Nos espera una apasionante semana para ir cogiéndole el aire a la carrera transalpina, aunque ya sabemos que el Giro siempre tiene sorpresas y trampas en cada una de las etapas, y aunque está claro que todos esperamos las últimas jornadas con máxima expectación no debemos perder detalle de la llegada de la carrera a su verdadero lugar, Italia, porque ya desde el primer día pueden saltar las alarmas a más de uno.
Etapa 4ª, Catanzaro – Praia a Mare (200km):
Atrás quedan las etapas completamente llanas por Holanda, y los sprints que han dejado a Marcel Kittel como «capo» de las llegadas masivas y maglia rosa de este Giro, ya que en el regreso a casa de la «Corsa» los ciclistas deberán asumir que todo cambia, y es que ya en esta primera jornada con final en Praia a Mare el pelotón tendrá varias dificultades ya curiosas que sortear. Es más a los organizadores el recorrido inicial les debió parecer demasiado asequible, y se decidieron a realizar varios cambios en la parte final, como ya os contamos hace un tiempo, alargando la etapa hasta en 10 kilómetros y añadiendo un repecho de 2 kilómetros con rampas de hasta el 18% a tan solo 8 kilómetros de la meta. Anteriormente, una jornada bastante asequible en la primera mitad del día, para luego ya pasar a un terreno rompepiernas, con dos puertos de tercera encadenados de ya cierta entidad, con más de 5 kilómetros de ascensión cada uno, para luego llegar a Praia a Mare donde se incluye el citado repecho que puede causar las primeras escaramuzas de este año. Muy difícil poder ver una «volata», y puede ser que triunfe la primera escapada de esta edición, aunque por detrás todavía a estas alturas de carrera seguro que habrá mucho gas.
Etapa 5ª: Praia a Mare – Benevento (233km):
Jornada maratoniana la que le espera al pelotón este miércoles, por un terreno además nada sencillo, ya que continuamente estarán sobrepasando repechos y pequeñas cotas, aunque la única puntuable, de tercera, esté nada más iniciar el día. Estamos ante la segunda etapa más larga de este Giro, por lo que se nos hace complicado que una escapada pueda sorprender al pelotón, que además cuenta con una parte final del día muy favorable para poder echar mano a la fuga. Ojo al final del día, que además de picar la llegada para arriba, con el último kilómetro a una pendiente media del 3,5%, será sobre pavé. Lo dicho, en el Giro no puede haber una jornada «tranquila».
Etapa 6ª: Ponte – Roccaraso (Aremogna) (157km):
Primer toque con la verdadera montaña al llegar la primera llegada en alto de este Giro, si bien es cierto que la llegada final en Roccaraso no se trata de la subida más exigente que se puedan encontrar los ciclistas en este deporte, pero seguro que ya sirve para ver quien puede estar para ganar en Torino y quien no. No es la primera vez que vemos a más de un favorito sufriendo en este tipo de ascensiones donde se puede imponer un ritmo fortísimo, que en muchas ocasiones hace gripar a más de uno. Se trata de un puerto de segunda categoría, muy largo de casi 19 kilómetros, con varios kilómetros que superan continuamente el 7% de media, incluso con alguna rampa puntual por encima del 10%, si bien es cierto que es una de esas ascensiones a toboganes en las que se van alternando las duras rampas con descansillos completamente llanos, o como a mitad de puerto, en el que casi tendrán 3 kilómetros hasta en ligero descenso. La rampa final en la que se sitúa la meta alcanza casi el 9%. Ya de inicio los ciclistas deberán hacer frente a otra subida de segunda, pasando de los poco más de 100 metros de altitud al comienzo del día, a los 1257 con los que se coronará a poco más de 50 kilómetros de etapa este Bocca D. Selva, que ya nos hace ver que no será un cometido sencillo. El hecho de que también se trate de una de las etapas más cortas de esta edición puede jugarle una mala pasada a algún ciclista. Si tuviéramos que hacer apuestas, no sería raro ver un pequeño grupo de favoritos llegando a los metros finales, con algún líder ya perdiendo tiempo, y jugándose la victoria en un reducido sprint en los metros finales, donde Valverde seguro que tendría muchas papeletas para conseguir la victoria.
Etapa 7ª: Sulmona – Foligno (211km):
Vuelve la calma al Giro, con una etapa a priori bastante asequible para todos, que seguramente pueda volver a depararnos una llegada masiva, ya que aunque haya dos puertos, uno de segunda nada más comenzar el día, y otro de cuarta, este último se encuentra a más de 40 kilómetros de la llegada, con un terreno muy favorable hasta meta para que los equipos de los sprinters puedan poner sus «trenos» a funcionar a pleno rendimiento. Buen día para que Kittel pueda seguir sumando.
Etapa 8ª: Foligno – Arezzo (186km):
Y es que al día siguiente, en la jornada sabatina, sucederá justamente lo contrario, ya que se tratará de una etapa sencilla y para buenos rodadores durante toda la jornada hasta que lleguen a los últimos 25 kilómetros, donde se darán de bruces con la dura ascensión a Alpe di Poti, de segunda categoría, pero con números que asustan, ya que se trata de una subida de algo menos de 10 kilómetros, arrancando con más de 3 kilómetros seguidos a una media superior la 9% y rampas que alcanza el 14%, que seguro que deja el grupo reducido al mínimo exponente, uno de los primeros momentos donde veremos cara a cara a los grandes favoritos al triunfo. Se corona a 19 de meta, y no será la última trampa del día, ya que la llegada en Arezzo también tiene su miga con el kilómetro final al 5% de media, con 200 metros de ellos al 11%, y encima sobre pavé. Podría ser un final idóneo para que Alejandro Valverde dejará su rúbrica.
Etapa 9ª: Radda in Chianti – Greve in Chianti; CRI (40,5km):
La primera etapa realmente decisiva de este Giro de Italia, y la que muchos apuntan como incluso en la que más diferencias se puedan obtener. La lucha individual contra el crono, aunque con un recorrido de esos de los que ya nos tiene acostumbrado la ronda italiana, con continuas subidas y bajadas, donde realmente los verdades especialistas no pueden explotar todas sus cualidades. En principio un día realmente idóneo para que Tom Dumoulin pueda hacer de las suyas, pero tampoco es para nada un mal recorrido para Nibali, Valverde o Urán, y veremos como salva el día gente como Zakarin o Landa, que seguro que les favorece mucho más una crono de estas cualidades que no 40 kilómetros por la estepa castellana. Los primeros 28 kilómetros serán para volar encima de la cabra, aunque habrá un par de repechos donde incluso tendrán que perder la postura de crono y retorcerse encima de la bici. Después subida de 5 kilómetros a Panzano in Chianti para salvar una altitud de 200 metros, a una media que ronda el 4 por cierto. Una vez que se corona quedarán algo menos de 7 kilómetros para de nuevo volar y donde seguro los que mejor bajan nos pondrán la piel de gallina al verles jugándose el pellejo. Aquí se acabará esta primera semana, con seguro algún favorito descartado de todo, esperando que no sea por ninguna caída o similar, y en donde veremos las primeras batallas de un Giro, al que le quedará aún toda la guerra por delante.