La gente optimista tiende —o tendemos— a pensar que, cuando se anuncia un cambio en algo, va a ser para mejor. Esa fue la sensación con que algunos recibieron, en septiembre de 2015, la noticia de que se iba a crear el Women’s WorldTour de cara a la temporada 2016.
Women’s WorldTour. Eso significaría el final de la Copa del Mundo, el trofeo anual que abarcaba carreras de un día y que supuestamente terminaba coronando a la mejor clasicómana de la temporada. ¿Recordáis la vieja Copa del Mundo masculina? Aún hay quien la echa de menos. No cabe duda de que era una competición atractiva. Aún existe en otras disciplinas como el ciclocrós o BTT, pero no en carretera.
A diferencia de la Copa del Mundo, el Women’s WorldTour incluiría tanto carreras de un día como por etapas. En total, 17 pruebas, que en su conjunto otorgarían una vencedora mediante una clasificación por puntos. Una vencedora que necesariamente tendría que ser versátil y completa. Estamos ya a finales de 2016, y tenemos una primera ganadora del Women’s WorldTour: Megan Guarnier (Boels-Dolmans). Sin duda, Guarnier merece esos adjetivos mencionados anteriormente. Parece un título justo para quien posiblemente haya sido la ciclista del año. Bien por el WWT en este caso.
Echando un vistazo al calendario, es evidente que el torneo está formado por un buen número de grandes carreras: Tour de Flandes, Flecha Valona, Ronde van Drenthe, Strade Bianche, Giro Rosa, GP Plouay-Bretagne o el ascendente y reputado Aviva Women’s Tour, entre otras. Otro punto a favor.
¿Dónde están las sombras, entonces? Aquí es donde hay opiniones encontradas. Destaca negativamente la ausencia de carreras emblemáticas, bien establecidas en el calendario desde hace años, y que siempre han sido sinónimas de gran ciclismo y gran participación. Es fácil pensar en la Thüringen Rundfahrt o la Emakumeen Bira como pruebas que, indudablemente, merecerían entrar en el Women’s WorldTour si lo que pretende la UCI —al menos es lo que debería intentar hacer— es promocionar en condiciones el ciclismo femenino. Es bastante más sencillo convencer a la audiencia de que este es un deporte espectacular con carreras como esas que con las competiciones tipo critérium como La Course o La Madrid Challenge, que paradójicamente son las que mejor cobertura mediática han tenido.
Por otra parte, y quizá aún más grave, poco ha cambiado precisamente en cuanto a cobertura. Sí, ha habido algunos pasos ilusionantes: Sporza mostró por primera vez en directo los últimos 40 km del Flandes femenino. Vårgårda pudo verse en Eurosport. Pero, en el otro lado de la balanza, se ha caminado hacia atrás al mismo tiempo. Los habituales y extensos resúmenes del Giro Rosa han sido mucho más breves que en anteriores ediciones. Lo mismo puede decirse de los vídeos-resumen visibles en el canal de Youtube de la UCI. Aunque bien editados y de calidad, saben a poco comparado con los que acostumbrábamos a ver de la antigua Copa del Mundo.
La nota de prensa publicada en su día por la UCI prometía una cobertura mediática y/o televisión en directo para el Women’s WorldTour que no se ha cumplido, o solo lo ha hecho parcialmente en el mejor de los casos. Carreras tan importantes como la Strade Bianche o la Flecha Valona fueron salvadas, una vez más, por la actividad en redes sociales de fans y staff de equipos —las habituales fuentes que casi todo aficionado a este deporte conoce— a la hora de ofrecer actualizaciones en directo. Ni hablar de televisión, claro.
¿Qué necesita el Women’s WorldTour para convertirse en un éxito en todos los sentidos? Entendemos que las carreras tipo critérium, si bien no son particularmente interesantes desde el punto de vista puramente deportivo, atraen público y probablemente sean más sencillas de retransmitir en vivo. Pero el calendario necesita equilibrio, y para ello hacen falta carreras más duras de modo que pueda favorecerse a cualquier tipo de ciclistas. La inclusión de la Liège-Bastogne-Liège y la Amstel Gold Race en 2017 es una gran noticia, al menos sobre el papel; cuidado, que no está exenta de su lado negativo, aunque esa es otra historia.
Se echan en falta recorridos para escaladoras. Fuera del Giro, no hay apenas oportunidades. Llama la atención que una prueba como el Amgen Tour of Californcia, que podría hacerlo, no incluya subidas de entidad en el recorrido. ¿Piensan los organizadores que las féminas no son capaces de competir en carreras más duras? A veces da esa sensación, y es algo que, aparte de erróneo, no ofrece una buena imagen de este deporte. Son las propias ciclistas quienes con frecuencia piden recorridos más exigentes. Montaña de calidad significa la presencia de varias ascensiones repartidas a lo largo de un recorrido, que permitan jugadas tácticas; un final en alto sin más como el de La Course 2017 no es necesariamente equivalente a espectáculo.
Y queda, por supuesto, el asunto de la cobertura televisiva. Las emisiones en directo son vitales; sin ellas, aparte de la frustración que supone para fans, ciclistas y espónsors, se crea un círculo vicioso que mantiene al deporte condenado al olvido y sin posibilidades realistas de crecer.
