No gana el Tour desde hace muchos años. Lleva muchos meses de julio dándose de bruces contra la dureza del Tour de Francia. Pero no se rinde, no todavía. Alberto Contador vuelve al Tour muchos años después de su última victoria convencido de que puede desfilar de amarillo por París una vez más. Para ello, el madrileño ha preparado con mimo la carrera francesa, que este año presenta un recorrido ideal para él, con mucha montaña, una contrarreloj llana y una cronoescalada, que son la especialidad del madrileño. Tras realizar una buena primera parte de la temporada, ganando la Vuelta al País Vasco y quedándose muy cerca en la Paris Niza y en la Volta a Cataluña, Contador demostró que está preparado para competir por la victoria en el Tour como el que más. En el Dauphiné, donde ganó la primera etapa y fue líder varios días, afinó su forma, y aunque no pudo batir a Chris Froome, dijo estar satisfecho con su rendimiento. Por lo tanto, Contador llegará al Tour con cuatro victorias en su casillero, aunque no por ello tendrá menos presión; el de Pinto ya tiene 33 años, y quién sabe si esta será la última ocasión que tenga de ganar el Tour, aunque ya ha confirmado que seguirá en el ciclismo unos años más.
Contador contará a su lado con un buen equipo: Rafal Majka, Roman Kreuziger y Robert Kiserlovski para las etapas de montaña, Michael Valgren y Mateo Tosatto para las jornadas llanas en las que haya que ir bien colocado para evitar caídas o cortes, y Oscar Gatto y el campeón del mundo Peter Sagan, que en un principio correrán «por libre» para intentar ganar etapas al sprint con el eslovaco, aunque no dudarán en ayudar a Contador si este lo necesita, como ya han comentado. La prioridad del equipo Tinkoff es ganar la clasificación general con el madrileño. A priori, Chris Froome y Nairo Quintana parten como grandes favoritos para ganar el Tour, con Contador un escalón por debajo de ellos, aunque el de Pinto dice tener los mejores datos fisiológicos de su carrera deportiva.

Si hay un factor en el que Contador destaca por encima de sus rivales es la experiencia que tiene en el Tour de Francia. Ha corrido la «grande boucle» en ocho ocasiones, la ha ganado dos veces (en 2007 y 2009), sin contar la victoria final en 2010 que le fue retirada tras conocerse su famoso por positivo por 5 picogramos de clembuterol, ha logrado tres victorias de etapa y ha vivido todo tipo de situaciones en la carrera francesa, para mal y para bien. Contador ha dejado momentos memorables en la carrera francesa: sus victorias en Plateau de Beille (2007) y Verbier (2009), su ataque suicida a falta de 94 kilómetros cuando tenía la carrera perdida en la etapa con final en Alpe d’Huez en 2011, su ascensión al Tourmalet junto a Andy Schleck en 2010 o sus ataques a Rasmussen en el Peyresourde en 2007.
Aunque Contador lleva varios años sin ganar el Tour, fracasando en 2013, donde llegó fuera de forma, en 2014, donde se cayó y tuvo que retirarse, o el año pasado, donde llegó machacado tras ganar el Giro, no se puede dejar a un lado a un ciclista con el palmarés de Contador. El madrileño no dudará en atacar de lejos si lo necesita, pues su único objetivo en el Tour es ganar: no le vale ser segundo. Todo el mundo coincide en que, salvo sorpresa, la carrera llegará abierta a los Alpes, factor que puede beneficiarle, dada su valentía a la hora de moverse en carrera. No sé si ganará el Tour de Francia, pero sí tengo clara una cosa: Contador será el juez de la carrera.