Si ayer Pauline Ferrand-Prevot lograba ser campeona del mundo de BTT, sumando ese a los arcoíris que ya posee en ruta y en ciclocrós, hoy la madrileña Rocío García hizo algo similar, aunque en pequeña escala. Si en julio de 2014 ganaba el Campeonato de España de BTT júnior en Panticosa y en enero el de ciclocrós en Gijón, hoy la pequeña ciclista pradeña logró alzarse con el que le faltaba en la categoría, el de carretera, esta vez en Sabiñánigo. Lo hizo por la mínima, en un agónico esprint frente a su compañera de escapada, la balear Yurani Blanco, que tuvo que conformarse con la plata. Sandra Alonso (Comunitat Valenciana) encabezó el pelotón, triunfando en el esprint por el bronce a 7 segundos de la vencedora.
Con muchísima tensión y ritmo en los primeros kilómetros de carrera, al llegar al kilómetro 10 tan solo 22 ciclistas permanecían en la cabeza, con todas las favoritas entre ellas. En ese punto, en la primera subida del día, una que ya fuera protagonista en el Nacional júnior del año pasado, la gallega Paula Sanmartín, probó a lanzarse a la aventura. La viguesa, pese a coger medio minuto rápidamente y una renta máxima de 42 segundos, fue neutralizada en el kilómetro 19 por el fuerte empuje de las selecciones de Castilla y León (especialmente de Julia Rodríguez) y de Euskadi (con Eukene Larrarte como máxima exponente).
La calma tensa se imponía en ese momento en el gran grupo, que no cesaba de aumentar su tamaño, alcanzando un máximo de 28 ciclistas cuando se cruzó por primera vez la línea de meta. En el kilómetro 36 de carrera se rompería la situación definitivamente de la mano de un ataque de Rocío García y, poco después, de una Yurani Blanco que alcanzaba a la de Villa del Prado a los pocos kilómetros.
Lejos de organizarse por detrás, las perseguidoras rompieron también su grupo, marchándose por delante las citadas Sandra Alonso y Eukene Larrarte junto a Esther Cañete (Aragón), Elisabet Llabrés (Illes Balears),Irene Trabazo (Galicia) y María Calderón (Castilla y León). Más atrás, otro sexteto formado por Ripoll y Soler (Comunitat Valenciana), Gloria Álvarez (Asturias), Laura Méndez (Catalunya), Míriam Gardachal (Navarra) y Julia Rodríguez buscaba al primero de los grupos que trataban de dar caza a García y Blanco.
Estas dos, colaborando pero también atacando, buscaron aumentar su renta, algo que hicieron extendiéndola hasta el minuto y cincuentaicinco segundos. Las doce perseguidoras se reagruparon, se organizaron dando una buena rueda de relevos, pero tiraron al palo y llegaron a 7 segundos de Rocío y Yurani, que entraban en ese orden en el esprint que dilucidó el rojigualda.