Ya es un clásico que la Emakumeen Bira caliente motores con la presentación la tarde anterior en Iurreta. El engranaje que supone la 1ª retransmisión en directo de todas las etapas vive unas horas de trasiego y prisas, con Agustín Ruiz y Sportpublic, Ibai Lejárraga y muchos más corriendo de acá para allá. La sorpresa de este año es que quieren que el streaming diario sea comentado y qué mejor oportunidad para nuestra querida Bira: tenemos a un comentarista de Eurosport que la visita desde el 2012 y que es parte de ella aún sin serlo oficialmente: Saúl Miguel.
El dúo con Jonkar Rey se muestra muy fluido desde el principio, y las retransmisiones de los últimos 50-55 kilómetros, además de las entrevistas post-carrera (un grandísimo acierto), acercan la carrera a muchos más espectadores. Un gran paso adelante, sin duda.
Por mi parte, manos a la obra con el twitter de la carrera, combinado con una colaboración con el equipo de producción del #UCIWWT. Como siempre desde hace ya varios años, queremos ser un referente desde CiclismoFem en dar información en vivo, y creo que una vez más lo conseguimos: junto al propio Saúl, Peter van der Veen, el mayor conocedor de ciclismo femenino internacional, que es el tercer año que nos acompañará y que aterriza al día siguiente.
Tras una bonita, aunque desangelada por la falta de público, presentación de equipos, de nuevo visita al Bar Peluchen con Aitor, el speaker de Durango y Bira y Saúl. Firmamos una porra que ninguno acertó demasiado …

Ya en Iurreta para la etapa 1, calor de verano y presunción de llegada al sprint. Reunión con Coreen Mazzochi y Owen Rogers, la empresa que elabora los contenidos para la UCI de las carreras WWT. Cómo no, los conduzco al bar Peluchen, y se sorprenden que a la 1 del mediodía me pida una cerveza.
Todo listo. Los equipos van llegando al aparcamiento bajo un sol de justicia, y entre saludos, fotos y risas se da salida a la edición XXXII de la Bira. Aire acondicionado a tope y emprendemos la marcha: la compañía en el coche es inmejorable, con Arritxu Iríbar al micro y Aitor Mata a los mandos, un conductor de 10.
El desenlace de la carrera es más que previsible: gana la Boels Jolien D’hoore, era la favorita y no defrauda. En meta, re-encuentro con los Soet, que nos vuelven a visitar este año para celebrar otro fabuloso encuentro Nederland-Spain.

La preciosa localidad de Aduna nos recibe para la etapa 2, bajo frío y llovizna. En la oficina permanente tengo la ocasión de charlar con Sofia Bertizzolo, una de las sub-23 más prometedoras del panorama internacional. Ahora en las filas del Virtu, habla perfecto castellano, que aprendió de las corredoras centroamericanas en su etapa en el Astana. Resulta muy gracioso su acento cubano-italiano. Al mismo tiempo, momentos de confusión porque no está claro quién llevará los jerseys de la clasificación de joven y puntos. Finalmente se resuelve y Bertizzolo vestirá la de mejor joven y Gracie Elvin la de puntos.
Cae la bandera a cuadros y partimos hacia Amasa con una estupenda compañía ciclista: Oier Lazcano y Telmo García, que me dan una gran lección de ciclismo sin ni siquiera darse cuenta:
YO : «Qué bien que venís a apoyar el ciclismo femenino, ¿no?”
Ellos: “no, venimos a apoyar EL CICLISMO”
El resto de la etapa tiene mucha menos trascendencia que este diálogo, creedme.
Y sí, reemplazamos cerveza por café/infusiones tras la meta, con la compañía de Suzanne Schrijnder, una estudiosa del ciclismo femenino que viaja en caravana y que se une al grupo.
A la etapa 3 en Murgia me llevan los Massi-Tactic aka familia Pedrero (¡¡¡por siempre agradecida!!!). Volvemos a ponernos el chubasquero, y el pueblo de Larri y Mikel Landa nos recibe con una mesa de firmas y presentación muy pobres, todo sea dicho. Menos mal que las corredoras siempre muestran su mejor sonrisa y su buena disposición frente a las cámaras y los medios. Entre ellas, Nikola Nosková, que sufrió una caída en la etapa anterior y se resiente de la cadera, pero ello no le impedirá ser protagonista en la etapa del día siguiente.
Y las protagonistas del día parece que planean su escapada en los aseos móviles: las neerlandesas Nicole Steigenga y Roos Hoogeboom intercambian impresiones ante el espejo 10 minutos antes de la salida, y juntas se van hacia la salida. Minutos después, se escaparían juntas y formarían la escapada más larga de la jornada. Nos acompañan en el coche Peter y Xubane Garai, la juvenil del Murias, que recorre sus carreteras de entrenamiento habituales y ejerce de anfitriona de lujo.

