En un contexto deportivo, la Lieja-Bastoña-Lieja 2015 ha estado muy por debajo de otras carreras. Ninguno de los grandes favoritos quiso probar fortuna con un ataque lejano y la emoción estuvo únicamente en la parte final. Pero Alejandro Valverde, el mejor ciclista del año, merece llevarse uno de los mejores momentos de la temporada, y que mejor manera de rendir homenaje al murciano que recordando su tercera «Decana», donde ofreció un recital en el mítico muro de Ans para llevarse la carrera ciclista más antigua del mundo y entrar, aún más, en la historia del ciclismo.

La 101º edición de la carrera flamenca (la primera edición tuvo lugar en 1892, y a lo largo de la historia su disputa sólo se ha visto interrumpida por las dos guerras mundiales que asolaron Europa) se disputó bajo la lluvia. A falta de 70 kilómetros, tan sólo aguantaban cinco corredores escapados: Arredondo, Boaro, Chaves, Kangert y Scarponi; en el pelotón, Movistar comenzaba a posicionarse en cabeza. El gran grupo rodaba tranquilo, pero el nerviosismo que generaba la llegada de las grandes cotas se hizo notar en el pelotón. Apunto de comenzar la subida a La Redoute, una caída en la parte central del grupo de los favoritos se llevó por delante, entre otros, a Roche, Dan Martin y a Quintana. Herrada y Visconti, los únicos compañeros que aguantaban con Valverde, tomaron la cabeza de un pelotón que se dirigía imparable hacia la Roche aux Faucons tras superar La Redoute. Kreuziger y Caruso buscaron sorprender desde lejos atacando en la Roche aux Faucons y formaron junto con Fuglsang un terceto que podía resultar peligroso. A falta de 20 kilómetros para el final, la carrera estaba totalmente abierta. Stybar marcó el ritmo del pelotón hasta llegar a la mítica cota de Saint Nicolas, momento en el que el terceto de cabeza fue capturado. El único que intentó abrir hueco en la penúltima cota de la carrera fue Nibali, sin éxito. Tras coronar Saint Nicolas, había reagrupación entre los favoritos. Todo se decidiría en Ans.

A Dani Moreno no se le iba a escapar. O al menos eso pensábamos cuando vimos al madrileño del Katusha, que había realizado un potente ataque bajo la pancarta del último kilómetro, con una ventaja significativa a falta de 500 metros. Pero Valverde todavía tenía algo que decir. Con una arrancada portentosa, el ciclista del Movistar llegó a la rueda de Moreno en cuestión de segundos, y en la famosa curva que conduce a los corredores a la última recta de la carrera, ya se situaba primero. Valverde lanzó su esprint desde lejos, y nadie tuvo opción de superarle. El murciano levantaba los brazos por tercera vez en su carrera deportiva en la meta de Ans, mientras que un rabioso Alaphilippe, que jugó a la defensiva durante toda la carrera, entraba segundo por delante de Joaquim Rodríguez, que vio, impotente, como se le escapaba de nuevo la victoria en la carrera de sus sueños. A continuación, les dejo la última media hora de la 101º edición de la Lieja-Bastoña-Lieja que Valverde hizo suya a su antojo. Un ciclista único e irrepetible: