León y su montaña son dos elementos completamente indivisibles, y evidentemente ha sido, es y será la gran baza para que la ronda leonesa pueda seguir siendo la vuelta por etapas de mayor relevancia de nuestro país. Nombres como Foncebadón, Aralla, Valporquero, Gobernadas, Pajares resultaron ser lugares claves de diferentes ediciones, al igual que Ancares, Pandetrave o Rosales, que este año volverán a ser ascendidos, y a cuya lista se unirá una ascensión como la de Andarraso, que en su primera intervención promete ser completamente decisiva en la resolución de esta XXX Vuelta a León. En total 13, o 12+1 para los supersticiosos, altos puntuables se pasarán, y todos ellos estarán concentrados en tres de las seis etapas de la ronda, concretamente lo que hemos llamado como Trilogía de la Montaña Leonesa, y que pasamos a ir detallando una a una.
ETAPA 2: CÁRMENES – BOCA DE HUÉRGANO; 153,1 km (miércoles, 24 de julio)
PUERTO DE LAS SEÑALES (2ª categoría, km 71,8)
Después de dos días «plácidos» para los ciclistas la montaña ya llegará en el tercer día de competición, y lo hará de primeras con un auténtico coloso de la provincia de León, y es que la cima de Las Señales será el segundo punto más alto por el que pasará la carrera, únicamente superada por unos 40 metros de altitud por la meta de Ancares. Las Señales es de esas subidas que puede hacerse pelota, y es que antes de comenzar la ascensión propiamente dicha desde Puebla de Lillo, los 20 kilómetros anteriores que vienen de Boñar habrán sido en continuo ascenso, por lo que a las primeras rampas ya se puede llegar con menos fuerzas de las que se podía pensar. Es cierto que los primeros cinco kilómetros, de los 12,5 totales, son muy llevaderos, por una carretera ancha con un muy buen firme, y en donde solamente habrá un par de tramos de cierta exigencia al 6% de desnivel, pero a partir de la localidad de Cofiñal la cosa cambia drásticamente en todos los sentidos. En primer lugar, la carretera pasará a ser la hermana pobre de la anterior, con un asfalto muy descarnado que dificulta mucho más el buen rodar de la bicicleta, y por supuesto la pendiente cambia sobremanera para ya sin ningún descanso moverse siempre alrededor del 6-7% de media, atravesando varias rampas al 10% de desnivel, hasta llegar a los 1625 metros de la cima. Seguramente al ser «comienzo» de la etapa y el primer puerto de la edición, se suba en un modo bastante tranquilo, pero ya servirá para ir tostando a los ciclistas en previsión de lo que les viene por delante.
PUERTO DE PANDERRUEDA (2ª categoría, km 110,9)
Y lo que les viene por delante ese día no es moco de pavo, con uno de los más míticos encadenamientos de puertos leoneses de los Picos de Europa, Panderrueda y Pandetrave. El primero, de 13 kilómetros, servirá de aperitivo, siendo una subida, como la de Las Señales con dos partes claramente diferenciadas, la primera que arranca una vez pasado el pueblo de Vegacerneja, y que a través de una muy buena carretera, irá haciendo que el pelotón vaya ganando altitud pero muy poco a poco, ya que todos los kilómetros se irán moviendo entre el 2-3% de media, en busca del Puerto del Pontón que ya nos metería en Asturias hacia Cangas de Onís. Poco antes de llegar a esa cima del Pontón, giraremos a la derecha para afrontar los 4 últimos kilómetros de Panderrueda, donde ya sí dolerán las piernas al aumentar el desnivel hasta el 6-7% continuamente, siempre rodeados de muchísima vegetación que ayuda en el caso de que esté pegando el sol con fuerza, aunque tampoco sería extraño ver en esta zona a los ciclistas meterse durante unos minutos entre la niebla, presente en muchas ocasiones en esta zona límite entre León y Asturias. Una vez coronados sus 1450 metros, comenzará un peligroso y rapidísimo descenso hacia Posada de Valdeón donde se enlazará con la última de las ascensiones del día.
