Sin duda, el vencedor de la crono de hoy, Peio Goikoetxea, era uno de los hombres más felices en Benavides de Órbigo. Sabía que era un día en el que apretar mucho, ya que el recorrido lo exigía: «Hemos visto la crono antes de salir, y estaba claro que había que ir a tope, porque era muy llano y la bici cogía mucha inercia y había que buscar que la bici no bajara de los 50 km/h hasta meta, a pesar de que dolían mucho las piernas, pero sabíamos que ahí iba a estar la clave. Esta última parte ha sido muy dura, ya que siendo la quinta etapa de una vuelta tan dura como ha sido la de León, cuesta mucho poner cadencia y hay que compensarlo con más desarrollo, y las piernas la verdad que sufren muchísimo«.
Al final la diferencia con Reguero, Arcas o Tirilonte, fue mínima, y el de AMPO tenía claro donde podía haber estado la clave de su victora: «En las zonas técnicas sabía que había que apurar mucho, limando en todas las curvas, porque esos segundos pueden haber sido lo que me ha otorgado la victoria».
En general el corredor de Ermua se mostraba muy satisfecho con lo conseguido en León: «El balance es muy bueno, después de sufrir en los nacionales de Cáceres con el calor, y de llegar a Zamora un poco justo, pero aquí en León me he encontrado muy bien, y he podido pelear por el triunfo varios días hasta que lo he conseguido a la última, encima llevándome la regularidad. Es para estar contento».