El corredor navarro Óscar Rodríguez Garaichoechea culminó una fuga de más de treinta corredores con una espectacular remontada ante corredores de talla mundial como Majka y subiendo tan sólo 30 segundos más lento que los grandes hombres de la general como Quintana, logrando así la primera victoria para el Euskadi – Murias en una gran Vuelta.
La Vuelta ha llegado a uno de sus puntos decisivos, o algo así dicen expertos y entendidos en el ciclismo, el tríptico Astur-Leonés donde a priori se debe decidir gran parte de esta Vuelta junto a Andorra. Y la primera etapa no ha defraudado. Lucha desde el comienzo, ataques y contrataques, hasta del propio líder lo probaba en los primeros kilómetros, y es que como se dice, a veces la mejor defensa es un buen ataque y eso intentó Jesús Herrada, pero no fructificó, finalmente una numerosa y poderosa fuga a la que desde que el pelotón se le dio el visto bueno y en la que desde el comienzo daba la impresión de que el ganador estaría ahí.
Pero ninguno, o casi ninguno apostaría pos Óscar Rodríguez. Había corredores de la talla como Zakarin, Majka, Ben King, Eduard Prades o Maxim Monfort. Más improbable parecía la victoria cuando del grupo de escapados saltó Majka en las faldas de La Camperona que hacía presagiar que nada ni nadie se podía interponer entre la victoria y él. Era el gran favorito junto a Zakarin, pero un joven navarro de Burlada se propuso romper las reglas y hacer saltar la banca. Poco a poco fue a su ritmo subiendo el muro de La Camperona, sin cebarse en los esfuerzos yendo a ritmo, superando poco a poco a sus compañeros de fuga en el día de hoy y es que a falta de poco más de un kilómetro se plantaba en el grupo cabecero con Dylan Teuns y Rafael Majka, pero decidió esperar poco en el trío cabecero y seguir en solitario. Desde ahí a linea de meta lo demás es historia, entrada en solitario, primera victoria en su carrera profesional y primera victoria del Euskadi – Murias, simplemente increíble.
Lo que ha ocurrido hoy en La Vuelta no ha sido más que la confirmación del gran equipo que es el Euskadi – Murias, un equipo que lleva logrando buenos puestos desde que comenzó la temporada y ganando etapas como ya hizo en Aragón o clasificaciones generales en Noruega. Hoy simplemente ha sido la guinda del pastel a una temporada que ya es histórica. La victoria de Óscar Rodríguez en La Vuelta es mucho más que una simple etapa, es el fruto de mucho trabajo en la sombra y de todo un gran equipo y staff.