Alejandro Valverde (Movistar Team) se ha alzado con la victoria en la tercera etapa de la Volta a Catalunya (2.UWT, España), disputada hoy sobre un exigente recorrido de 188,3 kilómetros entre Mataró y la estación de esquí de la Molina. Van Garderen (BMC), es el nuevo líder.
Con el controvertido anuncio que la UCI publicaba en su web alrededor de las 11 de la mañana que anulaba lo dispuesto por sus propios jueces ayer y sancionaba con un minuto a todo el Movistar Team, partió esta tercera etapa de la Volta a Catalunya. Con la formación telefónica amenazando con desentenderse de la carrera y con Valverde declarando que «aún quedaba mucha carrera» dio comienzo una de las etapas más exigentes de esta montañosa edición.
Diego Rubio (Caja Rural-Seguros RGA), Peter Serry (Quick-Step Floors), Nathael Berhane (Dimension Data) y Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe) conformarían la escapada de la jornada. Con una renta que llegaría a alcanzar los siete minutos, el cuarteto pasaría a conformarse en un trío cuando el alemán de Bora-Hansgrohe cediera en la primera de las dos ascensiones a la Molina.
Con una renta escasa, Berhane probó fortuna al pie de la última y decisiva ascensión. Por detrás -sin dejar margen a la sorpresa-, el todopoderoso Sky de Chris Froome y Geraint Thomas daba caza al corredor africano. Neutralizado, Pantano (Trek-Segafredo) volvió a trabajar en favor de Alberto Contador y seleccionó el grupo.
Con Ben Hermans (BMC) -líder tras el polémico tema de las sanciones a Movistar- descolgado, lo probó Carlos Verona. El madrileño, que abrió hueco, poco pudo hacer ante la locomotora de Sky.
Así, y con tímidas arrancadas por parte de Marc Soler, se cruzó la pancarta del último kilómetro. Todos las miradas enfocaban a Alejandro Valverde. El murciano hacía bueno su cartel de favorito y vengaba a su equipo con una victoria de entidad en una prueba que ya venció en 2008.
Mañana, cuarta etapa -194,3 kilómetros- entre Llívia e Igualada. La jornada comenzará a 1177 metros para, poco a poco, ir descendiendo hasta Igualada, que se encuentra a 345 metros. En el trayecto, dos puertos de montaña pondrán en dificultades a los ciclistas, El Alt del Pubill (3ª categoría) y el Turó del Puig (2ª categoría). Este último, se encuentra a tan solo 14 kilómetros de la línea de meta. Lugar idóneo para poner a prueba a los rivales.