Pero, ¿qué piensa de todo esto la gente del mundillo? Hicimos dos preguntas cortas y específicas a varias corredoras y miembros del staff de equipos… y nos sorprendió la enorme variedad de respuestas y propuestas recibidas. ¿Con quién estáis más de acuerdo?
P1: ¿Qué te ha gustado de la primera edición del Women’s WorldTour?
P2: ¿Qué no te ha gustado y/o qué sugerirías para mejorarlo?
Audrey Cordon-Ragot (Wiggle-High5)
R1: Yo creo que el WWT ha sido de ayuda para que los medios cubran la información del ciclismo femenino: más televisiones han decidido poner nuestras carreras. También es un primer paso para una mayor profesionalización del ciclismo femenino, para acercarse a la organización del masculino.
R2: En mi opinión, demasiadas carreras son WorldTour. Deberían ser carreras estándar, no una mezcla de critériums, clásicas y carreras por etapas. No está bien organizado todavía y todavía no nos han informado bien. El año que viene será ya diferente, con mucha más competencia entre los equipos, que ya estarán más centrados en él, y no como este año, con los Juegos Olímpicos. Río provocó que no todas las mejores corredoras estuvieran en todas las carreras WWT.
Jolien D’hoore (Wiggle-High5)
R1: El WWT hace grande al ciclismo femenino también fuera de Europa, con carreras como el Amgen Tour of California, la Philly Cycling Classic…
R2: Estaría bien que todas las clásicas de Flandes masculinas tuvieran también carrera femenina y que fuesen parte del WWT (Omloop Het Nieuwsblad, Dwars door Vlaanderen, Gent-Wevelgem, Ronde van Vlaanderen, Scheldeprijs, Brabantse Pijl).
Ann-Sophie Duyck (Topsport Vlaanderen-Etixx)
R1: Ha traído más cobertura informativa al ciclismo femenino y ha llevado a algunas carreras a un nivel más alto. Ha influido positivamente en los organizadores de las carreras, ya que para el año que viene la Amstel Gold Race y la Liège-Bastogne-Liège han sido añadidas al calendario.
R2: Creo que se puede mejorar para que las reglas sean más como en el WorldTour masculino. Los equipos WWT deberían correr todas las carreras WWT (incluso en América), aunque para ello deberían estar más apoyados financieramente. Y debería haber alguna CRI en el calendario del WWT, igual que hay una CRE. Por ejemplo, las CRI de Chrono Champenois, Liubliana o la Chrono des Nations.
Sheyla Gutiérrez (Cylance Pro Cycling)
R1: La intención (que supuestamente es lo que cuenta) era asemejar y así mejorar condiciones respecto al ciclismo de hombres… Y hay más carreras con nivel top en el calendario dando más valor a las pruebas.
R2: Hay que acabar de mejorar esas condiciones. Tipo cobertura de verdad de las competiciones. Como sugerencia de cambio es que las corredoras nos apretemos las tuercas y hagamos de cada carrera un espectáculo.
Emma Johansson (Wiggle-High5)
R1: Para mí hay poca diferencia entre el nuevo WorldTour y la vieja Copa del Mundo. Encuentro positivo para los aficionados, los medios y los patrocinadores que el ciclismo femenino tenga el mismo nombre que el masculino en su «copa» principal. Por eso es más fácil para todos entenderlo, porque hablamos el mismo «idioma». También es positivo que se hayan añadido más carreras y más pruebas por etapas.
R2: Ha habido un montón de promesas sobre el WWT, pero no veo a la UCI cumpliéndolas… todavía. Espero que esto pueda ser un principio y una plataforma para que el ciclismo femenino crezca. Esperaba que hubiera más cobertura de televisión. También pienso que debe revisarse qué carreras son parte del WWT, porque creo que ha habido demasiados critériums y nos hemos perdido un montón de carreras grandes que han existido desde hace décadas y deberían tener su sitio en el WWT.
Sharon Laws (Podium Ambition p/b CLS)
R1: Aunque solo he corrido algunas carreras WWT, creo que han tenido buen perfil y organizaciones muy profesionales. Aunque sinceramente, no estoy segura de haber notado demasiada diferencia entre la Copa del Mundo femenina y el WWT, aunque puede ser por no haber corrido algunas carreras. Utilizar pinganillo creo que es bueno, especialmente para mí, que este año tenía el papel de ayudar a las jóvenes a crecer a nivel profesional.
R2: Tenía entendido que iba a haber más exigencias sobre la cobertura en los medios para las carreras que eran WWT, y pensaba que una de ellas iba a ser la tele en directo, así que me ha decepcionado que la mayoría de estas carreras no tuvieran. Creo que esto es algo a mejorar el año que viene.
Karl Lima (mánager del Team Hitec Products)
R1: Me ha gustado mucho la gran audiencia de carreras como la LondonRide, la Madrid Challenge o La Course by Le Tour. Y la representante de la UCI, Morgane Gaultier, es increíble. Siempre está atenta, es resolutiva y de mucha ayuda. También estoy contento de que el WorldTour haya aumentado las carreras con respecto a la Copa del Mundo, y de que se hayan añadido carreras por etapas.
R2: He echado un par de cosas de menos. Algunas de las carreras no han tenido buena cobertura mediática, y me habría gustado que se mantuviese la idea original de equipos de ocho corredoras. Es una pena que en carreras como el Giro corramos solo con seis.