De forma contundente en ambos casos, con unas exhibiciones que no hacían parecer el circuito de la ciudad del juego tan seco como lo es, la checa Kateřina Nash (Luna-Chix) y Wout Van Aert (Vastgoedservice-Golden Palace) entraron esta madrugada —hora española— en la historia al convertirse en los primeros ganadores, en féminas y hombres élites, respectivamente, del CrossVegas como parte de la Copa del Mundo de ciclocrós.
En categoría femenina, cuando en España eran las 5.15 horas, la canadiense Catharine Pendrel —campeona nacional de cross country— arrancaba la prueba en Nevada dando una ligera sorpresa, liderando y con hambre de victoria. En esos momentos, Pendrel era cabeza de carrera con Eva Lechner y con Sanne Cant, que hacían una fulgurante salida también.
Sin embargo, por detrás, la multicampeona estadounidense Katie Compton no quería que desde el comienzo se le pusieran complicadas las cosas, y junto a la británica Helen Wyman iniciaban un trabajo de persecución que, sin embargo, no eran capaces de completar. Fue otra norteamericana, Georgia Gould, la que sí que pudo cerrar el hueco con las de delante, marchándose en compañía de Kateřina Nash. Llegar, mirar e irse, hizo la checa, que al poco de dar caza al grupo cabecero inició su marcha hacia adelante, mientras por detrás, ya a 20 segundos. su compañera de equipo Pendrel continuaba controlando el grupo.
Nadie salía en busca de Nash, nadie la buscaba, hasta que un tardío movimiento de Eva Lechner fue el que dilucidó para quién iba a ser la segunda posición de la carrera, y es que Nash, intratable, rodaba sola a por el triunfo. La incontestable fuerza al esprint de Sanne Cant le bastó a la campeona belga para hacerse con la tercera plaza batiendo en la llegada a Gould y a Pendrel, que siendo cuarta y quinta no lograban un podio para América en la primera Copa del Mundo de ciclocrós en el Nuevo Mundo. 22.ª concluyó la asturiana Aida Nuño (MMR-Spiuk).
Tres cuartos de hora después de concluir las féminas, la prueba élite masculina daba su pistoletazo de salida con un arranque velocísimo en el que Sven Nys se vio sorprendido, y no fue hasta el primer paso por meta cuando entró en calor y a ganar posiciones desde el 20.º lugar que por el momento ocupaba. Tom Meeusen —quien sin embargo acabó fuera del top-20— y el campeón del mundo sub-23 Michael Vanthourenhout marcaron el ritmo en los compases iniciales.

Trabajo en equipo, algo que no suele verse en el CX, fue lo que hicieron los hombres del Sunweb-Napoleon Games cuando Vanthourenhout se lanzó al ataque, parando el por entonces grupo perseguidor. Dicha paradinha la usó para su beneficio el más listo de la clase, un Sven Nys que ya había llegado a ese «pelotón» y que no tardó ni un instante en decidirse en ir a por el triunfo. Pero como de belgas iba la cosa, al de 39 años no se le despegó en ningún momento un Wout Van Aert que se unía a la persecución acelerada.
Cazaron a Vanthourenhout, el niño prodigio buscó su distancia y atacó a unas dos vueltas y cuarto del final de la carrera, pudiendo seguirle el ritmo en primera instancia Nys, pero logrando la exhibición en solitario poco después. «La parte más dura de la carrera tenía tres subidas juntas, así que he aprovechado para atacar ahí», reconocía a posteriori Van Aert, que añadía: «En las dos últimas vueltas me ha costado mucho mantener mi ritmo, y cuando he visto la meta estaba muy contento». Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) fue el único español en liza, concluyendo 27.º.