La prueba reina de la primera jornada respondió a la expectación., Marianne Vos respondió a la condición de favorita y fue dejando a sus rivales. Pero lo que no esperaba la neerlandesa es tener una salida de cadena cuando lideraba en solitario, ni la perseverancia de Sanne Cant para darle alcance y terminar superándola a base de coraje y potencia en la línea de meta. Los fallos de la belga cuando parecía la imbatible favorita en años precedentes se trocaron en un inesperado pero merecido triunfo el año en que pocos contaban con ella. Vos se tenía que conformar con la plata a solo 1”, con la checa Katherina Nash a 21” completando el podio.
Lucía González, en el puesto 19º, a 3:29, era la mejor de las españolas, en una carrera en la que mereció mejor suerte. “He tenido una buena salida, he encontrado un buen ritmo y no he tenido fallos, por lo que me he llegado a colocar la decimoquinta. Pero a falta de una vuelta y media tuve una caída, el único problema de la carrera, y he perdido algunas posiciones, aunque he terminado entre las veinte mejores. Lo importante es que acabo la temporada con el mejor sabor de boca y con ganas de hacerlo mejor el año que viene”.
Aida Nuño se daba un buen batacazo en el primero giro que la dejó sin opciones, e incluso al borde del abandono, aunque logró clasificarse, como trigésimoprimera, a una vuelta. “Ya sabemos que esto es así, y no vamos a darle más vueltas. No hice una buena salida, pero me sirvió para ir librando las montoneras. Pero al quedarme atrás, sales con las prisas de ir adelantando a la gente y en la zona de asfalto, cuando estaba pasando a otra corredora, debí pisar una placa de hielo y se me fue la bici y tuve una caída bastante mala. En asfalto es donde menos te esperas una caída, pero es donde más duele. Me levanté rápido, pero no podía caminar, ni subirme a la bici. Estuve un par de minutos parada, hasta que me puse a andar como pude. Luego me subí a la bici, pero iba muy despacio, casi sin poder dar pedales, hasta que comenzó a reaccionar la pierna. Mientras que pudiera pedalear tenía claro que quería terminar, como fuera, con dolor, pero seguir en carrera. Al final me echaron a falta de una vuelta por el 80 por ciento, pero por lo menos no fue irme por voluntad propia, algo que no quería”.
Prensa RFEC