Tras abandonar el Tour machacado por las caídas, Alberto Contador llega a la Vuelta con un único objetivo: lucir el maillot rojo en el podio de Madrid. El ciclista de Pinto ha preparado la gran ronda española cuidando al máximo cada detalle; sabe que su temporada queda totalmente condicionado al resultado que logre en la Vuelta. Tras abandonar el Tour con varias roturas fibrilares, consecuencia de las caídas que sufrió en las primeras etapas de la «Grand Boucle», Contador reapareció en la Clásica de San Sebastián para después afinar su condición en la Vuelta a Burgos, donde consiguió la victoria final en las Lagunas de Neila. El madrileño, que en 2014 llegó a la Vuelta en una situación idéntica a la de este año, no sabe lo que es perder en la carrera española; la ha corrido en tres ocasiones (2008, 2012 y 2014) y se ha llevado la general las tres veces. Además, ha logrado ganar cinco etapas: en 2008 en el Angliru y en Fuentes de Invierno, en 2012 en Fuente Dé y en 2014 en la Farrapona y en Ancares. Sin duda, la Vuelta a España es una prueba que a Contador se le da de maravilla; él mismo ha reconocido que es la carrera, junto al Giro de Italia, en la que más disfruta compitiendo.

Contador ha realizado una buena temporada: ha ganado la Vuelta al País Vasco -llevándose además la contrarreloj – y la Vuelta a Burgos, ha sido segundo en la Paris Nice y en la Volta a Catalunya, ganó la etapa reina en la Vuelta al Algarve y en el Dauphiné fue quinto, aunque ganó la primera etapa y fue líder durante varias jornadas. Contador tenía en el Tour de Francia su gran objetivo, pero las dos caídas sufridas en las dos primeras etapas enterraron al de Pinto, que aguantó a duras penas durante una semana para abandonar, no sin antes atacar, en la primera etapa pirenaica. Para muchos, Contador es el máximo favorito para ganar la Vuelta; de los favoritos, es el que menos días de competición acumula y, además, ha tenido mucho tiempo para preparar la carrera. El perfil de la Vuelta se adapta bien a sus condiciones, con varias etapas de alta montaña ideales para él, como la del Aubisque o la de Aitana, y una contrarreloj larga y llana, en Calp, en la que Contador puede marcar diferencias ante los escaladores más puros.
Nadie tiene la menor duda de que Alberto Contador se exprimirá físicamente para tratar de ganar. Todo el mundo conoce el estilo ofensivo que tanto gusta al aficionado del ciclista de Tinkoff, que en esta Vuelta se juega gran parte de la temporada, y sabe que no puede fallar. En el pasado ha demostrado que correr bajo presión no le afecta. ¿Llegará la cuarta Vuelta a España de Contador? A día de hoy, muchos apuestan por ello.