Desde que anunció su regreso tras 10 meses de descanso, muchos pensaron que las victorias de la ciclista más laureada de todos los tiempos tardarían en llegar … si es que llegaban. Puedo fácilmente imaginar que la más feliz y sorprendida es ella misma. Marianne Vos ha grabado su nombre hoy como la vencedora de la primera edición de la Pajot Hills, una clásica de 122 kilómetros que asciende, entre otros adorados mitos , el Muur.
Poca información, como tristemente sigue siendo la pauta en este 2016, nos ha podido llegar del transcurso de la misma. La carrera (1.2 y por ello sin comunicación por radio) ha transcurrido de la manera clásica, con las subidas haciendo la selección natural de las más fuertes. Varios ataques tempraneros de corredoras como Alison Tetrick del Cylance Cycling no han roto el guión y un grupo con las 40 corredoras más fuertes se ha destacado de un pelotón que se deshilaba con cada dificultad empedrada. Delante hasta el final, representantes de los equipos más fuertes: Wiggle High5, Boels Dolmans, Rabo-Liv, Orica o Cervelo-Bigla. Ataques y contra-ataques de las bazas menos rápidas en los últimos kilómetros para intentar evitar el sprint, sin éxito.
Y corriendo con su equipo de estrellas, las 3 magníficas del Rabo-Liv (Anna van de Breggen, Pauline Ferrand-Prévot y Marianne Vos) movieron sus peones, esta vez sí, ganadores, para empujar en un sprint hacia arriba a la que desde hace una década convierte estos finales en poesía.
La acompañaron en un podio de enorme nivel la estadounidense Megan Guarnier (Boels-Dolmans) y la cada vez más completa velocista finesa Lotta Lepisto (Cervélo-Bigla).
Próxima estación: Flandes. Pero esa será otra gran historia. Saboreemos esta. Es igual de grande.