El pelotón del Giro se enfrentaba hoy a una de las etapas más largas de la corsa rosa, 233 kilómetros de longitud entre las localidades de Praia a Mare, pegada al mar Mediterráneo, y Benevento, localidad situada en pleno centro del sur de Italia famosa por albergar en perfecto estado uno de los arcos romanos más antiguos que existen.

Txurruka (Orica), Brutt (Tinkoff), Foliforov (Rusvelo) y Oss (BMC) fueron los escapados del día, marchándose en los primeros compases de la etapa. El pelotón rodaba tranquilo, sabedor de que el gran número de kilómetros les favorecía respecto a los fugados, que llegaron a contar con 5 minutos de ventaja, pero los equipos de los sprinters no permitieron que la renta fuera más allá y trabajaron para echar abajo la ventaja de los fugados. El final de etapa no era nada sencillo, puesto que los dos últimos kilómetros picaban para arriba y además contenían tramos de pavés, lo que provocó que no viéramos un sprint al uso. Marcel Kittel (Etixx) ni siquiera se metió en la disputa por la etapa, lo que multiplicaba las opciones de victoria del resto de velocistas. Los escapados fueron atrapados a 8 kilómetros para el final, momento en el que el Lotto Soudal se puso a trabajar en favor de su líder Greipel, donde destacó la labor de Jurgen Roelandts, que realizó una aproximación soberbia para su jefe. Una caída bajo la pancarta del último kilómetro de Taaramae (Katusha) dejó sin opciones de pelear por la etapa a dos hombres importantes, Nizzolo (Trek) y Modolo (Lampre). El incidente provocó que surgieran dudas, y nadie se atrevía a lanzar el sprint. Fue Greipel, con una potencia descomunal, el primero en arrancar a 500 metros para el final. El alemán, fortísimo, no dio opciones a sus rivales. Ganó con mucha facilidad ante Démare (FDJ), que cuando quiso arrancar era demasiado tarde, y Colbrelli (Bardiani), que nada pudieron hacer ante Greipel, que triunfaba en una etapa del Giro de Italia por cuarta vez en su carrera. Siempre que corre el Giro, «el gorila» gana al menos una etapa. Por su parte, Bob Jungels (Etixx), segundo en la clasificación general, estuvo muy atento, fue cuarto, y logró obtener 4 segundos de ventaja sobre el resto de contendientes para la clasificación general, exceptuando a Valverde y Zakarin, que también salvaron el corte que se produjo en los metros finales de la etapa. La maglia rosa será un día más de Tom Dumoulin (Giant), que hoy apenas se ha dejado ver por la cabeza del pelotón.

Mañana llega, por fin, el primer final en alto de este Giro. La carrera llega a Roccaraso, un puerto de segunda categoría, en el que no se esperan grandes exhibiciones, aunque será el primer cara a cara entre los favoritos para ganar el Giro, que suele ser un día de tensión en el que nadie quiere mostrar debilidad. Veremos si los escaladores más puros como Landa (Sky) o Majka (Tinkoff) deciden mover la carrera en la última subida; no pueden dejar escapar este tipo de oportunidades en un Giro en el que los kilómetros contra el reloj van a ser decisivos.