Hay veces que el ciclismo, como la vida, tiene un punto de ironía, y parece que esa ironía se ha acordado de aquella etapa del Tour de Romandía en la que una decisión de los jueces coronó a Nairo Quintana, tras haber sido batido en meta por Ilnur Zakarin, hoy el que se ha coronado en la primera etapa alpina ha sido el ruso y el que ha terminado de «hundirse» (de momento, ya sabemos como es el ciclismo) ha sido el colombiano.
Hoy ha tardado mucho en formarse la fuga del día, más de 70 kilómetros, muy numerosa, y en ella se filtró Zakarin que terminaría por descolgar a sus trece compañeros de aventura para hacerse con la victoria más importante de su carrera, más aún tras su caída en el Giro en el que se le contaba entre los hombres a seguir. Hay que destacar la presencia de Majka y Pantano, los únicos que lograron aguantar al ruso, al menos hasta que a falta de menos de 6 kilómetros el colombiano del IAM no pudo seguir su ritmo.
Entre los favoritos no hubo movimientos, hasta que en el puerto final el Astana de Aru tomó la responsabilidad y comenzó la primera selección de hombres que culminaría como de costumbre el Sky. Los británicos no quisieron sorpresas y a pesar de las intentonas de Valverde no dejaron irse a nadie hasta que el aussie Porte logró coger unos metros. Aru coontraatacó pero el que realmente hizo daño fue el líder Froome con Quintana a su rueda, aunque el colombiano no aguantó mucho tiempo el ritmo del de Nairobi.
En meta Froome logró aventajar en 40 segundos más a Mollema, en 28 a Quintana y solo en 8 a Yates, que parece ahora mismo el rival más fuerte del de Sky. Mañana de nuevo en la lucha individual en la cronoescalada entre Sallanches y Megève, pocas parecen las posibilidades de los aspirantes de desbancar a Froome.