PUERTO DE PANDETRAVE (1ª categoría, km 131,1)
No habrá momento ni para coger aire, y es que después de haberse atado bien los machos durante más de 12 kilómetros de descenso desde Panderrueda a Posada de Valdeón, apenas habrá 400 metros para callejear por esta preciosa localidad del corazón de Picos de Europa, donde además estará el Premio Especial Queso de Valdeón que distinguirá con un queso de la tierra al finalizar el día en el podium al primer ciclista en pasar por aquí. Unos metros después ya se girará a la derecha para comenzar los duros 10 kilómetros de subida al Puerto de Pandetrave, siendo los ciclistas recibidos por una primera pared al 13%. Esa será la tónica general de los casi primeros 3 kilómetros, en los que se van sucediendo las rampas al 13, 14 y 15%, con pequeños descansos, siendo este el momento idóneo para intentar lanzar un ataque que pueda llevar a algún valiente a la gloria en la meta de Boca de Huérgano. Una vez pasados esos tres primeros kilómetros y ya superado el pueblo de Santa María de Valdeón, cambia el registro de la subida, acabándose con esa especie de subida de tobogán, para ya enfrentarse a los siguientes 7 kilómetros mucho más regulares, sin apenas un descanso y que continuamente oscilarán siempre entre el 5 y el 7%. A algo más de 2 kilómetros de la cima, en el momento que se abandona el perímetro del Parque Nacional, el asfalto, que hasta ese momento no se le habrá puesto un «pero», tornará en algo completamente distinto, que añadirá dureza a esa parte final antes de coronar los 1432 metros de altitud de Pandetrave, que estará a unos 20 kilómetros, todos ellos muy favorables, de la línea de llegada, por lo que una renta más o menos significativa en la cima podrían ser suficientes.
ETAPA 3: TORAL DE LOS VADOS – PUERTO DE ANCARES; 135,2 km (jueves, 25 de julio)
PUERTO DE CORULLÓN (3ª categoría, km 42)
Ascensión perfecta para formar la fuga, si no está hecha ya, que si es así servirá para seleccionarla. En total son casi 9 kilómetros de subida, aunque desde la localidad de Sobrado ya se llevarán otros 5 kilómetros en donde la carretera habrá ido continuamente ganando altitud al 2% de media. Los primeros 3 kilómetros del puerto son los más duros con unos desniveles siempre rondando el 7% sin que haya un momento de respiro. A partir de ese tercer kilómetro la cosa suaviza, encontrándose incluso alguna zona completamente llana para aliviar las piernas, aunque alternadas con rampas no muy largas del 10% especialmente al paso de la cantera que hay a mitad del puerto. Una vez pasada esta, quedarán algo más de 2 kilómetros hasta arriba con una pendiente muy amable del 3-4% en donde ya se rodará con todo metido hasta la cima que llevará tras un rápido descenso y con alguna curva complicada al pueblo de Corullón.
ALTO DE LUMERAS (2ª categoría, km 115,4)
La «selectividad» de esta etapa, y es que quien quiera optar a ganar la carrera de León, deberá superar con nota este corte. Lo comentamos en el análisis de la etapa y seguramente no nos equivoquemos mucho al señalar que por su cima ya no pasará un grupo superior a la treintena de ciclistas, que serán los que se jueguen la victoria final en Ancares. Ascensión de las que va haciendo mella con el paso de los kilómetros, teniendo hasta 7 de distancia, ya que sin contar con rampas descomunales apenas tiene un solo descanso en el que recuperar fuerzas, manteniéndose la pendiente siempre alrededor del 6%. Aquí si algún equipo decide ponerse a bloque puede hacer muchísimo daño ya que la velocidad que se puede imprimir es muy alta, y al final como se suele decir, «no mata la bala, si no la velocidad a la que va». Al paso por Villar de Otero, más o menos en la mitad de la subida, sí se encontrarán los ciclistas con un par de curvas de herradura donde se eleva el porcentaje. La cima, a casi 1050 metros de altitud, está completamente descubierta lo que puede hacer más dura la subida en caso de aparecer el viento de cara, y tras coronar habrá un rápido descenso de unos 5 kilómetros camino de Candín, donde ya les estará saludando el coloso de esta edición.
PUERTO DE ANCARES (1ª categoría, final de etapa)
Momento clave en la resolución final de la Vuelta a León 2019. Solamente señalar que los 5 kilómetros verdaderos de ascensión tienen una media del 12% nos deja entrever la categoría de lo que tenemos entre manos, además de que será el punto más alto de esta edición con 1666 metros de altitud. Tras pasar Candín, capital de este Valle de Ancares, los ciclistas se acercarán al pueblo de Tejedo de Ancares, a cuya salida les espera la Ermita de la Magdalena, Virgen a la que muchos deberían encomendarse para el calvarios que les espera por delante. Nada más cruzar un estrechito puente sobre el río Cuiña, les recibirá un primer rampón al 14%, que será la tónica general de todo lo que les queda. Y es que los descansos de este puerto vienen cuando la pendiente disminuye a porcentajes del 8%, sobre todo al trazar alguna curva de herradura, que seguidamente viene acompañadas por paredes del 16 o 17%. El tercer kilómetro de subida tiene una media completa cercana al 13%, que hace dos años fue el lugar elegido para dinamitar la carrera en cabeza por parte del leonés Roberto Méndez. Pero mucho ojo con los dos últimos kilómetros, que seguirán con la misma dinámica de todo lo anterior, pero que tendrán a mayores la peculiaridad de ser prácticamente una larga recta hasta la cima muy descubierta, y en donde el viento puede hacer mucha pupa al que se haya vaciado previamente. Esto sucedió en aquella ocasión, siendo finalmente el bueno de Óscar Cabedo, hoy profesional en el Burgos-BH, el que más esperó para atacar ya dentro del último kilómetro y pasar por encima de varios ciclistas que iban por delante y a los que las duras rampas finales del 15% y el aire que pegaba de frente, acabó por hacer que la subida se les hiciera pelota. Sin duda, jornada para que un grandísimo escalador inscriba su nombre en el mismo lugar que ya hicieron «neonatos» en esto de la bici como Purito Rodríguez o Alberto Contador. Poca cosa.
