En una carrera como la Vuelta a León en la que se ascenderán 16 puertos puntuables, acumulando hasta más de 10.000 metros de desnivel positivo en 6 días, la montaña será el punto clave para quién quiera subir a lo más alto del podium. Es por eso que en esta edición hemos analizado cada una de esas subidas al detalle
ETAPA 2: VEGACERVERA-VILLAVERDE DE LA CUERNA; 141km
Una jornada con hasta 6 puertos de montaña, que castigarán sobremanera las piernas de los ciclistas, y con el postre de la única llegada en alto de esta edición a la localidad de Villaverde de la Cuerna.
Alto de Cármenes (3ª categoría)
Tardará en llegar la primera cota puntuable de esta ronda leonesa, ya que entre el prólogo y la primera etapa en línea camino de Laguna de Negrillos, no habrá ni un solo punto a repartir para la clasificación de la montaña, pero está claro que en este tercer día de competición el pelotón se va a resarcir pero bien. La de la Collada de Cármenes, una ascensión de tercera categoría de 3,5 kilómetros, se coronará en dos ocasiones este día (km. 13,4 y km 81,4), tratándose de una subida sin mucha enjundia, con buen asfalto, donde lo más duro está en la parte inicial al paso por el pueblo con zonas que rozan el 10%. Al salir de la localidad de Cármenes se rueda durante 1 kilómetro de larga recta cuya pendiente va a más, hasta rondar el 7%, para tras ello ya sí encadenar varias curvas con la media que siempre oscila el 5%, hasta llegar a la cima de donde comienza un suave descenso hasta la localidad de Villamanín.
Alto de La Vid (3ª categoría)
Al igual que la Collada de Cármenes, esta subida a La Vid también se cubrirá este día en dos ocasiones (km. 28,1 y km. 96,5). Sin duda, este es uno de los puertos más conocidos y transitados por los aficionados cicloturistas de León capital, por su relativa proximidad y por ya ser una ascensión en la que se puede sufrir. Es una subida corta, con poco más de 3 kilómetros, y un firme en perfecto estado ya que se reasfaltó hace pocos veranos, pero con una media interesante superior al 7%, y con varias zonas en las que se llega al 10%. El inicio, en la salida del pueblo de mismo nombre, es fuerte con varias curvas encadenadas en las que no se baja del 10%. Tras ello la pendiente disminuye un poco durante el kilómetro siguiente hasta afrontar el último kilómetro y medio cuya media oscila siempre el 8%, tras pasar una curva de herradura que nos cambia de ladera, y por la que podemos observar a la perfección prácticamente la ascensión al completo. Una vez coronada tenemos un descenso de casi 8 kilómetros hasta Vegacervera en el que hay que esforzarse y pedalear, debido a que hay intercalados varios repechos que hará que los ciclistas no puedan relajarse mucho en la bajada.
Alto de Valdeteja (2ª categoría)
Este puerto sí se subirá una sola ocasión (km. 67,2), aunque el pelotón volverá a pasar por el cruce que le da inicio, cuando quede muy poco para afrontar la última y decisiva ascensión del día hacia Villaverde de la Cuerna. Estamos ante una subida en la que buena parte se hará con plato grande, por lo que se rodará rapidísimo, pero ya con una longitud de más de 6 kilómetros que van a ayudar a que las piernas vayan tostándose de cara al final del día. Lo más duro está en sus dos primeros kilómetros, en los que rápidamente se va cogiendo altura hasta la localidad de Valdeteja, habiendo un par de curvas de herradura donde el desnivel llega a alcanzar el 10%. Una vez llegados al pueblo que da nombre a la ascensión, los ciclistas tendrán un descanso de algo más de un kilómetro, que además tiene el firme en perfecto estado, ya que fue asfaltado este tramo recientemente hasta el pueblo de Valverde de Curueño, donde ya se vuelve a un asfalto mucho más rugoso que agarra una barbaridad, y que nos llevará a los dos últimos kilómetros a través de una zona arbolada hasta la cima, ya descubierta. Esa parte final vuelve a exigir de fuerza, ya que la pendiente vuelve a subir alcanzando casi el 6% de media. De nuevo el descenso que les espera no será nada cómodo, porque en todo momento habrá que dar pedales en busca de la carretera que habrán pasado antes camino de Cármenes, donde volverán a encadenar las dos subidas antes comentadas.
