La octava etapa de la Vuelta se presenta engañosa, con un recorrido de 181 kilómetros entre los municipios de Villalpando y la Camperona. Primera etapa integra fuera de Galicia, cuyo principal, pero no menos atractivo, es el duro puerto de la Camperona. Una etapa donde la mayor parte del recorrido se realiza por un terreno llano, los equipos tendrán como principal misión que sus principales líderes se encuentren en los primeros puestos para afrontar este duro puerto.
Un recorrido como se ha dicho anteriormente prácticamente llano hasta los kilómetros finales, pero donde la formación de una fuga sera un hecho fundamental, ya que mientras más tarde se realice la escapa, los ciclistas llegarán con un mayor cansancio al puerto decisivo de la jornada.
La Camperona
Con una única ascensión realizada en 2014, con victoria para el canadiense Ryder Hesdejal. La Camperona fue un descubrimiento que deslumbro en aquella Vuelta a España ganada por Alberto Contador. En esa edición, un grandioso Chris Froome, recorto segundos a los grandes favoritos tras un inicio de subida bastante lento.
Analizando la subida nos encontramos un puerto de 1ª categoría, donde los ciclistas tendrán que recorrer 8,5 kilómetros con un desnivel medio al 7,4% y con un desnivel acumulado de 600 metros. Aunque la subida presenta un brutal porcentaje, lo realmente duro de la etapa se encuentra a partir del kilómetro 3, donde los ciclistas tendrán que afrontar rampas de hasta el 25%, además de no bajar en los últimos kilómetros del 10%.
A pesar de no ser una de las últimas etapas, y presentarse este año como la primera de alta montaña, los grandes favoritos a la general tienen que estar atentos ya que se puede perder mucho tiempo que posteriormente, puede decidir la victoria final en Madrid. Corredores como Chris Froome, Esteban Chavez o Alejandro Valverde son los máximos favoritos entre los «gallos» de marcar distancia en esta subida debido al nivel mostrado en esta primera semana de la Vuelta.