La valentía de Benoot, las ganas de Sagan, el coraje de la escapada y, de nuevo, el fallo táctico de Etixx Quick-Step, han provocado que hayamos vivido una bonita y emocionante edición de la Omloop Het Nieuwsblad, primera gran clásica del año ciclista, que inaugura el calendario primaveral del ciclismo.
La fuga del día se formó rápido, en el kilómetro 10, y no tardó en llegar a los 5 minutos de ventaja. Sin embargo, el trabajo de Etixx y Lotto Soudal provocó que la ventaja de los fugados disminuyera con rapidez, y, antes de comenzar el Taainenberg, muro en el que se decidió la carrera, la escapada contaba con un sólo minuto de renta sobre el pelotón. Van Avermaet (BMC), Rowe (Sky) y Benoot (Lotto Soudal) saltaron del pelotón en cuanto este entró en uno de los muros flamencos más famosos, el Taainenberg (situado a 50 kilómetros de meta), y abrieron hueco con facilidad y rapidez. Sagan (Tinkoff), muy atento, vio que era un movimiento peligroso, y atacó para darles caza. Ante la ausencia de los Etixx (el equipo de belga, de nuevo, ha fallado en la parte táctica), los cuatro ciclistas se compenetraron con buenos relevos para distanciar al pelotón y dieron caza rápidamente a los supervivientes de la escapada original. Las caídas en el pelotón, unido a los constantes acelerones de ciclistas que trataban de marcharse en busca del grupo de cabeza provocaron que el grupo de delante aumentara su ventaja con facilidad. Sagan y Benoot, los más generosos a la hora de relevar, sostuvieron la ventaja del grupo, y volvieron a acelerar en el último tramo adoquinado, a 20 kilómetros para el final, para seleccionar definitivamente el grupo de cabeza. De la escapada original, sólo aguantó Gougeard (AG2R), que peleó y sufrió para no verse cortado ante el empuje de Sagan, valiente como de costumbre.
Por detrás, en el pelotón (que no superaba las 30 unidades), los Etixx Quick-Step, ya agrupados, pero como de costumbre, demasiado tarde, comandaron la persecución del quinteto cabecero, que contaba con un minuto de renta desde la salida del Taainenberg. Pasaban los kilómetros, y aunque el pelotón se acercaba, los ciclistas de cabeza gestionaron bien su ventaja. Pese a la presencia de Sagan, nadie quiso probar fortuna desde lejos, y la primera gran clásica del año se decidió al sprint en las calles de Gante. Gougeard, sabedor de que no tenía ninguna opción de victoria, tiró durante el último kilómetro defendiendo su 5º posición. A falta de 250 metros, Van Avermaet lanzó un potente acelerón que ni el propio Sagan pudo responder. El belga del BMC ganó con facilidad en Gante ante el campeón del mundo, impotente, y ante un sensacional Benoot, quizá el ciclista más fuerte sobre los adoquines, que continúa dando muestras de su inmensa clase y calidad. Rowe, inferior al sprint, entró en cuarta posición por delante de un bravo Gougeard.