Una jornada épica entre la niebla, que vería vencer a Tyler Wiles en Santa Teodosia tras unos kilómetros finales portentosos de la estadounidense del Trek: aviso a navegantes, Mitchelton contra las cuerdas, Trek tiene la carrera a tiro con Wiles y la mejor versión de Elisa Longo Borghini.
El podio seguramente bate el récord del más rápido de la historia. Allá está Lourdes Oyarbide, empapada pero feliz de animar a las suyas, y aún con el regusto a gloria de su exhibición en Burgos. Las condiciones allá arriba son tan desapacibles que jerseys y trofeos se suceden a todo trapo, y más de una caravana de equipo (Biehler, Mitchelton) tiene serios problemas para salir del barro y emprender la bajada.
Como guinda a una jornada preciosa y llena de drama, tengo la oportunidad de protegerme de la lluvia y viento en el camión anti-dopaje, al tiempo que las ganadoras de la jornada van finalizando con sus obligaciones. La última en salir, la ganadora del día, que pese a llevar más de 1 hora allí no abandona su amplia sonrisa. Experiencia única el poder estar allí, es sin duda el lugar más silencioso y privado de las carreras. “Trastienda” adquiere aquí su valor más amplio.
Casi toda la parafernalia desmontada, el espectáculo continúa mañana.
Vuelta a Durango con Ibai Lejárraga, que me lleva “¡hasta la puerta del hotel, eso faltaría!!”. Detalle de caballero, a sus pies.
Llegamos a Oñati ante un etapón y con la emoción de todo por decidirse.
Movistar en tromba casi desde salida, con una Sheyla rugiendo como hacía tiempo que no la veíamos, ¡¡y lo que nos alegra verla así!!!
Al final, una Mavi aquejada de problemas estomacales no puede alcanzar un podio al que much@s veíamos más que factible, pero la actuación del bloque azul es intachable en toda la vuelta, como lo es la del Bizkaia-Durango, que tiene a Cristina Martínez con una solidez espectacular y terminará entre las 10 primeras de la general. Piel de pollo siguiendo la carrera muy cerca de las escapadas toda la jornada, siempre me impresiona ver lo rápido que van estas mujeres … el final, de infarto, con Elisa haciendo felices a su abuela y a Giorgia Bronzini, entre otras, y permitiéndose el lujo de saludar y celebrar por todo lo alto su victoria en la etapa y en la general … ¡¡¡por 2 segundos!!!
Muchas emociones y mucho público en la meta, que se despide entre bravos a las ganadoras, las grandes protagonistas de otra edición para el recuerdo de la Emakumeen Bira. Un año más, txapela ladeada y demasiado echada para atrás. Espero con gran expectación el año en que una vasca y/o nacional gane la carrera y, por fin, veamos una txapela bien puesta (sí, Ane, Eider, Mavi: os estoy señalando)
Llega el hasta la próxima con la misma dosis de alegría que de melancolía, como siempre ocurre con las carreras. Nos despedimos de Suzanne, que se vuelve a casa y prometemos seguir hablando mucho de ciclismo femenino, al tiempo que a la familia Nederland-Spain se nos une Aitor. Cenamos en Oñati y damos buena cuenta de un par de botellas de sidra, mucho mejor recibida que los chipirones.

Una Bira para recordar, una Bira para enmarcar. Visible (y en eso nos consideramos un poco responsables), con dureza y espectáculo. Sólo nos gustaría, para próximas ediciones, la inclusión de una contrareloj, que puede ser en forma de prólogo, ¿quizás una crono-escalada? Ahí lo dejamos. Porque ya soñamos con la edición 2020.