Alexandre Geniez (FDJ) se ha alzado con la victoria en la 3ª etapa de la Vuelta Ciclista a España 2016 (2.UWT, España), disputada hoy sobre un recorrido de 176,4 km entre la localidad de Marín (Pontevedra) y el Mirador de Ézaro (A Coruña). Segundo fue el español Rubén Fernández (Movistar) que, tras aventajar en varios segundos a Chris Froome (Sky) y a su compañero Alejandro Valverde (Movistar), se vestirá mañana con el maillot rojo de líder. Alberto Contador (Tinkoff), que llegó descolgado, perdió 28 segundos con Valverde, Froome y Chaves y 22 con Nairo Quintana.
La jornada comenzó tranquila, desde la bella localidad costera de Marín. Al son de la Academia Militar, situada a apenas unos metros del control de firmas, los corredores abandonaron la ciudad pontevedresa en busca de una etapa dura, exigente y, por si fuera poco, bajo un asfixiante calor.
Pronto se formó la escapada del día; más numerosa que la de la jornada de ayer. Siete corredores que tras varios kilómetros de pugna, lograron abrir hueco con el pelotón: David Arroyo (Caja Rural-Seguros RGA), Alexandre Geniez (FDJ), Gatis Smukulis (Astana), Jerome Cousin (Cofidis), Pieter Serry (Etixx-Quick Step), Rüdiger Selig (Bora-Argon 18) y Laurent Pellaud (IAM).
Con una diferencia siempre oscilante entre los cinco y los seis minutos, los fugados afrontaron la primera de las ascensiones puntuables del día: el Alto de Lestaio (3ª). Por su cima pasaba en primer lugar un valiente Laurent Pellaud (IAM). El joven suizo probaba fortuna y apelaba a la valentía para, en solitario, buscar el triunfo de etapa.
Durante varios kilómetros acarició el triunfo de etapa. Aventajó en casi 2 minutos a sus compañeros de fuga y, mientras, el pelotón era incapaz de recortarle los cinco minutos de ventaja con los que coronaba el alto de tercera.
Una nueva ascensión, la del Alto das Paxareiras (2ª), dinamitaría sus ilusiones. Sus piernas se quebraron y los siempre experimentados, Serry (Etixx-Quick Step) y Geniez (FDJ), acabaron por darle caza. Con unos metros perdidos, Pellaud coronó Paxareiras consciente de su debilidad. Arriesgó en la bajada y dio caza a los que kilómetros antes habían sido sus verdugos. Mientras, por detrás, Sky, Movistar y LottoNL-Jumbo, quienes luchaban por reducir diferencias, situaban en los dos minutos y medio la ventaja de los fugados.
Así, sin más dilación, llegó Ézaro. Esa pared inquebrantable que asusta aún cuando la subes sentado en coche. Geniez (FDJ) pronto demostró ser el más fuerte del trío cabecero. Necesitaba darlo todo para aguantar las acometidas que, con total seguridad, llegarían por detrás. Y llegaron.
Un impresionante Rubén Fernández (Movistar) marcaba el ritmo desde el inicio y pasados 500 m provocaba el primer corte: solo ocho corredores lograban seguir el ritmo del murciano. Entre ellos no estaba Froome y tampoco Contador. Uno de ellos, el británico, regulando como siempre. El otro, Alberto, buscando, quizás, etapas más acordes a sus características. No se vio tampoco a Steven Kruijswijk. El holandés acusó el intenso calor y en meta cedió cerca de un minuto con los grandes favoritos.
El ritmo de «El Escayolas», siempre en aumento, acabó por hacer la criba definitiva cuando las rampas alcanzaban el 30%. Solo Chaves, Valverde y Nairo podían aguantar el empuje de la ilusión que propulsaba los pedales de Rubén.
Geniez, exhausto tras superar las imposibles rampas del «Huy gallego», sentía el aliento de sus perseguidores, pero también la cercanía de la meta. Tenía ante sí el triunfo más grande de su carrera -junto al conseguido en Peyragudes, también en la Vuelta, hace tres años- y no pensaba dejarlo escapar. Tras 1,8 km de infierno, el cielo era suyo.
21 segundos después cruzaba la meta Rubén Fernández (Movistar), con los brazos en alto creyéndose vencedor. La victoria no fue suya, pero sí el liderato. Su victoria era roja, igual que su maillot: el de líder, el que vestirá mañana.

Tras el murciano, que arrancó en la parte final en busca del preciado botín, llegaron Valverde, siempre incombustible, Froome y Esteban Chaves. Nairo, que cedió en la parte final, entró seis segundos después. Un magnífico Igor Antón entraría, en solitario, a 18 segundos, mientras que «Samu», Alberto y Brambilla lo hicieron -10 segundos después del vasco- a 28 segundos de Valverde, Froome y Chaves. Steven Kruijswijk, posiblemente el gran derrotado, entró en meta 1 minuto y 41 segundos después que el flamante nuevo líder.