«Quizás correré la Vuelta a España» decía Caleb Ewan, allá por el mes de marzo. Con 21 años, parecía arriesgado hacer debutar a un corredor tan joven en una gran vuelta, especialmente tras no salir bien parado del Tour de Polonía, dos semanas atrás. Finalmente, Orica GreenEDGE decidió alinear en su nueve para la ronda española a su joven perla, que en Alcalá de Guadaría ha demostrado que no se equivocaron confiando en él.
La etapa de hoy, 167,3 kilómetros completamente llanos entre las localidades andaluzas de Rota y Alcalá de Guadaría, ha dado más de sí de lo que podíamos imaginar. Iljo Keisse (Etixx-Quick Step) Antoine Duchesne (Europcar) y Tsgabu Grmay (Lampre-Merida), los tres fugados de la jornada, llegaron a contar con 7 minutos de ventaja, momento en el que el pelotón comenzó a perseguirles con más ímpetu. Keisse, el último superviviente de los escapados, fue cazado a 8 kilómetros de meta por un pelotón comandado por Tinkoff Saxo y Giant Alpecin, que volaban en pos de colocar bien a sus líderes de cara a un último kilómetro que picaba ligeramente hacia arriba. Sagan cogió bien la rueda de un Degenkolb que fue el primero en arrancar. El eslovaco, que acusó la fatiga de ayer, vio como Ewan pasaba a su lado cual Moto GP. El pequeño australiano superó con muchísima facilidad a Degenkolb, segundo en meta, y celebró con rabia su primera victoria en una gran vuelta por etapas.
Pero no todo han sido alegrías para Orica GreenEDGE. Esteban Chaves, vencedor en Caminito del Rey y hasta hoy líder de la carrera, ha cedido el maillot rojo a Tom Dumoulin (Giant Alpecin) al verse perjudicado por los pequeños cortes que hubo en línea de meta, al igual que Alejandro Valverde (Movistar Team), que ha cedido 6 segundos con Froome (Sky), entre otros.
Mañana, 6º etapa camino de Sierra Cazorla con final en el Alto de Cazorla (3º categoría), valga la redundancia. Jornada de nuevo nerviosa en la que los grandes favoritos deberán permanecer atentos si no quieren dejarse segundos en meta.