El Pelotón: Dani Moreno. 34 años. Once años en el ciclismo profesional y son muchos los triunfos que atesora. Ganador de la Flecha-Valona en 2013, tres etapas en la Vuelta, dos en Dauphine y una Vuelta a Burgos. Gran palmarés sin duda. ¿Conforme?
Dani Moreno: A día de hoy estoy conforme. He logrado grandes carreras y estoy orgulloso, pero aunque tengo sueños y objetivos por delante. Son nuevos retos en carreras que me gustan y que aún puedo conseguir. Busco agrandar aún más mi palmarés.
EP: Para ganar, para triunfar, es fundamental estar en el momento y en el lugar adecuado. Del Relax pasaste al Caisse d´Epargne. Allí, a las ordenes de Eusebio Unzúe, explotaste como corredor y te convertiste en uno de los hombres de confianza de Alejandro Valverde, con quien vuelves a convivir ahora en Movistar. Tras dos años probaste fortuna en Omega. Con los belgas debutaste en el Tour y en el Giro. Aún así, al año siguiente te marchaste al Katusha. ¿Por qué? ¿Falta de adaptación quizás?
DM: En Lotto estuve un año en el 2010 y siepre estuve super contento y super feliz. Era un equipo en el que siempre quise correr. Estuve solo un año pero el cuerpo me pedía disfrutar de ese ciclismo belga tan mitificado. Fue solo una temporada pero he de decir que Bélgica “es lo más”. Al año siguiente tuve la oportunidad de seguir en el equipo, por dos años más, o marcharme al Katusha de Purito, Horrach y Losada. Al final opté por el equipo ruso. Me tiraba mucho el grupo español (risas)
EP: Katusha fue tu próximo destino y allí estuviste cinco temporadas. La primera temporada, 2011, solo fue el anticipo de lo que vendría después. Una etapa de la Vuelta a Burgos y sobre todo triunfo en Sierra Nevada, en la Vuelta. ¿Cómo viviste aquella primera victoria en una grande? ¿Más o menos emotivo que tu segundo puesto en Abantos 07?
DM: El segundo puesto en Abantos me dejó marcado para toda la vida. Era una etapa que nunca pensé que se me pudiera escapar. Regulé en todo momento a la perfección y conocía la ascensión como la palma de mi mano, pero mira por donde Samu vio la oportunidad y me la birló con mucha inteligencia (risas). Sierra Nevada fue uno de esos días grandes que nunca olvidas. Me llenó de ilusión para el futuro. Ganar en una de las etapas más duras de la Vuelta no lo consigue cualquiera, y yo aquel día lo hice. A partir de entonces digamos que empecé a soñar más.
EP: En 2012 también trajo buenos momentos. Victoria en Andalucía, triunfo en el GP Miguel Induráin, dos triunfos en Dauphine y general y dos triunfos en Burgos. Muchas de cal y dos de arena: el casi-Giro y la casi-Vuelta de Purito. ¿Cómo vive Dani Moreno esos días tan duros para Joaquim? Perder una gran vuelta siempre es duro, pero trabajar para un objetivo y ver que se le escapa a tu líder por unos segundos ¿cómo se vive?
DM: 2012 creo que fue nuestro mejor año para mí y para Joaquim. Conseguimos muchas victorias entre los dos y eso nunca es fácil. Nos entendimos a la perfección. Es verdad que tuvimos mala suerte en la Vuelta y en el Giro. Siempre duele perder una gran vuelta, pero perderla de esa manera creo que más. Fue una pena porque con un poco más de suerte habríamos redondeado un año inmejorable.
EP: Y llegamos ahora al momento de los momentos. Dani Moreno llega a la Flecha Valona como principal apoyo de Joaquim Rodríguez. Es su hombre de confianza y debe ayudarle a vencer. Pero aquel día Dani tiene un puntito más. Con su 1,73, te haces enorme en el muro de Huy. Esa escalera al cielo que aquel día tu subiste mejor que nadie. ¿Grito de rabia, de felicidad, de alegría? ¿Un sueño hecho realidad supongo no?
DM: La Flecha Valona siempre fue la carrera que quise ganar. Desde noviembre en Argentina era mi motivación para entrenar. Esos días en los que a uno le cuesta más salir a rodar por el cansancio mental y físico de tener que subir un puerto por ejemplo tres veces seguidas, como en ese año en Merlo (Argentina), la Flecha era lo que me hacía seguir. A mis colegas de grupeta siempre les decía “esto es para ganar la Flecha” (risas). Ellos se reían pero fíjate. Cada día malo me lo decía a mi mismo para motivarme. Fue casi una obsesión, pero mira, al final se consiguió. Fue sin duda el mejor momento sobre una bicicleta que he vivido en mi carrera profesional. Un salto de calidad enorme.