ETAPA 4: MOLINASECA – ANDARRASO; 138,4 km (Viernes, 26 de julio)
ALTO DE ONAMIO (3ª categoría, km 4,3)
Día de 8 altos que comenzarán desde el mismo banderazo del inicio con esta subida de Onamio, encontrándose esta en la misma localidad de la salida de Molinaseca. Ascensión conocida del año pasado, y es que por aquí la carrera el cuarto día pasó hasta en dos ocasiones, aunque en dirección contraria, subiendo este año por donde se bajó en 2018. Un muro en toda regla, cortito con apenas 2 kilómetros, pero con una media al 8%, concentrándose lo más duro en el kilómetro final en el que continuamente se atraviesan rampas del 13 y 14%. Todo esto, unido al ritmo endiablado con los que suele comenzar cualquier carrera aficionada, hará que seguramente se suma a un ritmo brutal con el fin de meterse en la escapada. Habrán tenido que calentar bien los ciclistas antes del comienzo de la etapa para evitar que en el kilómetro inicial las piernas ya les duelan exageradamente.
ALTO DE ESPINA DE TREMOR (3ª categoría, km 53,8)
Se trata de una subida realmente exigente, con 14 kilómetros en total desde que se pase por Pobladura de las Regueras, teniendo dos kilómetros tras superar la localidad de Tremor de Arriba, donde realmente arranca la ascensión, que llegan al 9% de media, con rampas superiores al 10%. Tras coronar esta primera parte, no llega enseguida la bajada, sino que por delante quedan casi 5 kilómetros que siguen presentando dureza, en los que se intercalan bajadas, con subidas de hasta un kilómetro y en donde, de hecho, tras cruzar Espina de Tremor, están los mayores porcentajes de la subida llegando casi al 15%. En la más que presumible fuga seguro que alguno lo pasará mal para aguantar, y por detrás entre los que estén luchando por la general será difícil ver movimientos sabiendo lo que aún queda por delante, pero oye, si aquí se empieza a poner un ritmo vivo podría ser lo que después hiciera ver explotar a más de uno en la parte final.
ALTO DE SOTO Y AMÍO o EL TRECHERO (3ª categoría, km 88,3)
En el Alto de Soto y Amío, más conocido como El Trechero, dan inicio unos últimos 50 kilómetros perfectos para reventar a cualquier equipo, a cualquier líder, y a cualquier ciclista. Muro de menos de 2 kilómetros con una media superior al 9% en los que continuamente se pasan por rampas con los dos dígitos, destacando el comienzo donde se pasan por dos herraduras al 14% de desnivel. Será muy importante también entrar colocado los más adelante posible, y es que además de que se llegará embalado porque el kilómetro anterior a dar comienzo esta subida será en descenso, estaremos en una carretera muy estrechita donde caben a lo ancho con apuro tres ciclistas, siendo este hecho ya el denominador común en el resto de las subidas que quedarán por delante. Una vez se llegue al alto, que los corredores no piensen en un descenso rehabilitador, si no que hasta llegar a Irián habrá que pedalear duro, superándose bajadas y repechos durante los siguientes 4 kilómetros, donde ya sí comenzará un descenso de 4 kilómetros que meterá a los ciclistas en el circuito final.
ALTO DE CASTRO DE LA LOMBA (3ª categoría, km 103,7)
A partir de aquí y hasta meta nada de esperar un metro llano. Este muro llevará a los ciclistas a un cruce donde llegan 3 carreteras, y en donde posteriormente volverán a subir hasta ahí por otra de sus vertientes, de similares características a esta. Poco más de un kilómetro de subida al 8%, sin momento de respiro, y en donde es de suponer que el ritmo de carrera a estas alturas será altísimo. Poco antes de coronar hay encadenadas dos curvas de herradura donde el desnivel aumenta al 10%. Una vez se llega arriba, descenso vertiginoso de un kilómetro hasta Riello con otro par de curvas para tomar con precaución, sobre todo por la gravilla suelta que suele haber.
