Maximilian Schacmann (Quick-Step Floors) se ha alzado con la victoria en la decimoctava jornada del Giro d´Italia 2018 (2.UWT, Italia), disputada hoy sobre un recorrido de 196 kilómetros entre Abbiategrasso y la estación alpina de Prato Nevoso. El británico Simon Yates (Mitchelton-Scott) fue el otro gran protagonista de la jornada tras sufrir una pequeña crisis en los últimos 2 kilómetros y ceder 28 segundos con Tom Dumoulin (Team Sunweb). Aun así, el de Mitchelton-Scott mantiene el liderato.
Tras días de guerra continuada, la jornada amaneció con visos de paseo hasta las faldas de Prato Nevoso y poco más que los intentos iniciales de fuga denotaron emoción hasta una ascensión que, previa a las dos grandes jornadas de montaña del Giro, deja la carrera más abierta que nunca.
Doce corredores conformaron una escapada que, tras el control férreo del pelotón en las últimas jornadas, hoy sí llegó aventajada. Michael Morkov, Maximilian Schachmann (Quick-Step Floors), Davide Ballerini, Mattia Cattaneo (Androni Giocattoli-Sidermec), Christoph Pfingsten (Bora-hansgrohe), Rubén Plaza (Israel Cycling Academy), Vyacheslav Kuznetsov (Katusha-Alpecin), Jos van Emden, Boy van Poppel (Trek-Segafredo), Marco Marcato (UAE Emirates), Giuseppe Fonzi y Alex Turrin (Wilier Triestina-Selle Italia) fueron sus integrantes.
Con una ventaja que alcanzaba los dieciséis minutos a falta únicamente de la ascensión final la emoción parecía repartirse en dos focos de atención. Al tiempo que Schachmann y Cattaneo jugaban con un Rubén Plaza que, evitando los bruscos cambios de ritmo, acababa por neutralizar los demarrajes de ambos, por detrás, Movistar Team endurecía la carrera en busca de una maglia bianca que, lejos de acercarse, hoy se alejó aun más.
Lo probó Carapaz, valiente como siempre el ecuatoriano. El de Movistar sorprendió con su demarraje a falta de 6 kilómetros para el final pero era Miguel Ángel López en primera persona quien,no solo daba caza sino que, dejaba de rueda al joven talento de la escuadra telefónica. El de Astana caminaba hacia la meta mientras por delante Schachmann demostraba ser otra perla de la inagotable factoria de Lefevere.
Así, con vencedor ya conocido y con Lopez como único valiente en pedalear solo, era Tom Dumoulin (Sunweb) el que a 2 kilómetros del final probaba fortuna. A su rueda Yates y Pozzovivo parecían soportar el cambio de ritmo. Froome, a su ritmo, regulaba y, tras conectar, demarraba con fuerza y, ahora sí, solo Dumoulin y Pozzovivo respondían. La superioridad de Yates se desvanecía al tiempo que hombres como Carapaz, Konrad o George Bennett adelantaban a una maglia rosa que hoy, dieciocho etapas después, demostró ser humano. Hay Giro señores.