Las ilusiones españoles de un buen Mundial de ciclocross en Bieles (Luxemburgo), con opciones incluso de acercarse a las medallas en la categoría junior, terminaban en la primera curva por culpa de una montonera. Como lo expresaba Iván Feijoo, “sabíamos que se iba a producir esa montonera, si no en la primera curva, en cualquier momento, porque el circuito estaba helado y era peligrosa. Hemos tenido la mala suerte de vernos afectados los tres”.
Total que el gallego “perdía mucho tiempo, me ha dejado muy tocado y ya ha sido imposible remontar. Pero sobre todo te ha afectado psicológicamente porque ya veía que las opciones eran nulas, que poco podía tremongtar y sólo pensaba en remontar y acabar la carrera”. De esta forma, el gallego terminaba en el puesto 44º, a 7:05, muy lejos de su verdadero potencial.
Jofre Cullell sí conseguía remontar hasta esa decimoquinta posición final, a 3:21 del ganador (Pendiente declaraciones).
Peor le fue al vasco Xabier Murias. “La caída nos ha pillado a los tres, pero he podido continuar bastante bien, aunque no mucho tiempo, porque en una bajada me he caído, he apoyado la mano y me he roto el dedo. Adiós al Mundial, aunque espero tener nuevas oportunidades en el futuro”.
Por lo demás, la prueba junior se saldaba con un histórico triplete británico. Thomas Piddock ratificaba su condición de gran favorito, pero no podía imaginar estar en el podio acompañado por sus compatriotas Daniel Tulett y Ben Turner, a 38” y 44” respectivamente, y menos aún después del fenomenal comienzo del francés Maxime Bonsergeant, el mejor sobre el hielo… hasta que una avería le apartó de la lucha por las medallas y le relegó al puesto 20. Y es que la mala suerte no sólo acompañó a los españoles.
Prensa RFEC