Llegar de nuevas a un equipo y acabar convirtiéndote en el máximo referente de esa formación durante todo el año está al alcance de muy pocos, y básicamente es lo que ha conseguido en este 2015 el bueno de Aitor González en el AMPO-Goierriko TB. Aitor acabó el 2014 en lo más alto con el Lizarte al conseguir un importante triunfo en la general de la Volta a Galicia, y ha cumplido con creces las expectativas que los directores del AMPO dejaron sobre sus espaldas, consiguiendo entre otras cosas, algo tan complicado como revalidar un triunfo en una carrera encima del prestigio de la gallega.
El propio Aitor en una pequeña charla mantenida con él estos días nos dejaba claro que el gran ambiente que ha reinado durante esta temporada en el conjunto vasco ha facilitado y mucho las cosas, definiendo su año de esta manera: «Pues mi temporada ha sido muy buena en cuanto a victorias. El buen ambiente del equipo ha ayudado a ello. Personalmente me quedo con el campeonato de Euskadi, en casa del equipo y con una labor increíble de todos los compañeros. Al final cumplimos el objetivo de que el maillot del AMPO se viera delante durante todo el año, desde Essor Basque hasta Galicia».
Al de Ermua sin duda la llegada del calor le vino como anillo al dedo, ya que su segunda parte de la temporada fue espectacular. Hasta el mes de junio se podría destacar su presencia en la prueba zamorana, celebrada allá por el mes de marzo, del Trofeo del Excelentísimo Ayuntamiento de Zamora, donde fue el mejor español, únicamente superado en el sprint por los rusos del Lokosphinx Strakhov y Zhuravlev, logrando subir al podio en la tercera posición. Poco después con la selección española viviría un momento muy importante como fue el poder competir entre los profesionales durante la Vuelta a Castilla y León. Una prueba que se caracterizó por ser muy dura (no olvidemos las imágenes que recibimos del día en Portugal donde la nieve y el granizo fueron protagonistas) y que el ermuarra fue capaz de terminar de manera muy digna.
Pero como decimos con la llegada del verano la cosa cambió por completo y su nivel competitivo desde mayo hasta septiembre ha sido realmente envidiable, mostrándose muy regular durante esos casi 4 meses, y para muestra su participación en el Torneo Euskaldun, que finalmente logró terminar en tercera posición, únicamente superado por Mikel Iturria (Fundación Euskadi-EDP), vencedor final, y Rafa Márquez (Lizarte), y eso teniendo en cuenta que durante las cinco primeras pruebas apenas había podido lograr sumar puntos. Pero en Natxitua la cosa cambió logrando acabar en sexta posición a tan solo 11 segundos del vencedor Julen Amezqueta (Baqué-Campos). Poco después en Igantzi sería quinto, posición que repetiría en varias ocasiones como fue el caso en Aretxabaleta o Xanisteban. Más puesto de honor fueron los conseguidos en la durísima prueba de San Pedro celebrada en Irún donde logró llegar en séptima posición, o el cuarto conseguido en Salinas únicamente superado por Francesc Zurita (Infisport), Carlos Jiménez (Caja Rural-RGA) y el propio Iturria. Además en otras carreras en la parte final acabó realizando un trabajo importante para que otros compañeros pudieran intentar llevarse ellos el triunfo como fue el caso de Lemoiz donde lanzó a su compañero y amigo Peio Goikoetxea, o ya en la última de la temporada en Alsasua haciendo lo propio para Mikel Elorza, subiendo este finalmente al podio en tercera posición. Pero sin duda su momento en el Euskaldun llegó a principios de julio al alzarse con el triunfo en la prestigiosa carrera de Murgia del Premio de Nuestra Señora de Oro, demostrando el gran momento de forma que había adquirido al irse en solitario en la última subida al Santuario, logrando llegar a meta con margen suficiente para saborear el triunfo por delante de dos de los hombres más destacados de la temporada como han sido Jorge Arcas (Lizarte) y el ya mencionado Mikel Iturria.
Antes de eso ya habría levantado los brazos en la que como le leíamos antes, él cataloga como su mejor triunfo de la temporada en los campeonatos de Euskadi celebrados en Ataun a mediados de Junio, haciéndolo además de manera incontestable al realizar un cambio de ritmo soberbio en la ascensión a Urkillaga que acabó dejándole en meta con 14 segundos de ventaja sobre el grupo perseguido encabezado por su también compañero de equipo Elorza. También días antes ya había conseguido la que era en ese momento su primera victoria de la temporada al imponerse en la primera de las etapas de la Vuelta a Navarra con meta en Estella, tras escaparse en la subida de Eraul junto con Ander Plazaola (Fundación Euskadi-EDP) y echar mano en los kilómetros finales al también corredor de Fundación Euskadi, Egoitz Fernández, imponiéndose finalmente en el sprint final a Plazaola, para vestirse como líder, aunque al día siguiente se lo arrebatarían. Algo parecido haría a mediados de julio en la Vuelta a Zamora donde se imponía de manera rotunda en el prólogo celebrado en Toro, superando al héroe local Jaime Rosón (Caja Rural-RGA), y vistiendo de esa manera durante un día el maillot de líder.
Un par de semanas después el corredor de Ermua volvería a lo más alto del podio en una prueba contra el crono, siendo el más rápido en completar los 5,2 kilómetros de la ya mítica prueba de la Subida a Altzo.
Finalmente, la temporada la redondearía de la mejor manera posible volviendo a ser el mejor en tierras gallegas, y además haciéndolo mediante una auténtica exhibición en una durísima etapa de montaña con final en la Estación de Esquí de Manzaneda de primera categoría, donde lograría inscribir su nombre en el mismo lugar donde hace unos años lo haría el grandísimo escalador francés David Moncoutié en la Vuelta a España, y lo lograba hacer tras dejar al resto de hombres del grupo de favoritos y pasar por encima de los escapados que quedaban en ese momento por delante, llegando a meta con un margen que ya haría imposible que nadie pudiera arrebatarle el triunfo en la general final por segundo año consecutivo.
Por lo tanto, Aitor ha hecho méritos suficientes para lograr estar entre los siete magníficos del pelotón élite, dejándonos muchas dudas en cuanto cuál puede ser su terreno idóneo, ya que en la montaña se desenvuelve como pez en el agua estando ahí con los mejores escaladores del pelotón e incluso superándolos, pero también ha dejado patente su enorme potencia al hacerse con victorias más propias de «pistards» como el caso del prólogo zamorano. Veremos que le deparará el 2016, pero sin duda Aitor González sería otro de los que pudieran abanderar junto con Mikel Iturria el cambio generacional de la cantera prolífica del ciclismo vasco.