En demasiadas ocasiones, el ciclismo femenino parece sumido en una dicotomía que se empeña en poner peros por mucho que uno sea de los que les gusta ver el vaso medio lleno. Las pocas carreras con un recorrido verdaderamente duro y vistoso pasan desapercibidas por falta de medios, categoría y difusión. Y, cuando surge una de esas raras competiciones que logra hacerse con el eco mediático gracias a una organización ejemplar y a una promoción digna, los perfiles resultan tan decepcionantes que hasta algunas ciclistas de primer nivel amenazan con no volver a participar si no cambian las cosas.
El Aviva Women’s Tour nació en 2014 gracias a Guy Elliott, un organizador con medios y el firme ánimo de contruibuir significativamente a poner el ciclismo femenino donde se merece. Alcance, promoción, seriedad, entusiasmo y premios económicos dignos sustentaron el nacimiento y establecimiento de la carrera en un tiempo récord. Pero… ¡ay! A nadie le gusta que al final de tu sueño hecho realidad venga toda una Emma Johansson y te suelte: «si en la próxima edición el recorrido no es más interesante, no volveré aquí».
Eso es lo que escuchó Elliot al término de la edición 2015, ganada por Lisa Brennauer, entonces con los colores del Velocio-SRAM. La de la sueca fue la voz más significativa, pero no precisamente la única. El revuelo en las redes sociales fue notorio y un tanto agrio, al terminar las cinco etapas en sendas llegadas masivas. Periodistas, ciclistas y aficionados se unieron —y entre todos ellos, hay que decirlo, estuvo un servidor debatiendo personalmente con Elliott— en afirmar que una competición que pretende convertirse en un referente de la categoría en todos los sentidos no puede sustentarse en unas etapas con tan poca dureza.
Afortunadamente Guy Elliott pareció entender entonces que toda crítica con fines constructivos es un motor casi infalible para mejorar las cosas. Y prometió regresar con una edición 2016 en la que romper las llegadas masivas no resultase una utopía.
Recorrido
¿Ha cumplido Elliott su palabra? Viendo que Emma Johansson está en la lista de inscritas, uno se inclinaría a pensar que sí. Echando un vistazo a los perfiles de las etapas… hay que pensar que también. Si bien las dos que abren y cierran respectivamente el Aviva Women’s Tour podrían pertenecer perfectamente a cualquiera de las dos ediciones anteriores, el núcleo central constituido por las etapas 2ª, 3ª y 4ª ya es otra cosa. No vamos a encontrar alta montaña en esta región británica, pero ver perfiles de naturaleza, diríamos, ardenera, otorga la esperanza de que por una vez todo el hype creado con esta carrera pueda empezar a estar, también, deportivamente justificado.
No estaría de más una contrarreloj, pero lamentablemente el organizador descartó prácticamente esa posibilidad en el debate surgido tras la última edición.
Participación y favoritas
En cuanto a la participación se hace difícil poner quejas. Están las ganadoras de las dos anteriores ediciones —Lisa Brennauer (Canyon-SRAM) y Marianne Vos (Rabobank-Liv)—, así como las primeras de la clasificación UCI —Emma Johansson (Wiggle-High5) y Anna van der Breggen (Rabobank-Liv) y la portadora del arcoíris, Lizzie Armitstead (Boels-Dolmans), que además corre en casa.
El perfil, que parece apto para ciclistas muy rápidas que sepan subir, parece hecho a la medida, precisamente, de Vos y Armitstead. Será muy interesante comprobar si la neerlandesa, que sigue dando sensaciones encontradas en su regreso, puede estar a la altura del implacable nivel mostrado en este 2016 por la británica.
En las etapas más llanas ellas mismas estarán entre las favoritas, aunque las llegadas masivas no estarán precisamente baratas con la presencia de Kirsten Wild (Hitec Products), Barbara Guarischi (Canyon-SRAM), Lotta Lepistö (Cervélo-Bigla), Leah Kirchmann (Liv-Plantur), Jolien D’hoore y Giorgia Bronzini (Wiggle-High5) y las siempre peligrosas llegadoras del ALÉ-Cipollini.
Dependiendo de la dureza de los días de perfil más ondulado, no siempre fáciles de predecir en los gráficos, corredoras del perfil de Ashleigh Moolman (Cervélo-Bigla), Elisa Longo Borghini y Amy Pieters(Wiggle-High5), Alena Amialiusik y Elena Cecchini (Canyon-SRAM), Lucinda Brand (Rabobank-Liv), Gracie Elvin (Orica-AIS), Christine Majerus, Ellen van Dijk y Chantal Blaak (Boels-Dolmans) o hasta la mismísima Emma Pooley, que regresa a la carretera con los colores de la selección británica, podrían terminar apareciendo con más o menos protagonismo.
El Aviva Women’s Tour se podrá seguir mediante el hashtag #AvivaWT2016