El viernes día 19 de agosto dará comienzo una de las vueltas más importantes a nivel nacional: la Vuelta a Palencia. Será la edición número 51 en el que participarán los mejores corredores de la categoría sub23. Los organizadores esperan una gran participación y los equipos irán con toda la artillería. La vuelta contará con 4 etapas terminando el día 22 de agosto y seguirá en la línea de los últimos años.
Recordemos que el año pasado fue Víctor Etxeberría (Caja Rural-RGA) el que logró alzarse con el triunfo por delante de Enric Mas (Fundación Contador) y Gabriel Reguero (Mutua Levante), después de que en la jornada inaugural lograra la victoria de etapa en Aguilar de Campoo llegando con más de un minuto de ventaja sobre el resto de rivales, consiguiendo una ventaja que haría que la ronda palentina no se le escapase de las manos.
La primera etapa con salida y llegada en Aguilar de Campoo (134,1 kilómetros) puede ser un día para ver cómo están las fuerzas y sacar las primeras valoraciones. Se podría calificar de media montaña con El Alto de Salcedilllo de 2º categoría a mitad de carrera. Será el primer contacto con la montaña y seguro que se rompe la carrera pero será muy difícil que se produzcan diferencias importantes entre los favoritos a la victoria final.
La segunda etapa, saliendo desde Velilla del Río Carrión, con 137,6 kilómetros, la más larga de esta edición, se presenta una vez más muy interesante y con final en la mítica ascensión del Santuario de la Virgen del Brezo. Es la etapa reina. La etapa que todo el mundo espera para sacar diferencias y vestirse de amarillo. Etapa exigente con muchos metros de ascensión que castigarán las piernas de los ciclistas provocando las primeras diferencias importantes de la vuelta.

El tercer día, se dará comienzo en Salinas de Pisuerga y la meta estará situada en Velilla del Río Carrión con 130 kilómetros de escenario. Es un un perfil moldeado para los valientes. El puerto de San Glorio de 1º categoría con sus 25,7 kilómetros de subida, pondrá la carrera “patas arriba”. Será un buen momento de atacar al líder y deshacerse del control de su equipo. Desde el alto del puerto a meta, quedarán muchos kilómetros y puede que pasen dos cosas: que se vuelvan a unir quedándose los más fuertes de la carrera o por otra parte que los más valientes del San Glorio abran hueco y lleguen a meta. Será una etapa de seguir muy de cerca.
El último día en la Vuelta a Palencia se resume en una palabra: viento. Suele ser un espectáculo cómo se ponen los corredores en la línea de salida y la tensión que suele haber desde la neutralizada. La etapa consta de 127,8 kilómetros saliendo de Astudillo y terminando en Palencia capital. Aunque la tensión suele ser máxima, no siempre hay diferencias pero todo dependerá de la meteorología, ya que el recorrido no presenta mayores dificultades.
Todos los corredores buscarán su protagonismo. Ellos saben que los equipos grandes están con el ojo puesto y los detalles que dejen en la carretera serán valorados. El escaparate ideal para los jóvenes promesas.