El de Urnieta ha vuelto a demostrar ser uno de los ciclistas más competitivos de todo el pelotón, con una mordiente y ambición al alcance de muy pocos, siendo capaz de jugarse el triunfo de etapas y generales en terrenos muy dispares, dejando en evidencia que es un gran escalador pero que a la hora de rodar tampoco es de los que se achanta. Buena prueba de ello es que el guipuzcoano se llevó este año una clasificación del prestigio como es el Torneo Euskaldun, que deja buena muestra de un ciclista completo y fino de principio a fin de la temporada. El mismo nos definió su temporada de la siguiente manera: «Creo que mi temporada ha sido buena pero sobre todo muy regular. He sido competitivo tanto en carreras de un día como en las vueltas, y he tenido victorias y podios de marzo a septiembre. Quizás se podría haber ganado más pero me quedo satisfecho con mi año».
Iturria además es una de las puntas de lanza de uno de los equipos que más ha brillado durante toda la temporada como es el Fundación Euskadi-EDP que puede presumir de contar con una plantilla en la que gran parte de sus hombres han sabido lo que es la victoria durante el año, con los Mikel Aristi, Xavier San Sebastián, Egoitz Fernández o Ion Irisarri.
Ya a comienzo de temporada dio la primera alegría al conjunto vasco en la segunda prueba de la Copa de España, la Aitzondo Klasikoa, celebrada en Asteasu y discurriendo por las carreteras guipuzcoanas de sobra conocidas para él. Además esa primera victoria la consiguió de la manera que más gusta a un ciclista, atacando de lejos, comenzando la última subida a Alkiza con una ventaja que fue capaz de aguantar hasta la línea de meta, quedando por delante de un hombre del Lizarte, Rafa Márquez, conjunto que acompañaría a Iturria a lo largo de toda la temporada. Poco después, en otra de las pruebas de la Copa de España más duras, Copa en la que acabaría en novena posición, la disputada en Torredonjimeno volvió a dejar patente su gran forma, siendo el único en aguantar el despliegue aquel día del Lizarte, aguantando hasta la recta de meta con dos hombres del conjunto navarro, Jorge Arcas y Antonio Pedrero, que le dieron palos por todos, lados, respondiendo a cada uno de los ataques que recibió e incluso intentándolo él en algún momento. En el sprint final ya sin fuerzas no pudo más que ver como Pedrero alzaba los brazos, pero él conseguía un grandísima segunda posición y el respeto y admiración de sus propios rivales. Esta sombra del Lizarte la volvería a encontrar durante el verano en la celebración de otra de esas pruebas con muchísima solera en el calendario amateur, la Prueba de Loinaz en Beasain, donde en el reducido sprint de cinco unidades que llegó a la línea de meta, Iturria volvió a ver como esta vez Arcas era el que le privaba de la victoria.
En cuanto a las vueltas por etapas su temporada siguió siendo sobresaliente, comenzando con un tercer puesto en la general de la Volta a Coruña tras Pedro Merino (SuperFroiz) y Fernando Barceló (Fundación Contador-Specialized), fraguado gracias al también a la tercera posición conseguida en la tercera etapa. Un mes después se redimiría con el triunfo en la general final de una prueba de tanto prestigio como la Vuelta a Navarra, gracias a protagonizar una gran cabalgada junto con, de nuevo, Jorge Arcas en la segunda y última etapa de la ronda navarra que llegaba a las calles de Pamplona. Los dos «gallos» de la categoría se marcharon en el alto de Etxauri, de primera categoría, sin que nadie por detrás pudiera reducir la diferencia, llegando a meta con casi dos minutos de ventaja. Ahí el triunfo parcial sería para el aragonés pero la gloria de la general recaería en Iturria. Una semana después volvería a subir a los más alto de un podio en la prueba de Igantzi, esta vez superando en la línea de meta a Antton Ibarguren.
Algo parecido le pasaría en una de las últimas grandes vueltas de la temporada, la de Toledo, en donde en la también última etapa, en este caso la cuarta, se decidiría todo. Esta vez gracias a la gran actuación del conjunto vasco al completo, logrando meter a tres hombres en la fuga buena del día con los Mikeles, Iturria, Aristi y Óscar González logrando llegar a la última subida en las calles de Toledo con margen para disputarse la victoria con el resto de los hombres de la escapada. Pero la exhibición del Fundación Euskadi fue tal que los dos Mikeles llegaron de la mano a la línea de meta, siendo esta vez el parcial para nuestro protagonista y la general para Aristi. Por fin, Iturria conseguía hacerse la foto en lo alto del podio sin ver a ningún hombre del Lizarte a su alrededor. La temporada finalizaría con una imagen parecida en Alsasua donde Iturria se llevaba la victoria al sprint por delante de Aristi (primera imagen), volviendo a repetir un doblete envidiable, que además suponía la confirmación de su triunfo en una general tan prestigiosa como es el Torneo Euskaldun. A esto se le uniría que allá por el mes de abril se llevaría el campeonato de Guipuzkoa al entrar en quinta posición en la Prueba de Lazkao.
Con siete triunfos cerraría una extraordinaria temporada el corredor guipuzcoano que sin duda es de esos corredores que llama a gritos su paso al profesionalismo, y que deja patente que en el País Vasco en necesario un conjunto en lo más alto del ciclismo porque madera tienen y mucha de la que poder tirar, y está claro que Mikel Iturria debería ser uno de los corredores que abanderara esta nueva generación del ciclismo vasco.