«Ayer lo pasé mal porque había trabajado mucho y el pinchazo y las caídas lo habían trastornado todo, estaba triste. Pero la victoria de hoy ha sido bonita y muy trabajada por el equipo. Estoy muy contento, el equipo se ha portado fenomenal y es un golpe de moral muy grande para todos».
«Cuando he visto la pancarta de los 400 metros no me lo he pensado. En la última Flecha me quedé encerrado y no pude atacar, no quería que me pasara eso hoy. No me sorprende que no me hayan seguido Froome o Contador porque este final es muy bueno para mí, soy un corredor muy explosivo. Es un final que conozco muy bien y esos últimos 400 metros son mi distancia. En un momento dado incluso he tenido que decirle a Caruso que frenara para poder coger aire antes de la subida. Sabía que podía ganar pero es verdad que en los últimos 100 metros he pedaleado hasta con las orejas. Una victoria como la de hoy es de las que no se olvida».
«Lo que suceda esta semana no tiene nada que ver con lo que puede suceder en las otras dos. Prevalecerá la experiencia, la fuerza y la resistencia. Mañana lo importante es no perder tiempo. En el Tour las cosas cambian a diario y la carrera se gana en París. Lo importante es llegar sanos y salvos a la montaña. Con este calor y este ritmo va a ser un Tour tremendo. Espero no caerme. Intentaré mantener el maillot de la montaña, pero el camino hasta París es muy largo y mi objetivo es la clasificación general. Me conformo con hacer la mejor posición posible. No me quedan muchos Tour así que quiero disfrutarlo».
«De la caída no sabemos nada. Hemos escuchado el ruido de una caída tremenda. Íbamos muy rápido, a 85-90 km/h…pero todos hemos pensado que para que el Tour neutralice una carrera tenía que haber pasado algo grave».
«Me quedo con una victoria en el Tour antes que una victoria en la Flecha. Un pedo en el Tour es un trueno y todo lo que se haga aquí es la hostia.»
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