Alto de Villaverde de la Cuerna (3ª categoría)
Único final en alto de esta edición en lo que podríamos catalogar como un auténtico muro. La parte de ascensión de verdad es corta, de tan solo 2 kilómetros, pero con una media del 9%, y con muchos tramos que ya superan el 15%. Los kilómetros previos a la subida ya serán una locura, porque entrar bien colocado será importantísimo, porque estamos hablando de una ascensión que se va a hacer a mil por hora desde el inicio, y con un estrechamiento muy importante en la parte inicial, en la que el pelotón atravesará un pequeño puente antes de comenzar la primera rampa, por lo que a buen seguro la lucha que anteceda a entrar al puerto será casi igual de importante que lo que suceda después. La subida saluda a los ciclistas ya con una pared de 300 metros al 12%, que prácticamente hará pararse a todo el mundo, para tras pasar la primera curva de herradura, suavizar la pendiente bastante pasando a rondar el 5-6% durante los siguientes 600 metros. Al pasar la segunda curva de herradura los ciclistas volverán a tener otro tramo de 200 metros al 16%, que ya encadenará con la última curva de herradura hacia la derecha que ya meterá a los ciclistas a la parte más dura de toda la subida, con 800 metros sin respiro en el que en todo momento la pendiente supera el 12% de desnivel llegando a picos de casi el 20%. Al poco de pasar el segundo punto kilométrico de la subida la pendiente suaviza para comenzar un falso llano de un kilómetro en el que quién quiera ganar tendrá que exprimirse hasta el pueblo de Villaverde de la Cuerna donde estará situada la meta.
ETAPA 3: BEMBIBRE-MOLINASECA; 131,2km
Esta etapa tiene trampa, ya que el premio gordo del día llegará en la parte inicial de la etapa con la terrible subida al gran puerto de esta edición, el Alto de Foncebadón, un clásico del ciclismo, que además servirá para recibir el aliento de los peregrinos que estén ese día en el entorno de un lugar emblemático del Camino de Santiago como es la Cruz de Ferro, donde está situada la cima de este puerto. Además otras tres ascensiones de tercera categoría tendrá la jornada, para ponerle un poco más de salsa.
Alto de Foncebadón (Categoría Especial)
Un puerto de montaña de verdad con todas las letras. Hasta la Cruz de Ferro casi 20 kilómetros interminables, aunque si bien es cierto que la ascensión propiamente dicha es algo más de 14 kilómetros, y ahí es donde se colocará la pancarta de la montaña (km. 33,1). Estamos ante un puerto con varias partes claramente diferenciadas, con una primera más o menos cómoda, muy tendida que siempre estará moviéndose en rampas del 5-6%, y en donde lo más duro llega al afrontar un par de curvas de herradura que sí superan el 10% de desnivel. Así se cubren los primeros 6 kilómetros que llevan al pueblo de Riego de Ambros, donde tendremos un kilómetro de descanso, que servirá para coger fuerzas de cara a todo lo que queda por delante, y es que tras pasar esta zona de «privilegio», se encadenan 3 kilómetros seguidos de toboganes en los que se intercalan pequeños descansillos con rampas que llegan al 15%, llegando de esta manera a la preciosa localidad de El Acebo, donde comenzará lo verdaderamente duro de la subida, con 4 kilómetros que se acercan mucho al 10% de desnivel de media, habiendo muchos tramos largos al 12-14-16%, y con un único punto de respiro a algo menos de 2 kilómetros para coronar en el que la pendiente se reduce considerablemente durante unos 500 metros. Tras pasar esta zona de respiro, último kilómetro de ascensión con zonas del 15% hasta llegar a la pancarta del puerto que esta edición será la Cima Especial Braulio Fernández, siendo el punto más alto por el que discurrirá este año la carrera. Tras ello el pelotón se adentrará en un tramo más cómodo que les llevará durante casi 6 kilómetros hasta la Cruz de Ferro, pasando por Manjarín, lugar donde se encuentra uno de los albergues de peregrinos más pintoresco de todo el Camino de Santiago. Eso sí, ese tramo puede hacerse muy duro, ya que con todas las balas gastadas durante los casi 15 kilómetros de interminable subida, esta zona en la que se alternan varios repechos duros con falsos llanos, no hará si no seguir minando las fuerzas de un pelotón, que a buen seguro al paso por la Cruz de Ferro, donde ya sí comienza el descenso camino de Astorga, estará completamente diseminado. Recordemos que el puerto se corona a 98 kilómetros de meta por lo que el camino que les quedará hasta la llegada a muchos puede convertirse en un auténtico infierno para no quedar fuera de carrera.
