Chris Froome repitió en la 11ª etapa de la Vuelta a España lo logrado hace 5 años; alzó los brazos en la meta de Peña Cabarga, como ya hizo en 2011 en su presentación al mundo. En esta ocasión no fue por delante de Juanjo Cobo, sino de un Nairo Quintana que no aguantó el acelerón del británico en los últimos metros. Froome, además de a sus piernas, debería agradecer su triunfo al Tinkoff; el equipo ruso tiró toda la etapa a un ritmo endiablado confiando en las opciones de un Contador que en ningún momento tuvo opciones reales a la victoria.
La carrera se disputó a una velocidad altísima, prueba de ello es que los ciclistas llegaron a meta casi 20 minutos más pronto que el mejor horario previsto. Muchos equipos veían en esta etapa la ocasión ideal para entrar en una escapada y disputarse el triunfo; esto provocó que la fuga tardara más de 50km en formarse y que durante la primera hora se rodara a un ritmo frenético.
Finalmente, fueron 23 los corredores integrantes de la escapada del día, en la que estaban representados 16 de los 22 equipos participantes en carrera (todos salvo Movistar, Sky, Tinkoff, Orica, Cofidis, Direct Energie y FdJ). En la fuga había nombres de nivel, como Bakelants, Domont, Stybar, Rolland o Van Rensburg, y el grupo de 23 llegó a contar con 5′ de ventaja. Sin embargo, a partir de ese momento sus opciones se empezaron a diluir: Tinkoff se puso a tirar a bloque desde lejos, con el claro objetivo de reducir la ventaja de los escapados para pelear la victoria de etapa con Alberto Contador.
Tal fue la labor del equipo ruso que los fugados comenzaron la ascensión a Peña Cabarga prácticamente «cazados» por el pelotón. El belga Hermans del BMC, que se está mostrando muy combativo en esta Vuelta, fue el corredor que más aguantó, absorbido por el grupo de favoritos a solo 3km de meta.
En un grupo que comandaba Movistar, el primero en mover el árbol fue Chaves a 1,8km del final (ataque que desde la televisión pública fue calificado como «desde lejos»; inaudito), consciente de que tiene que recuperar mucho tiempo si quiere entrar al podio. Fue entonces cuando se empezó a intuir que el bueno de Froome iba bien, ya que puso a König en cabeza para marcar el ritmo.
A 700m de meta atacó Nairo Quintana, mirando para atrás -como casi siempre-, movimiento que solo pudo seguir Froome, y ambos dejaron atrás a Chaves sin dificultades. Ya a 500m de meta fue el británico quien cambió el ritmo, aunque Quintana pudo aguantarle. En última instancia, el de Sky fue capaz de cruzar la meta por delante de Nairo y volver a ganar en Peña Cabarga, como en 2011. Valverde, König y Contador entraron a ¡6 segundos! de Froome, Yates a 13, Scarponi a 14 y Chaves a 19.
Noten las distancias de los ataques (1,8km a meta, 700 metros…) y las ínfimas diferencias en meta. Este es el ciclismo que quiere Guillén, y que odiamos gran parte de seguidores de este deporte. Ciclismo de Youtube en el que, pese a la intención de los corredores, es imposible que haya espectáculo durante más de 10 minutos. A lo largo de 2 horas de retransmisión (y pese a la buena intención de Tinkoff) lo mejor de la etapa para el espectador fueron las tomas aéreas de los pueblos cántabros.
En términos puramente deportivos, si algo quedó claro -más aún- es que esta Vuelta es cosa de dos. El de Nairobi parece estar fuerte, y si aguanta a Quintana puede subirse a lo alto del podio en Madrid fácilmente, teniendo en cuenta la CRI del antepenúltimo día. Por último, cabe destacar que durante el transcurso de la etapa abandonaron Gonçalves y Pichon.