Aunque la orografía de la jornada hacía presagiar que un esprint —o al menos una llegada en pelotón— decidiría la cuarta etapa del Critérium du Dauphiné (2.UWT), la habitual tensión de los últimos kilómetros de carrera provocó que la victoria de Edvald Boasson Hagen (Dimension Data), inmenso en su rush final, forzase ligeros cambios en la clasificación general de la carrera: Chris Froome (Sky), hábil como siempre, fue capaz de lograr una decimocuarta posición en la etapa que, si bien por sí misma no vale de nada, el hecho de que el líder de la general, Alberto Contador (Tinkoff), llegara 29.º a nueve segundos hizo que fuera un día enormemente positivo para el ciclista británico.
Más allá de las clasificaciones en meta, poca historia tuvo esta etapa de 176 kilómetros entre Tain l’Hermitage y Belley. Desde el inicio del día fueron Maxime Bouet (Etixx – Quick-Step), Bryan Nauleau (Direct Energie) y Fred Veuchelen (Wanty-Groupe Gobert) los protagonistas, conformando un trío cabecero que llegó a alcanzar los cinco minutos de renta máxima. El primero de ellos fue capaz de activar el ácido láctico en las piernas de los ciclistas de los equipos de los esprínteres, pero su movimiento contrarrelojista no tuvo el resultado deseado y, aunque se fue en solitario, le dieron caza a cuatro kilómetros de la llegada.
Muchas escuadras —ORICA-GreenEDGE, BMC, Katusha, Giant-Alpecin…— trataron de encabezar la preparación del esprint, pero la potencia del vikingo Edvald Boasson Hagen tuvo su recompensa en forma de una victoria que le hace estrenar su palmarés de este año en el WorldTour.
La etapa de mañana, entre La Ravoire y Vaujany con 140 kilómetros en el programa, se prevé como decisiva para la clasificación general. Hasta siete puertos se ascenderán, si bien es cierto que el de la meta, categorizado como de segudna categoría, se encuentra alejado del anterior, 60 kilómetros antes.