La noticia de la quinta jornada de la XXIX Vuelta a León, es que no hay noticia, y volvimos a ver a un Óscar González, arropado de manera increíble por su equipo Supermercados Froiz, levantar los brazos como triunfador de la etapa reina de esta edición con final en La Baña, sumando tres vitorias de cinco posibles en esta ronda, y lo que es más importante, sentenciando la carrera leonesa, que si no pasa una desgracia en la última etapa de mañana, coronará al gallego en la preciosa localidad de Astorga.
Ambientazo increíble el que saludaba a los ciclistas desde la línea de inicio en San Cristobal de la Polantera, con los pendones leoneses a modo de arco de salida y las gaitas, bailes y trajes regionales poniendo color junto con los maillots de todos los equipos de esta vuelta. Por delante 165 kilómetros hasta la capital de la pizarra, La Baña, con unos últimos 60 kilómetros brutales por la comarca de La Cabrera, donde los ciclistas no volverían a tener un metro llano.
Tardaría en forjarse la fuga del día, a pesar de varias intentonas que generaban bastante nerviosismo y tensión en el pelotón, algo que acabaría desembocando en una gran montonera poco antes de completar los primeros 20 kilómetros de la etapa, con ciclistas de todos los equipos afectados, aunque sin consecuencias graves para ninguno de ellos. Sería en el kilómetro 40 de la etapa cuando en primer lugar se marchaban tres hombres del paquete principal, Josep Mora (Ginestar-ULB SportsI), Daniele Cantoni (Polartec-Fundación Contador) y Juan José Pérez (Mutua Levante-Bioracer), a los que posteriormente se les unirían Adrián Murgoitio (Eiser Hirumet) y Jaume Bonnin (Rías Baixas), para formar un quinteto que llegó a contar con casi 4 minutos sobre el pelotón cuando se comenzaba ese periplo final encadenando un puerto tras otro.
El italiano Cantoni se acabó mostrando como el más fuerte de la fuga, y en el segundo puerto del día, el Alto de Saceda imponía su ley para marcharse en solitario, mientras que por detrás en el pelotón entre Caja Rural-RGA y Aldro ponían un ritmo fortísimo que reducía la diferencia a 40 kilómetros de meta a poco más de un minuto sobre la cabeza, y hacían que en el grupo del líder apenas pudieran aguantar una treintena de ciclistas, convirtiendo las carreteras de La Cabrera en un auténtico rosario de ciclistas.
#VueltaLeon Imágenes de la cabeza de carrera con @DcCantoni96 (@FundContaTeam ) Josep Mora (Ginestar), @erdecazalla (@Fund_Benicadell ), @adrianmurgoitio (@EiserHirumet ) y Jaume Bonnin (@CCRiasBaixas ) al paso por Truchas (km.86) con 3’20» sobre pelotón pic.twitter.com/PH7ERWPkOk
— El Pelotón (@ElPeloton) 27 de julio de 2018
Con Cantoni ya a la vista se movían dos Eiser-Hirumet, Beñat Etxabe y Julen Latorre, que rebasarían al del Fundación Contador cuando quedaban aún 30 kilómetros para meta, y el premio gordo del día con la ascensión a Las Gobernadas. A 3 kilómetros para del comenzar el puerto el que saltaba del pelotón era Martí Márquez (Lizarte) alcanzando a los dos Eiser antes de la primera rampa, para después dejarles atrás en los primeros siete kilómetros de ascensión que llevaban hasta Sigüeña, donde acababa la primera mitad de este durísimo puerto.
Mientras por detrás, entre los favoritos el primero en moverse era el tercero de la general Óscar Linares (Gomur), quizás demasiado pronto, que abría hueco con un duro ataque, pero ante el que Óscar González, arropado por unos enormes Diego Noriega y Sergio Vega, no se ponía nervioso, recortando poco a poco la distancia conseguida por el cántabro, para acabar por neutralizarlo.
Se llegaba a Silván, donde comenzaban los últimos 7 kilómetros del puerto con Márquez en cabeza, con 45″ de ventaja sobre el grupo del líder, donde ya solo iba una docena de ciclistas, estando entre ellos aún sus dos compañeros. Entonces Lizarte tiraba de estrategia y lanzaba a Nicolas Sáenz en busca de su compañero, con el que engancharía a falta de 3 para coronar y se iría solo a por el triunfo, y quién sabe si a por la general.
Pero el líder, ex-profesional, tiraba de inteligencia y regulaba la distancia conseguida por el pupilo colombiano de Juanjo Oroz, y junto con Anatolii Budiak (ULB Sports-NaturalGreatness) acababan alcanzando la rueda del de Lizarte poco antes de coronar. Los tres pasaban por la cima de Las Gobernadas, a 5 kilómetros de la llegada, sabedores que se iban a jugar el triunfo en La Baña, y de nuevo el gato al agua se lo llevaba el de amarillo, despejando cualquier duda de si la etapa reina de hoy se le podría atragantar, como le ocurriese hace un par de semanas con la jornada más importante de la Vuelta a Zamora, donde ahí sí perdía el liderato.
Óscar superaba con claridad a Saénz y Budiak, que hacían segundo y tercero respectivamente, mientras que a 22 segundos entraban Jokin Etxabe (Eiser-Hirumet), el propio Linares, e Iñigo Elosegui, a 25 lo hacían Cristian Mota (Aldro) e Iván Moreno (Lizarte), mientras que a más de un minuto del ganador ya venía un grupo algo más numeroso con Víctor Etxeberria (Caja Rural-RGA), Diego Noriega, Martí Márquez (Lizarte), Jorge Pastor (Polartec-Fundación Contador) y Edu Rodes (Aldro).
En cuanto a la general, y teniendo claro que es cierto eso de que hasta que no se cruza la última línea de meta no hay nada ganado, hoy Óscar ha dejado más que evidente que en la última jornada de mañana tendría que pasar algo muy grave para que esta vuelta se le pudiera escapar, con Budiak que se mantiene a 23 segundos, y con la pelea por la tercera posición en la general, que ahora mismo ocupa Nico Saenz a 55 segundos del líder, con tan solo 2 de ventaja sobre Óscar Linares.
Una etapa la de mañana, que discurrirá al contrario que el resto de la ronda leonesa por la mañana, con salida a las 11:00 en Murias de Paredes camino de Astorga con 90 kilómetros por recorrer solamente, por lo que seguro que se volará desde el banderazo inicial (os dejamos la previa de la etapa pinchando en este enlace). Lo duro del día llegará en los primeros kilómetros con la dura ascensión al Alto del Castillo, para otros llamado Rosales (2ª categoría-cuyo perfil analizamos al detalle aquí), y un terreno rompepiernas a continuación que podría poner la carrera patas arriba si así lo decide alguna de las escuadras. En favor del Froiz y el líder es que desde el segundo puerto del día La Garandilla, de tercera, aún restarán más de 50 kilómetros hasta meta por un terreno donde un pelotón organizado puede recortar cualquier tipo de diferencia, siendo un sprint lo más lógico en el desenlace en la capital maragata para poner el punto y final de esta apasionante Vuelta a León, que hasta el momento tiene un nombre propio, el de Óscar González.
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