Mañana dará comienzo la 64ª edición del Circuito Ciclista de La Sarthe – Pays de la Loire (Francia, 2.1) con una primera etapa de 182 km con principio y final en el Chateau du Loir. La prueba contará con cuatro etapas, una de ellas, la segunda, dividida en dos sectores, y también, con una extraordinaria nómina de candidatos.
No estará eso sí el ganador de los dos últimos años. Ramunas Navardauskas (Cannondale-Garmin) se impuso en la pasada edición, como ya lo hiciera en 2014, por delante de Manuele Boaro (Tinkoff) y de Adriano Malori (Movistar). El espigado corredor de 28 años aventajó en apenas un segundo al hombre del Tinkoff y en cuatro al contrarrelojista de Movistar. Un final igualadísimo que podría volver a producirse este 2016.

No serán eso sí los mismos protagonistas. Con Navardauskas en Flandes, Malori recuperándose aún de su caída y con la ausencia del Tinkoff en la lista de equipos inscritos, será imposible repetir podium. Sí estarán otros. Movistar parte con un equipo compensado y de calidad. Jovenes talentos como Arcas o Pedrero, el menor de los Quintana y un cada vez más aclimatado Carlos Betancur, serán los encargados de acompañar a Juanjo Lobato en la conquista de una carrera que, por recorrido y participación, puede adaptársele bastante bien.
El andaluz no estará solo. Tiago Machado (Katusha), como líder del Katusha; Jerome Coppel (IAM), que buscará sacar partido de la contrarreloj de 9 km del segundo día; Cyril Gautier (AG2R), recientemente vencedor de la París-Camembert; Coquard y Voeckler, como puntales de un potente Direct-Energie; Pierrick Fedrigo (Fortuneo-Vital) quien llega tras encadenar varias actuaciones de nivel en la Copa de Francia; o Gerard Ciolek (Stolling Service Group) serán solo algunos de los hombres a seguir en una prueba que se acabará llevando el más regular: aquel capaz de aguantar el ritmo nervioso en las etapas onduladas, de brillar en la contrarreloj y de ascender con fuerza las rampas de Pre-en-Pail el penúltimo día.
La etapa de mañana, con principio y final en el Chateau du Loir llevará a los corredores por varias ascensiones de escasa longitud pero de rampas reseñables, la última de ellas a escasos 15 km para el final. A partir de ahí un rápido descenso hacia la meta, donde presumiblemente será un hombre rápido, capaz de aguantar todas las cotas, quien pueda llevarse la victoria
En el segundo día los corredores se enfrentarán a dos sectores. Uno matutino de 82 km, de trazado ondulado y con final en Angers, y otro vespertino, contrarreloj, totalmente llano, de 9 km, por la ya mencionada localidad gala.
La tercera jornada puede ser entendida como la etapa reina. 190 km entre Angers y Pre-en-Pail. Para alcanzar la meta, los corredores deberán superar una última y exigente ascensión, de no más de 2 km eso sí. Un repecho final en el que solo los más fuertes podrán brillar.
La cuarta y definitiva etapa llevará a los corredores desde la Abbaye de l´Epau a la localidad de Arnage por un recorrido de 176 km totalmente llano y en el que difícilmente podrá vencer alguien sin una buena punta de velocidad.