Cerró a lo campeona, cerró demostrando su poderío, cerró probando su regularidad. Tras hacerse la temporada pasada con la clasificación general de la Copa del Mundo en 2014, Lizzie Armitstead (Boels Dolmans) llegaba a la décima manga de la de este año, el GP de Plouay-Bretagne, con las cosas algo más complicadas para reeditar triunfo. Pero se sacó un as de la manga y lo hizo sobre la línea de meta, ganando el esprint del grupo de favoritas y llevándose dos victorias en uno. De nuevo.
La carrera más bonita del año, la tónica de cada temporada. Una carrera con televisión en directo, en la que las tácticas, estrategias y habilidades mentales son tan importantes como las piernas de las ciclistas. Una vez más, así fue en Plouay. De salida, el alto ritmo del pelotón no permitió fugas hasta pasados 25 kilómetros, cuando Elena Berlato, Katrin Garfoot, Doris Schweizer y Molly Weaver atacaban abriendo un ligero margen que rápidamente fue cerrado. Flavia Oliveira, compañera de Berlato en Alé Cipollini, fue la siguiente en probarlo.
A la brasileña se unieron Anna Strickers, Marion Sicot, Emma Johansson, Evelyn Stevens y Elena Cecchini, y a 50 kilómetros de la llegada tan solo la estadounidense del Boels Dolmans quedaba en cabeza: Evie volvía a recuperar sensaciones en los mejores puestos de una Copa del Mundo. Mucho ritmo de nuevo en el pelotón, mucho interés de RaboLiv por cazar y, como se veía venir, reagrupamiento al comenzar la cuarta vuelta al circuito. Lucinda Brand, quien venciera aquí en 2014, lo probó a 33 km de la llegada, aunque de nada valió su intentona.
Ya abriendo hueco, tan solo las grandes favoritas a la victoria lograban mantenerse en la cabeza de carrera, amén de una Ane Santesteban (Inpa-Sottoli-Giusfredi) que en el selecto grupo de 15 (llegó a entrar en uno de siete) permanecía delante. A 5 de meta, Lizzie Armitstead atacaba, y a ella se unían mil metros después Anna van der Breggen, Elisa Longo Borghini, Ashleigh Moolman y Emma Johansson. Y Lizzie ganó a lo campeona, en la volata, por delante de la teórica más rápida, Johansson. Y pese a ganar una Copa del Mundo gracias a un esprint, Lizzie seguirá diciendo que no, que no es velocista.