Recuperado en 2017 tras un período de cuatro años sin disputarse, el históricamente conocido como Giro Baby, o GiroBio, se ha consolidado en un abrir y un cerrar de ojos como el escenario donde se vislumbran a los corredores que serán, de alguna u otra forma, los grandes protagonistas del deporte de la bicicleta en años venideros.
Otras citas en Europa podrían pelearle el título, pero por el número de etapas y los recorridos que confeccionan, el Giro es la gran carrera de los campeones del mañana. Tal ha sido el empeño de instituciones diversas a la hora de volver a sacar una carrera que en sus dos últimas ediciones ha coronado a sendos ciclistas rusos, Pavel Sivakov en 2017, Aleksandr Vlasov en 2018, unas victorias que le han dado continuidad a los éxitos soviéticos de las ediciones de mediados los años ochenta.
El cambio de fechas de la Vuelta a Hungría ha propiciado que de cara a este año el equipo sub-23 de la Fundación Alberto Contador recoja el testigo de la formación continental, presente en el pelotón del Giro Baby de 2018. La prueba magiar y el Giro de Italia sub-23 se solapan varias jornadas, lo que ha posibilitado la concreción de una invitación que se ha convertido en uno de los grandes retos de la temporada.
Cuatro españoles (el madrileño Carlos García, el andaluz Sergio García, el riojano Arturo Grávalos y el asturiano Eduardo Pérez-Landaluce) y un colombiano (Jhon Stiven Ramírez) son los cinco ciclistas seleccionados por Rafa Díaz Justo y el preparador Carlos Barredo para afrontar tan intenso y exigente reto. Una prueba que reúne a 31 formaciones en total.
Prensa Fundación Contador