Llega el otoño. Menos de una semana para su llegada. Para que las primeras hojas empiecen a caer. Para que el amarillo del verano pase a ser el naranja. Con él llegan las tardes de domingo en casa, las noches bajo el sonido de la lluvia, la temporada de setas y para algunos, la temporada de clásicas. Ya no hablamos de Liejas ni de Roubaix. La Primavera ya es lejana y otro tipo de carreras aparece en el calendario. Citas obligadas como Lombardía o la prestigiosa Paris-Tours resultan citas obligadas. Cotas, lluvia, nubes, niebla y a veces frío. El insoportable calor del verano español desaparece tras la Vuelta a España y las temperaturas frescas se instauran como tónica general.
LA CARRERA
Por medio está el Mundial. Después el merecido descanso. Y antes…antes está la Coppa Agostini. Nacida en 1946, la prueba italiana es una de las más longevas del calendario. Ullrich, Jalabert, Bugno, Pozzato o el mismísimo Eddy Mercxk adornan el palmarés de una carrera que en la pasada edición se decidiría en un sprint masivo.
Para evitar la victoria de los velocistas, los más aventureros tendrán sin duda terreno para intentarlo. Con salida y llegada a Lissone, los corredores deberán afrontar casi 200 km antes de alcanzar la meta. Por el camino un gran rodeo y cuatro duras ascensiones en los últimos 80 km. Sin superar ninguna de ellas los 5 km de longitud, las pendientes alcanzan un peligroso 15 % al paso por la cota de Ussodo, la cual se corona a apenas 50 km de la llegada. Si allí los sprinters siguen cómodamente en el pelotón, será difícil evitar que alguno de ellos se lleve la victoria.
EDICIÓN 2014
Exactamente eso fue lo ocurrido en la pasada edición. El italiano del entonces Lampre-Mérida Niccolo Bonnifazio lograba en una llegada masiva una prestigiosa victoria a la corta edad de 21 años superando en unos ajustados metros finales al rápido corredor esloveno Grega Bole.
FAVORITOS
Con el objetivo de repetir victoria volverá a partir mañana desde Lissone el joven corredor italiano. Bonnifazio forma parte así de una lista de posibles candidatos a alzarse con el triunfo si la victoria se jugara en una llegada para velocistas. Junto al suyo, aparecen otros nombres como el de Giacomo Nizzolo o el de su propio compañero en Lampre, Sacha Modolo. Pero si por nombre debemos hablar este sería el de Vincenzo Nibali. El de Sicilia vuelve a la competición tras su expulsión en la Vuelta Ciclista a España por ser cazado agarrándose de forma excesiva al coche de su equipo para reintegrarse al pelotón tras una caída. El Tiburón de Messina lo hará con más rabia que nunca y aún con más valentía de la que normalmente atesora. Il Squalo acude con un potente bloque acompañado por Tiralongo y Scarponi, dos de sus fieles escuderos, que sin duda estarán a su disposición a la hora de lanzar un ataque o endurecer la carrera. Examinando la lista de participantes y posibles outsiders al triunfo, salen también otros nombres: Damiano Cunego, Davide Rebellin o el italiano Stefanno Pirazzi.