Aprovechando la subida a Olaberría, muy cerca de la línea de meta en Beasain, Nicolau se marchó del grupo de cabeza y pudo celebrar una holgada victoria.
Jornada exigente y bonito espectáculo el desplegado por todos los corredores en la Loinaz, decana del ciclismo. Nada menos que 42 corredores se metieron en una fuga en la primera parte de la carrera. Todo parecía indicar que serían estos ciclistas los que se jugarían la carrera, por la presencia de hasta ocho corredores del AMPO y un abultado número de ciclistas de Caja Rural-Seguros RGA o Lizarte. Sin embargo, el conjunto Eiser-Hirumet no había metido a nadie y se vio obligado a perseguir por detrás.
Las diferencias nunca fueron grandes y delante hubo una falta de entendimiento que llevó a la neutralización de este primer pelotón en el kilómetro 83 de carrera. Sin tiempo a coger aire, lo probaban cuatro corredores : Kortabarria (Grupo Eulen), Rodríguez (Caja Rural-Seguros RGA), Álvarez y Paredes (AMPO). Estos ciclistas afrontaban Mandubia ya neutralizados por el pelotón. Agirre (Baqué Ideus BH) y Machado (Grupo Eulen), el líder del Lehendakari, eran los más activos en la subida mientras que Mikel Paredes se mostraba como uno de los más fuertes, pero perdía sus opciones al pinchar en la bajada del puerto.
La última subida a Olaberría se disputaba con un Nicolau (Caja Rural-Seguros RGA) que rompía la cabeza de carrera. Ya nadie pudo aguantarle y llegó en solitario a Beasain. Detrás de él persiguieron en un segundo grupo Mújica (Eibar Energía), Roger Adrià (Lizarte) y Williamson (Eiser Hirumet). En este orden llegaban a la línea de meta. Por su parte, Machado pudo mantener el liderato del Lehendakari que afronta ahora un parón por la disputa de varias vueltas por etapas.