Mañana comienza la 40ª edición de los Tres Días de la Panne con la trágica noticia del fallecimiento de Antoine Demoitie (Team Wanty) aún en el recuerdo de cuantos amamos y seguimos este deporte. Como cada año, el pavés, los muros y una resolutiva contrarreloj final serán claves para coronar al sucesor de Alexander Kristoff (Katusha), vencedor el año pasado.
El noruego de Katusha será de nuevo de la partida, y su nombre es indudablemente, uno de los más repetidos en las apuestas. Vencedor de dos etapas en Oman y de tres en Qatar, Kristoff llega a la prueba belga acumulando varios tiros al poste en el último mes de marzo. Segundo en Kuurne-Bruxelles-Kuurne y en la sexta etapa de la París-Niza, el noruego quedó relegado al sexto puesto en Milán-San Remo. El pavés tampoco le ha sentado especialmente bien. Lejos del triunfo en Harelbeke y abandono el pasado domingo en Gant-Wevelgem, el noruego llega a la carrera belga con ganas de revancha antes del Tour de Flandes, donde el año pasado logró un soberbio triunfo.
Enfrente tendrá al siempre poderoso Ettix, aún poco eficaz en los adoquines, pero que se presenta en la prueba con Keisse, Kittel, Van Keirsbulck y Tony Martin como hombres más fuertes. Keisse y Van Keirsbulck parten como teóricos líderes de un equipo, que bien con Kittel en la previsible llegada al sprint del segundo día o bien con Martin en la crono final, puede llevarse más de un triunfo de etapa.
Otro de los alicientes de la prueba belga será el ver de nuevo en acción a la nueva perla eslovaca del Tinkoff, Erik Baška. Vencedor en la Handzame Classic, el pupilo de Sagan estará presente en una carrera que bien podría dar al joven corredor de 22 años una nueva alegría.
Pero si impactante es la formación del Ettix, no lo es menos la alineación del Astaná. Con Lars Boom como líder y De Vreese y Westra como principales baluartes, la formación kazaja pretende engrosar su palmarés en este 2016. Los de Vinokourov, que cuentan ya con 12 victorias, buscarán aprovechar el pavés y la crono del último día para aupar a un especialista en ambos terrenos, como es Boom, a lo más alto del pódium.
El conjunto Sky también será otro de los equipos a tener en cuenta. Con un Ian Stannard que ya brilló en Harelbeke con un fantástico tercer lugar, y con hombres del talento de Luke Rowe o Andrew Fenn, los británicos buscarán mejorar el tercer puesto que logró el pasado año Bradley Wiggins. Los británicos contarán, en sus filas, también con Elia Viviani, que junto a Sacha Modolo, Andre Greipel y el ya mencionado Marcel Kittel serán los máximos favoritos en la segunda jornada, la más favorable para una llegada al sprint.
La carrera partirá mañana con un trazado muy similar al que años antes seguía el Tour de Flandes. Como ocurría años atrás en la prueba flamenca, la ascensión al Muur volverá a servir para seleccionar la carrera y para separar a los más fuertes de los que, quizá, no lo son tanto. La ascensión situada a 18 km de meta, será sin embargo la penúltima de la jornada, antes de Kleenhout-Strat y su posterior descenso hacia Zottegem.
La segunda jornada, con final en Kojside es sin duda la más asequible. Poco adoquín y un trazado menos escarpado podrían favorecer una llegada al sprint, siempre que el viento no haga acto de presencia claro.
El tercer día como siempre, la ciudad de De Panne centrará el foco de atención. Con un sector matinal de 110 km algo escarpado y en el que aún podrían producirse algún que otro movimiento, y horas más tarde con la decisiva contrarreloj individual de 15 km, la carrera pondrá su punto y final. ¿El vencedor? El jueves.
