¿Que tienen los esprínteres una etapa para ellos? No se preocupen, ya está alguien para reventar esa llegada. Y para hacerlo, además, a lo grande. Algo así debe haber pensado Fabio Aru (Astana) para hacerse con la victoria en la tercera etapa del Critérium du Dauphiné (2.UWT), de 187,5 kilómetros entre las localidades de Boën-sur-Lignon y Tournon, una victoria que al italiano le llegó merced a un ataque… de los varios que probó a lo largo de la jornada.
Niki Terpstra (Etixx – Quick-Step), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal) y Dimitri Claeys (Wanty-Groupe Gobert) fueron los tres hombres que, prácticamente de salida, buscaron la escapada. Una vez asentados en cabeza, los franceses Cyril Gautier (AG2R LA MONDIALE) y Perrig Quemeneur (Direct Energie) se unieron al ya quinteto, haciendo camino hasta que allá por el kilómetro 139, al pie de una pequeña cota no puntuable para la clasificación de la montaña, fueron neutralizados por un encendido pelotón.
Rodando a mucho ritmo desde ese punto, fue a 15 kilómetros de la línea de meta cuando empezaron a prosperar algunos demarrajes. El primero en asomar la cabeza fue el potente rodador alemán Tony Martin (Etixx – Quick-Step), al que una vez cazado replicaron dos corredores de la talla de Mikel Landa (Sky) y Fabio Aru (Astana).
Quién iba a decirle al ciclista de San Gavino Monreale que su intentona iba a abrir hueco para más tarde escaparse en solitario, curvear con todo y llegar a meta destacado, con dos segundos sobre un pelotón que encabezaba uno de los llamados a vencer en este día por su condición de hombre rápido: Alexander Kristoff (Katusha).
Pero antes de que Aru cruzase la línea de meta, el susto de la jornada iba a llegar para el líder de la clasificación general, Alberto Contador (Tinkoff), cuando dentro de los últimos cinco kilómetros de etapa sufría una avería mecánica que le obligaba a coger rápidamente la bicicleta de su compañero Roman Kreuziger, para acabar integrándose en el pelotón y cruzar la línea de meta 39.º, en el tiempo de Kristoff, reteniendo el maillot amarillo con seis segundos sobre Richie Porte (Sky).
Mañana puede ser una nueva oportunidad para velocistas… o puede no serla. El final picando ligeramente hacia arriba de la cuarta etapa, de 176 kilómetros con final en Belley, puede hacer que los ciclistas más rápidos no triunfen, tampoco, en esta ocasión.