Imanol Erviti (Movistar) llega al hall de recepción del hotel y nos atiende justo antes de recibir el merecido masaje diario. Más serio que de costumbre, pero tan amable y atento como siempre. En su rostro comprobamos la marca que el implacable sol deja en su piel. Ya sentados y más cómodos, charlamos sobre La Vuelta, el equipo, y el futuro de su estilo de corredor.
El Pelotón: Después de un esfuerzo como el de hoy es normal. Pero te vemos con un gran gesto de fatiga.
Imanol Erviti: Sí. Ha sido una jornada dura. El calor hace mella.
EP: No podemos decir que las altas temperaturas sean un aliado para ti en carrera…
Imanol Erviti: Bueno, no me disgusta este tiempo. Pero en cualquier caso endurece el día.
EP: Hoy (etapa 6, con final en Sierra de Cazorla) te hemos visto entrar en una grupeta. Has trabajado duro al principio, como siempre, y desconectado de la carrera en la parte final. ¿Cómo ves al equipo?
Imanol Erviti: Bien. En jornadas como esta haces tu trabajo y después intentas guardar fuerzas. Justo porque van a ser necesarias más adelante y todo lo que ahorras puedes ponerlo a disposición del equipo cuando haga falta. La salida de la etapa ha sido potente y dura, hemos gastado muchísimo. Luego, se ha dado la circunstancia de que podíamos coger la fuga que se ha formado. Así que de nuevo hemos tenido que apretar. Como dices, después ha llegado el momento de apartarse y dejar a otros que hiciesen el trabajo. Tenemos unos líderes que se ganan la confianza y trabajaremos de la manera que mejor les convenga a ellos.
EP: Hemos visto a un equipo ambicioso. Dando la cara y aspirando a otro triunfo después del conseguido por Valverde.
Imanol Erviti: Desde luego eso es algo que te da tranquilidad. Pero a la vez te da ese impulso para seguir intentándolo. No somos conformistas, hay que recordar que la victoria de etapa no es más que un paso en el verdadero objetivo. Hemos venido a la Vuelta a ganar la general. O al menos disputarla.
EP: Tanto a Valverde como a Quintana, ¿ves a ambos a un gran nivel?
Imanol Erviti: No es que yo lo vea. Es que lo están. Entre los cinco mejores de la carrera, tenemos a dos en el equipo. Según cómo vaya la carrera, según el terreno que favorezca a cada cual, y según se vayan sintiendo con el paso de los días, iremos aclarando quién se perfila como líder absoluto.
EP: Es bonito ver que tú trabajas para ellos. Pero que también ellos trabajan el uno para el otro. Nairo tira del Bala, Valverde de Nairo…
Imanol Erviti: Claro. El ejemplo más claro de todo esto lo encontramos en el Tour. Pese a que íbamos totalmente centrados en Nairo, el Bala siempre ha sido generoso. Ha dado la cara, ha gastado una barbaridad y al final ha tenido la clase de hacer podio. Pero no se le puede reprochar que se haya escondido ningún día por conservar su puesto. Lo ha logrado trabajando para el líder. Es paradójico ver que él solo no lo conseguía, y al final trabajando para otros lo ha logrado. Volviendo a La Vuelta, pienso que ocurre igual. Nairo le echa un cable a Alejandro en los finales que le vienen bien. Lo vimos el otro día en Vejer, donde lo colocó perfectamente. Ambos delante, y remató Alejandro. La suerte que tenemos es que son buenas personas aparte de buenos ciclistas. No son egoístas, y si están bien no van a tener problema en dar esas energías por el bien de un compañero y del equipo.
EP: Hacías referencia al Tour. El tuyo personal fue complicado.
Imanol Erviti: Desde el principio. Ya en Holanda nos mojamos, persiguiendo y forzando a tope. Estuve después dos o tres días tocado de la garganta y con fiebre. Pero bueno, conseguí llegar a la contrarreloj a mi nivel y pasé los Pirineos. Pero tanto Dowsett como yo empezamos con una gastroenteritis. Alex no sobrevivió y yo pasé unos días muy malos, criminales. Supe sufrir y la última semana pude estar de nuevo a mi nivel.
EP: ¿Qué es más duro: un día en el que peleas contra ti mismo por encontrarte mal, o una persecución agónica para cazar a la escapada tirando del pelotón?
Imanol Erviti: Cuando la salud no acompaña, sin duda. Todo lo que comía, en dos horas estaba fuera. Te sientes vacío y solo puedes llevar un ritmo trotón. El problema es que no tienes nada más. Cualquier cambio de ritmo, estás vendido. No puedes más que seguir la marcha que llevabas antes.
EP: En cualquier caso, lograste terminar el Tour y vuelves a La Vuelta para seguir trabajando. Se suele decir que Chente (José Vicente García-Acosta, ahora director del equipo) te enseñó a ti. ¿A quién querrías tú enseñar? ¿Algún joven que responde a tu perfil?
Imanol Erviti: El problema es que el ciclismo actual frena a un tipo de corredor como yo. Altos, sí. Pero tan pesados y solo enfocados al trabajo, lo tienen muy difícil. Aficionados es una categoría muy exigente. Ahora están de moda los finales duros, las rampas imposibles. Y un ciclista como yo no puede brillar en ese tipo de terrenos. Y si no brillas, no pasas. Lo tienen jodido.
EP: Así que tu “especie”, podemos decir que está casi en peligro de extinción…
Imanol Erviti: (risas) No lo sé. Pero espero que no. Si viene algún chaval, y además es navarro, o disfrutaría. Entrenando se comparte mucho, y es la manera de empezar.
EP: No te entretenemos más, que te espera el masajista. Solo desearte una buena Vuelta para ti y para todo el equipo.