Decir que esta edición del Giro d´Italia será especial quizás sea un poco recurrente. La edición centenaria, las grandes jornadas de montaña y la excelente participación que tendrá este año la corsa rosa son factores ya comentados hasta la saciedad.
Pero si por algo será especial este Giro será por la ausencia de Michele Scarponi. Su sonrisa y su simpatía se apagaron para siempre hace ya más de una semana y el luto, días después, parece seguir embriagando al pelotón internacional.
Vencedor de la edición de 2011 tras la descalificación de Alberto Contador, la vida del simpático corredor italiano siempre estuvo ligada a la prueba más importante de su país natal. Cuarto en tres ocasiones (2013,2012 y 2010) y vencedor de tres etapas (dos en 2009 y una en 2010), la historia de Scarponi y el Giro va más allá de números. Gregario de lujo, pocos podrán olvidar como, en la pasada edición, renunciaba a un seguro triunfo de etapa camino de Risoul para colaborar con su compañero Vincenzo Nibali en el que, a la postre, sería el segundo triunfo del Tiburón de Messina en la clasificación general de la prueba italiana.
Con Scarponi en el recuerdo y con Fabio Aru lesionado, Astana anunció hace unos días su decisión de alinear a ocho corredores, en lugar de nueve, como homenaje al malogrado Scarponi.
Tanel Kanger, Luis León Sánchez, Pello Bilbao y Dario Cataldo intentarán brillar en la montaña con la mirada, siempre fija, en brindar un bonito triunfo a su compañero fallecido. Completan la alineación de los kazajos el danés Jesper Hansen, los kazajos Andrey Zeits y Zhandos Bizhigitov y el local veterano Paolo Tiralongo.