Tal día como hoy, hace 97 años, nacía en la pequeña localidad sudafricana de Mvezo un niño que pronto comenzaría a cambiar el mundo. De nombre Nelson y de apellido Mandela, el hombre siempre joven y vital, nunca dudó a lo largo de su vida, en dar sin esperar a recibir con el único objetivo de mejorar un mundo que aún hoy guarda una eterna deuda con él.
Casi dos años después de su muerte, los homenajes siguen sucediéndose y si bien siempre serán escasos, pocos serán tan emotivos como el que hoy le ha brindado el equipo de su país, el MTN-Qhubeka, en la disputa de la decimocuarta etapa del Tour de Francia 2015. El proyecto africano nacido en 2013 de la mano de Tiann Kannemeyer jamás imaginó un mejor escenario que el de hoy. La modesta formación blanquinegra acudía como invitada por primera vez al Tour de Francia y lo hacía con un bloque que le hacía soñar con ser protagonista de la carrera. Con sprinters como Boasson Haggen o Tyler Farrar imaginar un triunfo al sprint resultaba quizá demasiado osado pero siempre cabía fantasear con la lotería de las escapadas. Si bien es verdad que veintiuna etapas son muchas y variadas, no cabe duda que de haber podido elegir un día para vencer, este hubiera sido el de hoy, el del Mandela´s Day.
La etapa, entre la localidad de Rodez y el aeródromo de Mende, era sin duda una de las más abiertas de toda la Grand Boucle. La posibilidad de que llegara una fuga rondaba por el pelotón amenazante mientras los hombres de la general visualizaban cada metro de esa última ascensión de la Croix Neuve que, con sus 3 km al 10%, parecía el lugar preciso para limar la ventaja del todopoderoso Chris Froome. Así, se salía esta mañana de Rodez, donde ayer llegaron los corredores en un final tan o más emocionante que el de hoy. Los vendajes de Peraud eran los protagonistas junto a los cascos que los corredores del MTN estrenaban con motivo del aniversario del expresidente sudafricano.
Los kilómetros empezaban a ser engullidos por un pelotón del que rara vez no saltaba un corredor. Así hasta que a falta de 100 kilómetros para el final quedaba configurada una numerosa fuga de 20 corredores con varios nombres de entidad. Castroviejo(Movistar), Rigoberto Urán (Ettix), Pinot(FDJ) como punta de lanza de la escuadra francesa que con tres corredores era mayoritaria en la escapada, Bardet(AG2R) con el objetivo de vencer por fin en una etapa del Tour o Ruben Plaza(Lampre) parecían los máximos candidatos a un triunfo que según avanzaba la etapa parecía ya en las piernas de uno de los integrantes de la fuga. Allí iba también un Peter Sagan que se desquitaba del segundo puesto de la jornada de ayer, venciendo al que fue su verdugo en el exigente final de Rodez, el belga Van Avermaet, en el sprint intermedio, ampliando aún más su ventaja con el alemán Andre Greipel en su particular lucha por el maillot verde. Entre tanto nombre, resalta un casco.Decorado con motivos negros y naranjas para este Mandela´s Day, su portador era el corajudo británico Stephen Cummings.
Los kilómetros pasaban y el ritmo marcado por el Sky en el pelotón no recortaba ventaja. Las intentonas de Golas(Ettix) y Koren(Ettix) servían de poco y los veinte llegaban juntos a la localidad de Mende. Allí arrancaba Bardet. El bravo francés lograba soltar a todos. En esas rampas cada cual buscaba su ritmo y Pinot elegía regular. El alto corredor de la FDJ se acercaba poco a poco al otro ídolo francés. Pelea de gallos por todo lo alto. Las miradas mandaban más que las pedaladas y el miedo atenazaba la velocidad, la velocidad que le sobró a aquel casco negro y naranja. De la nada apareció un vertiginoso Cummings. Un suave curveo por el aeródromo galo servía al corredor de la escuadra sudafricana para sacar unos metros a un temeroso Pinot que bloqueaba a un Bardet que sin duda había calculado mal sus fuerzas.
Por detrás los favoritos vivían otra carrera. Un Nairo envalentonado tras aguantar a Froome en Plateau de Beille arrancaba y cogía unos metros sobre el resto de los favoritos tirado por un líder pegado a su potenciómetro. Nibali intentaba arrancar pero desfallecía en el intento mientras solo Alejandro Valverde y Alberto Contador eran capaces de aguantar el ritmo del robot británico. Nairo apenas lograba sacar unos metros y más pronto que tarde Froome, ahora solo tras soltar a los dos españoles, lograba pegarse a su rueda. El colombiano, consciente de estar distanciando al resto de sus rivales tiraba hacia delante con fuerza. La misma fuerza que demostró Alejandro para soltar a Contador y prácticamente llegar a una pareja, que a día de hoy, es sin duda el gran duelo de este Tour.
Minutos antes había sucedido lo inimaginable. Había vencido Cummings y había vencido Mandela. Detrás entrarían los ídolos locales y a más de cuatro minutos los favoritos. Nairo y Froome juntos, conscientes de que serán muchas las batallas que aún les esperen en este Tour. A escasos metros un Valverde que parece correr más feliz que nunca sin la presión de encabezar el Movistar. Dejándose casi 20 segundos entró Contador y 40 un Van Garderen que deberá sudar mucho para mantener una tercera plaza del pódium que aún hoy, a escasos siete días de París, puede ser propiedad de cualquiera. El Tour aún está abierto. Pero no lo olviden, el protagonista de hoy, ha sido ese casco negro y naranja.