La Paris-Tours es una clásica básicamente llana y ahí es donde radica su gracia: cuando el recorrido no ayuda a descolgar a los esprínters, el grueso del pelotón se las tiene que ingeniar para evitar una llegada masiva, y esto se traduce en ataques, persecuciones, reagrupamientos, contraataques y descontrol. De las últimas 10 ediciones de la Paris-Tours, solo 4 han acabado en un sprint, con victoria para -ojo a los nombres- Erik Zabel, Alessandro Petacchi, Óscar Freire y John Degenkolb. Una estadística como para sentarse el domingo (11 de octubre) enfrente del televisor con expectativas de ver una carrera movida y no equivocarse.
EDICIÓN 2014
No hubo sprint en la edición del año pasado de la Paris-Tours. Se jugaron la victoria dos supervivientes de la fuga del día, después de que el pelotón viera como un par de caídas le impedían cazar una escapada que había tenido controlada en todo momento. Jelle Wallays se impuso a un Thomas Voeckler que se había vaciado demasiado rompiendo la fuga y evitando ser absorbido por el pelotón. Una gran victoria para Wallays, que junto con la de este año en la Dwars door Vlaanderes (A Través de Flandes), le han valido para fichar por Lotto Soudal para los próximos dos años.
RECORRIDO
Aunque hasta día de hoy se ha mantenido el nombre original de la carrera, la salida de la Paris-Tours se movió fuera de París, al departamento Eure-et-Loir, situado al sudoeste de la capital, desde las primeras ediciones de la carrera a principios del s. XX. Este año, los corredores saldrán de Chartres, capital del departamento, y recorrerán los 231 km que la separan de Tours. El perfil es básicamente llano, pero al final del recorrido hay dos cotas (cortas y no especialmente duras) que pueden romper la carrera y evitar el sprint. A 10 km de la meta, se encuentra la Cote de Beau Soleil -700m al 5% de pendiente media- y a 7 km de la llegada, la Cote de l’Epan, apenas 300m pero al 9%.
FAVORITOS
Los favoritos podríamos dividirlos en los grandes grupos: por un lado, aquellos que buscarán una llegada al sprint y, por el otro, los que necesitan movimientos lejanos para evitar la llegada masiva y tener opciones para ganar.
En el primer grupo, el de los esprínters, destacan Nacer Bouhanni (Cofidis), Gianni Meersman (Ettix-QuickStep), Arnaud Démare (FDJ), Samuel Dumoulin (Ag2r-La Mondiale), Nikias Arndt (Giant Alpecin), Sam Bennet (Bora-Argon 18), Edward Thewns (Topsport), el trío de Trek (Jasper Stuyven, Giacomo Nizzolo y Danny Van Poppel, Jens Debusschere (Lotto-Soudal), Jonas Van Genechten (IAM), Moreno Hofland y Tom Van Asbroeck (LottoNL-Jumbo). Hombres rápidos los hay, y de nivel.
Y en el segundo, el de los alborotadores obligados si quieren ganar, destacan dos equipos, el Lotto-Soudal y el Ettix-QuickStep. Ambos tienen ciclistas con una buena punta de velocidad entre sus nueve, por si la cosa se resuelve al sprint, pero es de esperar que busquen otras situaciones de carrera, viendo los equipos con lo que se presentan. El Lotto-Soudal cuenta con Tiesj Benoot, Tony Gallopin y Jurgen Roelandts, mientras que el Ettix-QuickStep, con Niki Terpstra, Yves Lampaert, Matteo Trentin y Guillaume Van Keirsbulck. Y los otros corredores a quien seguro vemos moverse en carrera son el ganador de la pasada edición, Jelle Wallays (Topsport), Marco Marcato (Wanty), que lo consiguió en 2012, Greg Van Avermaet (BMC), Sep Vanmarcke (LottoNL-Jumbo) y Matti Breschel (Tinkoff-Saxo), quien pese a tener una buena punta de velocidad, seguro que estará atento a los ataques de sus rivales cuando éstos lleguen.