Después de la tempestad llega la calma, o eso deben pensar todos los ciclistas que están formando parte de esta Vuelta a España. Aunque como hemos visto en algunas jornadas, las predicciones no siempre se cumplen y son los corredores los que marcan la dureza de las carreras.
Etapa tranquila, donde cabe destacar la subida al Alto del Castillo de Morella de 3ª categoría que se encuentra a 80 kilómetros de la línea de meta. Una vez coronado el único puerto de la jornada, los ciclistas tendrán un falso llano descendente que hará el camino más sencillo.
Los velocistas llevaban varios deseando que llegase este día para poder volver a batirse durante los últimos metros. Una nueva oportunidad para Gianni Meersman (Etixx- Quick Step), Fabio Felline (Trek- Segafredo) o Jens Keukeleire (Orica- BikeExchange).