ALTO DE ARIEGO (3ª categoría, km 111,8)
Tras superar esa localidad de Riello y tener unos tres kilómetros llanos se llegará a Ariego de Arriba en donde estará esperando la quinta cota del día. Esta vez se trata de una subida algo más larga, con casi 4 kilómetros en total, aunque lo más exigente llegará en el primer kilómetro al paso de esa localidad de Ariego, en donde los primeros 800 metros son al 12%. Después hasta el alto, en la localidad de Robledo de Omaña, durante 3 kilómetros se irán sucediendo descansillos con tramos incluso de bajada, con zonas de subida al 6-7%. En Robledo se alcanza un cruce que lleva unos 3 kilómetros más arriba al pueblo de Curueña, aunque en esta ocasión los ciclistas girarán en dirección contraria para descender durante 6 kilómetros, también con alguna curva en las que apretar los frenos, en busca de El Castillo, donde empalmarán con la siguiente subida a Rosales.
ALTO DE ROSALES (2ª categoría, km 123,1)
Ese Alto de Rosales ya deberá encargarse de hacer la selección definitiva que acabe llegando a la base de Andarraso, aunque en esta ocasión no se subirán esos dos últimos kilómetros criminales que sí se ascendieron en 2016, cuando el Cueto Rosales fue final de etapa, en una jornada que resultó decisiva aquel año. Aún así, se trata de una subida muy dura, con tres kilómetros a casi el 9% de media, sin que haya prácticamente ningún descanso y con mucha regularidad durante toda la ascensión. Nada más comenzar en el primer kilómetro se suceden las rampas al 11%, mientras se deja a la izquierda la localidad de El Castillo desde donde se arranca. Después ya se entra en una zona arbolada donde hay varias curvas de herradura con continuas zonas superiores al 10% para terminar coronando tras una larga recta de más de 500 metros que parece no terminar nunca. Al pasar por la cima no comenzará el típico descenso, si no que durante los siguientes 7 kilómetros hasta Castro de la Lomba se alternarán las zonas de bajadas con pasos peligrosos como por el pueblo de Santibáñez de la Lomba, con duros repechos.
ALTO DE CASTRO DE LA LOMBA (no puntuable, km 131,7)
Como ya señalamos, se subirá una vez más este muro por segunda vez, aunque por una vertiente distinta a la subida y también bajada unos kilómetros antes. Seguimos exactamente igual que en todas las subidas anteriores, carretera muy estrecha y con un asfalto que siendo aceptable, no es el que más desearían los ciclistas. Desde este lado los ciclistas tendrán 900 metros de pared, a la que entrarán a una gran velocidad por enlazar con un descenso rapidísimo en donde en la parte final habrán pasado por rampas favorables de hasta el 18%. Aún así, no tardarán mucho las bicis en pararse y volver a la realidad a las piernas de los ciclistas, ya que a los 200 metros de subida se pasa por una herradura donde el desnivel se vuelve a la inversa llegando casi al 20% para arriba, siguiendo hasta la cima con una pendiente muy regular del 10%, en donde ya sí descenderán por donde previamente habrán subido para llegar al comienzo del último puerto de este gran y duro día de ciclismo.
ALTO DE ANDARRASO (2ª categoría, final de etapa)
Todo pastel tiene su guinda, y aquí la guinda estará ciertamente envenenada. Primera vez que la Vuelta a León asciende esta dura subida a la que los cicloturistas leoneses tienen en bastante consideración, y es que sus 3 primeros kilómetros, de los 4,5 que tiene en total, son una auténtica locura con una media del 12%. La subida arranca en el pueblo con un nombre ideal para la ocasión como es Inicio, teniendo una primera rampa de 200 metros al 15%. A partir de ahí todo se mantendrá más o menos igual durante los siguientes tres kilómetros, por una carretera estrecha, siempre al lado de un pequeño riachuelo y cubierto en todo momento de vegetación. El segundo kilómetro al 13% de media y rampas al 17, debería ser el momento para que si ha llegado un pequeño grupo a estas alturas de carrera se lance el órdago definitivo. Tras esto se llega al tercer kilómetro donde se encadenan tres curvas cerradas en donde se encuentran los porcentajes máximos a casi el 20% de desnivel. Una vez dejada atrás esa tercera curva llegará el principio del fin, con un kilómetro donde ya el porcentaje desciende al 5%, estando completamente al descubierto y donde se verá la población de Andarraso, lugar en el que se situará la meta tras superar una última rampa de 200 metros al 13%. Uno se cansa solo de escribirlo, así que mejor no pensar en hacerlo sobre la bicicleta. Con tanto terreno y tan duro, la duda estará en saber cuál será el momento propicio para intentar lanzar la carrera, si poner todo patas arriba lejos, o bien, esperar a la criminal ascensión final. Eso sí, lo que tenemos claro es que Andarraso llevará a los altares de León al nuevo rey de la Vuelta.