EP: Katusha te ha dado mucho, pero quizás tú hayas dado más. El equipo te deja fuera del nueve del Tour y tú te “quejas” por Twitter. ¿Rabia supongo no? A nadie le gusta preparar concienzudamente un objetivo para que luego sean otros los elegidos ¿no?
DM: Hay que ser sinceros, y creo que entre Purito y yo, hemos hecho que Katusha este ahora mismo donde esta. Dimos mucho en los comienzos.
Este año y el pasado incluso, fueron una pesadilla. El colmo ya fue el Tour. Que te dejen fuera y ver que van corredores que sabes que no van a estar a la altura es triste. Desde diciembre estaba hecho el plan de carreras y yo era uno de los tres fijos para la ronda gala, pero desde 2014 llegaron nuevos dueños al equipo. Desde el primer momento se dedicaron a romper el grupo a su antojo. Separaron los calendarios míos y de Purito sin ni siquiera consultarnos.
Lo más gracioso, y que poca gente sabe, es que por poco me dejan fuera también de la Vuelta por el mismo motivo. Purito iba a correr y querían llevar al mayor número de corredores rusos posibles. Pero sinceramente creo que iba a ser ya muy “cantoso”
Lo de Lombardía ya fue de risa. Con la falta de corredores y con Purito lesionado, me llamaron a última hora. Mi temporada acababa en el Mundial, pero aún así, y a pesar de todo, fui. Y con todo ello casi les hago ganar el WorldTour. De chiste.
EP: Meses más tarde a punto estás de dar un susto al Movistar, tu actual equipo, en Lombardía. Una victoria tuya habría dado la victoria al Katusha en el UCI World Tour. Así acabó tu temporada y también tu andadura en el equipo ruso. ¿Ganas de volver a casa? ¿O incomodidades tras un año complicado?
DM: Incomodidades sin duda. Y como he dicho antes no solo este año. Estas dos últimas temporadas han sido las peores que he vivido como profesional. No disfrute como todos los demás años en mi vida ciclista. Y yo soy de los que piensa que si no disfrutas, es que algo falla.
Ahora estoy súper contento. He vuelta al equipo de casa y ya en noviembre, cuando estuvimos en Pamplona, volví a sentirme ciclista. En ese ambiente que a uno le permite disfrutar y trabajar a la vez. Para mí eso es fundamental y es así como llegan los triunfos.
EP: Ahora vuelves a la formación navarra, entonces Caisse d´Epargne, ahora Movistar. Firmas por dos años y tu presencia en el Tour está asegurada. ¿Contento? ¿Diferente al Katusha supongo no?
DM: Muy contento y muy diferente. Tener el Tour en mente desde inicio de temporada es algo importantísimo para rendir bien, pues desde que empiezas a trabajar, sabes que tienes que hacerlo por algo, por esa carrera, por ese reto. Hay que llegar al 100% y seguiremos trabajando día a día para ello, tanto para el Tour, como para otras carreras.
EP: Debutas en San Luis pero las clásicas son tu primer y gran objetivo. Alejandro, ganador el pasado año en Flecha y Lieja, ha confirmado su presencia en Flandes y en el Giro, lo que cambiará después de muchos años su punto de forma para la cita en las Ardenas. ¿Te beneficia eso? ¿Contarás con libertad? ¿O será Alejandro el líder indiscutible del equipo? ¿Entre Valverde y Purito?
DM: Entre Valverde y Purito me quedo con Valverde. Es el número uno del mundo y siempre está al 90% y al 100% durante todo el año. Es un superclase. En el equipo Alejandro siempre es el líder indiscutible, se lo ha ganado la verdad, y más en las clásicas. No se si a mi me beneficiará en algo o no, pero yo llegaré al 100% como siempre. Son mis carreras favoritas y buscaré mi mejor condición para ayudar o para aprovechar mi oportunidad si al final la tengo.
EP: Para finalizar un deseo, un objetivo y una previsión para 2016.
DM: Un deseo es ser Olímpico. Un objetivo ganar una gran carrera que haga mucho ruido o un Monumento. Una previsión es seguir entrenando duro y mentalizado como a día de hoy.
EP: Desde El Pelotón, agradecerte esta entrevista, tu gentileza y dar al ciclismo español ese toque risueño y de carácter que siempre necesita. Un placer y muchas suerte, Jesús Guevara.
DM: Un abrazo y un placer, Dani Moreno.