Puerto del Manzanal (3ª categoría)
Tras llegar a Astorga provenientes de la subida a Foncebadón, donde seguro que el pelotón principal será un puñado de ciclistas, la carrera se dirigirá de vuelta al punto de inicio en Bembibre subiendo el Puerto del Manzanal (km. 87,5) por su cara más afable, ya que desde la localidad de Rodrigatos serán unos 2,5 kilómetros de subida, sin rampas exigentes y con una media que ronda en todo momento el 5-6%, aunque el terreno que irá desde Astorga hasta su cima a más de 1200 metros picará constamente hacia arriba.
Alto de Onamio (3ª categoría)
Esta subida será la que se encargue de definir el cuarto día de la Vuelta a León, subiéndose en dos ocasiones, por un lado en la parte inicial del día (km. 13,9), incluso antes de arrancar con la durísima subida a Foncebadón, y por otro, en la parte decisiva (km. 126,2) ya que se coronará cuando resten tan solo 5 kilómetros para la meta en Molinaseca, de los cuales las mayoría serán en descenso. Se trata de una subida corta pero exigente, ya que en apenas 2 kilómetros se superarán más de 120 metros de desnivel, es decir una media superior al 5%, con rampas que casi llegando a la cima superan el 10%, por lo que seguro que será el momento clave para que alguno busque el ataque para lograr alguna diferencia en la cima que pueda llevarle hasta la meta victorioso.
ETAPA 4: SAN CRISTOBAL DE LA POLANTERA-LA BAÑA; 165km
En la penúltima jornada de la Vuelta a León llegará la etapa reina, con unos últimos 50 kilómetros en los que los ciclistas acumularán casi 2500 metros de desnivel positivo. Una auténtica locura para cualquier carrera ciclista que se precie, y que como hemos hablado con el vencedor en 2015 en un recorrido similar, Cristian Rodríguez, ciclista del Caja Rural-RGA, fue «un terreno durísimo, clave para poder ganar la Vuelta a León ese año«.
Alto de Truchas (3ª categoría)
Después de más de media etapa, unos 86 kilómetros, relativamente tranquilos, en Truchas comienzan los fuegos artificiales, y lo hace con un primer puerto, el Alto de Truchas (km. 94,7), lo más suave que tendrán por delante, con 4,3 kilómetros de ascensión muy tendida con una media por debajo del 5%, y por una carretera en muy buen estado, aunque seguro que esto hará que aquí ya se ponga una marcha más a la velocidad que se lleve en ese momento, por lo que el sufrimiento arrancará cuando aún resten 70 kilómetros para la meta.
Alto de Saceda (3ª categoría)
Tras un vertiginoso descenso del anterior Alto de Truchas, el pelotón girará a la derecha en Robledo de Losada para entrar en territorio comanche durante los 40 kilómetros siguientes, por carretera ya mucho más estrecha y rugosa, y en donde no habrá ni un metro llano, porque continuamente se sucederán largos y empinados repechos con rapídisimos descensos. En esa zona habrá una cota puntuable, el Alto de Saceda (km. 114,2), un puerto de 7 kilómetros, donde continuamente se alternarán tramos que llegan al 13% de desnivel con descansos que tienen hasta zonas de bajada. Lo más duro llegará en los 2 últimos kilómetros, tras pasar el cruce que hacia la derecha nos llevaría al Alto de Peña Aguda o Corporales, y que en este caso la carrera girará a la izquierda en busca de Saceda para superar esos dos últimos kilómetros que les llevará a la pancarta de la montaña. Tras coronar, por delante quedarán 25 kilómetros de terreno durísimo con continuas subidas y bajadas, hasta llegar al cruce donde comenzará esos dos últimos puertos, Sigüeya y Silván, que dan lugar al Puerto de Las Gobernadas.
