«Los Schleck… pero esos están retirados ya, ¿no?» Pues no. Aún no. Al mayor de los hermanos luxemburgueses todavía le quedan cosas por decir en el ciclismo. Andy, retirado a principios de año a causa de una rodilla maltrecha que no le dejaba pedalear sin dolor, ha visto emocionado como su hermano mayor ha vuelto a tocar la gloria en la Ermita de Alba. Frank ha sido el mejor de una escapada en la que sus rivales no han tenido ni la más mínima opción de batir al veterano ciclista del Trek. Era su día. Era el momento de volver a poner su apellido por todo lo alto. Y vaya que si lo ha hecho.
En seguida vimos que los escapados se disputarían la victoria de etapa. En no demasiados kilómetros, la fuga, formada por Fraile (Caja Rural), que hoy ha sentenciado la clasificación de la montaña, Torres (Colombia), Verona (Etixx), Schleck (Trek), Rolland (Europcar), Moser (Cannondale), Lemoine (Cofidis), Warbasse (IAM), Bennett (Lotto Jumbo), Grmay (Lampre) llegó a tener 18 minutos de ventaja. El pelotón fue de paseo mirando los preciosos parajes asturianos hasta que Tinkoff Saxo aceleró en el Cordal. Por delante, Schleck comenzó a poner ritmo y, en la cima de la Cobertoria, sólo Torres aguantaba con el luxemburgués.

Ya en la Ermita de Alba, un par de acelerones le bastaron a Schleck para dejar a un peleón Torres e irse en solitario hacia la victoria. Tras superar las tremendas rampas del inédito puerto asturiano, el veterano ciclista del Trek, equipo que suma ya tres victorias de etapa en esta Vuelta, celebró con alegría una etapa que quedará por siempre en su memoria.
La emoción de la etapa estuvo en la pelea por la victoria, ya que los grandes favoritos, al igual que ayer, no atacaron hasta el último kilómetro. Al ritmo de Astana, el pelotón superó el Cordal y la Cobertoria sin mayores problemas. En la Ermita de Alba, un enorme Landa fue el encargado de marcar el ritmo de la subida. Nadie podía o quería atacar, hasta que «Purito», al igual que ayer, arrancó bajo la pancarta del último kilómetro. El catalán del Katusha abrió un pequeño hueco que Aru no pudo cerrar. Rodríguez arrebató, por un segundo, el liderato al italiano, que luchó hasta el último metro por aguantar el maillot rojo que finalmente cedió. Pero, sin duda alguna, el más beneficiado de la etapa ha sido Tom Dumoulin (Giant). El holandés ha salvado la etapa con nota, perdiendo menos de 30 segundos en meta, y habiendo pasado ya la montaña más dura de esta Vuelta a España, es el máximo favorito para alzarse con la victoria final. La crono del jueves (mañana es día de descanso), con 38,7 kilómetros llanos en los alrededores de Burgos, vestirán muy probablemente de rojo a Dumoulin, que está ante una oportunidad única de hacerse con la victoria en una gran vuelta por etapas.
