir camino del Puerto de Las Señales (km 71,8). Esta será ya una subida seria con más de 12 kilómetros desde el citado giro, aunque hasta salir de la localidad de Cofiñal, en el quinto kilómetro de la subida, no se pone realmente seria la cosa, quedando por delante aún 7 kilómetros de ascensión por un asfalto que agarra bastante, y rampas constantes que siempre rondan el 6-7% de desnivel, aunque en algún tramo se alcanzan los dos dígitos.
Una vez coronado los ciclistas no deben esperar un vertiginoso descenso si no que tendrán más de 20 kilómetros favorables pero en donde tendrán que ir continuamente dando pedales, hasta que nada más pasar Burón, llegando al comienzo del también conocido Pantano de Riaño, la carrera girará a la izquierda, en busca del Parque Nacional de Picos de Europa, volviendo a ir por una carretera que continuamente irá picando hacia arriba buscando el límite de la región leonesa con la Asturiana en el Puerto del Pontón, aunque unos 500 metros antes de llegar a aquí, el pelotón seguirá subiendo a su derecha durante otros 4 kilómetros más, ya de mayor dureza con algún kilómetro al completo entre el 8 y 9% para alcanzar la cima del Puerto de Panderrueda (km 110,9). Ojo con este punto, ya que al coronar Panderrueda comenzará un largo descenso de 12 kilómetros hasta Posada de Valdeón, con tramos técnicos y curvas complicadas, que unidas a la gran velocidad a la que se irá podría hacer que alguno se llevara un susto y más si la carrera aquí ya estuviese completamente lanzada.
Nada más finalizar este descenso, apenas 500 metros para cruzar el corazón de los Picos de Europa de León, Posada de Valdeón, donde se situará el Premio Queso Valdeón que otorgará un queso de esta denominación al primer ciclista en pasar por aquí, para justo después arrancar la subida más dura del día, el Puerto de Pandetrave (km 131,1). Sus 3 primeros kilómetros hasta Santa María de Valdeón son criminales, y el que quiera buscar hacer algo grande ya desde este primer día clave de la Vuelta a León, sin duda este debería ser el punto elegido para mover ficha, y es que estamos hablando de 3 kilómetros a más del 10% de media, con muchas zonas en las que las rampas alcanzan el 15 y 16% de desnivel, aunque con zonas de descanso entre ellas. Al superar esos 3 primeros kilómetros, todo se vuelve más humano, quedando aún otros casi 7 kilómetros de ascensión al 6% de media, encontrándose los ciclistas que cuando queden 2 kilómetros para coronar, en el punto en el que se sale del Parque Nacional, la carretera cambiará totalmente volviendo al típico asfalto rugoso que parece que no deja avanzar a la bicicleta.
Alcanzada la cima restarán tan solo 22 kilómetros hasta la meta, de los cuales 10 serán de descenso, del de dar pedales, hasta llegar a Portilla de la Reina, donde ya se virará hacia la derecha en busca de la localidad de llegada de Boca de Huérgano. Mucho cuidado con estos últimos 15 kilómetros, ya que podemos dar buena fe desde este medio, que a tan solo 8 días de que la carrera pase por aquí, el asfalto en muchos tramos estaba completamente levantado por las obras que aquí se están realizando, pudiéndose casi hablar que si la cosa no hubiera cambiado aquí los ciclistas atravesarían por tramos casi de «sterrato». Pensar que un solo ciclista pueda presentarse en meta es ciertamente complicado, pero seguramente la recta muy favorable de llegada en Boca de Huérgano vea disputarse un sprint de un reducido grupito de elegidos, que ya nos dejará bastante claro quiénes serán los que acaben luchando por el cetro de esta Vuelta a León.
Cada uno de estos puertos podrás analizarlos al detalle en nuestro artículo de «Los Puertos de la XXX Vuelta a León por ElPelotón».
El comentario del experto: Kevin Viñuela (Vegacervera, triatleta y ganador el año pasado de las Metas Volantes en la Vuelta a León)
Jornada larga y exigente, con bastante dureza al final. La salida será rápida, pasando por el precioso entorno de las Hoces de Vegacervera. El los altos desde Robles de Valcueva hasta Boñar será el sitio donde se podrá formar la fuga del día, siempre que al pelotón le interese. Después de pasar Boñar se llegará al primer puerto de esta Vuelta a León, Las Señales, que no será decisivo debido a que después habrá una zona de mucho rodar, y no habrá ataques entre los favoritos, pero si servirá para que se vayan descolgando los más débiles. La parte final de la etapa tendrá la subida por el lado «fácil» a Panderrueda, seguido por un descenso muy técnico hasta Posada de Valdeón, donde enseguida comenzará la ascensión a Pandetrave, todo un primera categoría. Sus rampas más duras están al comienzo, que hará que el pelotón que haya llegado a estas alturas de carrera se convierta en una romería de ciclistas durante el resto de la subida. Ojo con el posterior descenso y falso-llano hasta la meta en Boca de Huérgano, que se puede hacer largo, teniendo en cuenta que ya se llevarán más de 140 kilómetros en las piernas. Lo lógico es que los más fuertes se acaben juntando en esta zona, y luchen por la victoria de etapa, dejándonos claro quiénes serán los candidatos a luchar por esta Vuelta a Léon.