Puerto de Las Gobernadas (Alto de Sigüeya-2ª categoría- y Alto de Silván-1ª categoría-)
En ese punto de la carrera arrancará, con permiso de Foncebadón, el puerto más duro de esta edición, por lo determinante que se espera que sea. Las Gobernadas es la suma de dos altos encadenados, el de Sigüeya, de segunda categoría (km. 147,4), y el de Silván (km. 159,9), que a estas alturas veremos si sucede como hace 3 años y provoca grandísimas diferencias entre los ciclistas, llegando ese día a los 5 minutos entre el vencedor, Cristian Rodríguez, y el décimo de la etapa. Lo bueno de esta ascensión es que se habrá salido de la carretera anteriormente mencionada en el Alto de Saceda, pasando a una vía mucho mejor asfaltada, para hacer frente a los siguientes 18 kilómetros que llevarán a la cima superando más de 800 metros de desnivel. Nada más arrancar ya dará la bienvenida a los ciclistas con dos kilómetros seguidos al 10% de desnivel de media, llegando en varios tramos al 17%. Tras esta primera parte criminal, los ciclistas tendrán un respiro durante casi otros dos kilómetros, antes de subir los últimos 3 de la parte de la subida de Sigüeya, teniendo que superar alguna rampa del 14% al paso por el pueblo. Una vez coronado, el pelotón tendrá casi 5 kilómetros hacia Silván en descenso durante buena parte, aunque por medias habrá que superar un repecho de casi un kilómetro al 10%. Tras pasar por la localidad de Silván, comienzan los últimos 7 kilómetros, donde ya sí que no habrá un momento de respiro, aunque los tres primeros serán algo más llevaderos, para luego retorcerse en los cuatro últimos con una media del 9%, que a los ciclistas tan castigados durante los más de 60 kilómetros anteriores se les podrían hacer larguísimos. En esa etapa de 2015, esta zona fue un auténtico hervidero de pájaras. Una vez coronado Las Gobernadas, quedarán 7 kilómetros para llegar a la meta de La Baña, que a buen seguro coronará al nuevo vencedor de la Vuelta a León.
ETAPA 5: MURIAS DE PAREDES-ASTORGA; 98,6km
Último envite de la Vuelta a León con la subida a uno de los puertos más transitado en las últimas ediciones, el Alto de Rosales, para otros llamados el Alto de El Castillo. Lo cierto es que se trata de una subida dura, pero que estará muy lejos de meta como para poder pensar que pueda marcar diferencias entre los que se estén jugando la victoria final.
Alto de Rosales (2ª categoría)
Como decimos, los ciclistas deberán superar al poco de iniciar la etapa el Alto de Rosales (km. 25,2), aunque no se subirán esos dos últimos kilómetros criminales que sí se ascendieron hace dos ediciones, en 2016, cuando el Cueto Rosales fue final de etapa, en una jornada que resultó decisiva aquel año. Aún así, se trata de una subida muy dura, con tres kilómetros a casi el 9% de media, sin que haya prácticamente ningún descanso y con mucha regularidad durante toda la ascensión. Nada más comenzar en el primer kilómetro se suceden las rampas al 11%, mientras se deja a la izquierda la localidad de El Castillo desde donde se arranca. Después ya se entra en una zona arbolada donde hay varias curvas de herradura con continuas zonas superiores al 10% para terminar coronando tras una larga recta de más de 500 metros que parece no terminar nunca. Como estamos viendo que parece una constante en los puertos de esta ronda, al pasar por la cima no comenzará el típico descenso, si no que durante los siguientes 10 kilómetros hasta Riello se sucederán las zonas de bajadas, con pasos peligrosos como por el pueblo de Santibáñez de la Lomba, con duros repechos, llegando a ser puntuable alguno de ellos en alguna otra edición como el de Castro de la Lomba, que tiene algo más de un kilómetro al 10%. Sin duda, otro terreno para emboscadas, y si la general aún estuviese apretada por qué no ver una última etapa de locura casi desde el inicio.
Alto de La Garandilla (3ª categoría)
El último puerto de esta edición es otro de los habituales de la ronda leonesa, el Alto de La Garandilla (km. 47,6), siendo una subida de 4 kilómetros que tiene lo más duro en un primer kilómetro al 7%, aunque con la fatiga que llevan las piernas cualquier rampa puede atravesarse. Muy buen asfalto con dos kilómetros finales más suaves en los que se suceden continuamente curvas a derecha e izquierda, donde ya seguro que se subirá con el plato grande metido, así que la velocidad será altísima, coronándose cuando aún falten 50 kilómetros para meta. Después de nuevo terreno con bajadas y repechos durante los siguientes kilómetros hasta San Feliz de la Lavandera, donde sí arranca un descenso rápido camino de Astorga, que despedirá la XXIX Vuelta a León y recibirá con los brazos abiertos a un nuevo vencedor.