Cinco etapas con muchos recuerdos para lo posteridad. En mi caso son tres años cubriendo esta gran carrera, y otros muchos más acercándome a las carreteras como aficionado para ver el paso de los ciclistas donde buenamente podía acercarme andando, en bici o con el coche. Pues bien, este 2015 no ha sido para menos, y por ello me gustaría rescatar los 5 momentos, uno por cada etapa, de esta Vuelta a León.
1. Diputacion de León toca asfalto y Carlos Cobos se va a Sahagún
Primera etapa, y aunque la gente pensara que podía ser la etapa «tranquila» de esta edición, no fue así. Nerviosismo, pelea, velocidad, viento y abanicos. Sin duda, los últimos 30 kilómetros de la primera etapa fueron muy emocionantes, formándose los odiados, pero a la vez tan espectaculares abanicos, rompiéndose el pelotón en mil pedazos. Uno de los grandes damnificados ese día era el equipo local, Diputación de León-Arte en Transfer, con varios de sus integrantes que besaban el suelo como Rodrigo Araque, Marcos González que decía adiós a la carrera con una fractura de codo o Carlos Cobos que caía hasta en dos ocasiones, la segunda en ese momento determinante de la etapa y, que de hecho, era lo que suponía el germen de esos cortes. Carlos perdía un mundo con el resto del pelotón, pero aún así él solo quiso acabar la etapa, y ver ya después lo que hacer al día siguiente. Pues si no era ya bastante el hacer tantos kilómetros en solitario, peleando hasta la extenuación para no llegar fuera de control, y encima con el cuerpo magullado tras el trompazo, al llegar al último cruce a menos de un kilómetro de la meta, que desviaba a los ciclistas hacia la llegada en Calzada de Coto, nadie le dijo que debía girar a la izquierda, por lo que el tiro de frente. Raro se la hacía cuando veía pasar los metros y no encontraba nunca al fondo la pancarta final. Ya llegando casi a Sahagún con otros dos kilómetros más en las piernas, se dio cuenta de que tenía que haber algún error, y decidió dar la vuelta acertadamente. Finalmente, acabó llegando a meta, a un mundo del vencedor Zurita, pero sabiendo que lo que acaba de lograr era de esas cosas que hace tan grande nuestro deporte.
2. Pero, ¿por dónde vienen?
Llegada a Sabero en la segunda etapa. Todos los periodistas colocados para tomar la captura del vencedor del día levantando los brazos al entrar en meta. Las sirenas se escuchan de fondo. Ya debe quedar muy poco. ¿Poco? No quedaba nada. De pronto las motos que abrían la carrera aparecían a nuestra espalda. Todo el mundo giraba la cabeza en dirección contraria a la que se esperaba que llegasen los ciclistas. Una de esas motos aparecía con la cinta de plástico que cortaba el paso para que nadie pudiera entrar con su vehículo por la parte trasera de la recta de meta en el morro, a la espalda de todos los periodistas. Ya no había vuelta atrás. Es una pena que nadie grabara o fotografiara ese momento. En Sabero se vivieron dos sprints: El de los ciclistas para hacerse con el triunfo, y anteriormente el de los periodistas para cambiar de lado de la meta, y poder hacerse con la instantánea definitiva. El error fue mayúsculo, aunque por suerte no fue a más. Las fotos se hicieron y ningún ciclista sufrió ningún tipo de problema. Mikel Elorza era el más rápido o el más listo, y durante unos minutos, directores de equipos, jueces de carrera y organizadores debatían sobre como solventar la situación. Finalmente, Elorza ganador, levantaba los brazos victorioso varios minutos después de cruzar la meta. Una locura, pero estas anécdotas serán las anécdotas que nos den la vida en los «cafeses» de los próximos años.
3. La «cabrona» de la Cabrera
Que Cesar Buitrón, cubriendo 25 de las 26 ediciones de esta Vuelta a León dijera al llegar a la meta de La Baña que «sin duda es la etapa más dura de los últimos 15 años», o que Javier Fernández, director de la ronda leonesa, señalara que «esta etapa podría ser perfectamente de las decisivas en una Vuelta a España», nos da idea de a lo que tuvieron que enfrentarse los ciclistas en la tercera jornada. ¡Menuda trampa! Todavía con el desconcierto en el cuerpo de los sucedido el día anterior en Sabero, los ciclistas salían de La Bañeza, en busca de la meta en La Baña. Los últimos 50 kilómetros fueron criminales. Más de 2500 metros de desnivel acumulados en esa última parte. Un continuo sube y baja, que hizo que el pelotón fuera completamente roto a más de 40 kilómetros de meta. Cuatro puertos puntuables, pero otros tantos que podrían haberlo sido sin ningún género de duda. Un Cristian Rodríguez que sentenciaba la Vuelta a León en la subida a Gobernadas, y un montón de ciclistas retorciéndose de manera increíble para poder llegar en tiempo a meta. Muchos de los favoritos descolgados a más de 30 para la llegada. Un rosario de corredores pidiendo agua a cualquier aficionado que se encontraba en las cunetas, y mucho, mucho sufrimiento. Sin duda una etapa para el recuerdo, y para la historia de esta Vuelta a León. Tardaremos tiempo seguramente en volver a presenciar un espectáculo así.
4. Jeferson da el susto de la Vuelta
El pelotón comandado por Caja Rural-RGA se echa ya encima de la escapada del día en el descenso de Corullón. Los que conocían un poco la zona ya habían avisado de que ese descenso tenía su miga, y que había que extremar la precaución para no irse al suelo. Pero, ¿qué precaución va a haber cuando estas bajando a más de 80 km/h por una carretera con un asfalto bastante irregular, y todo ello sobre apenas 2 centímetros de goma? Pues ahí, el portador del maillot de topos rojos, Jeferson Perèz, integrante de la fuga del día, nos hacía sobrecogernos a todos, cuando al pasar una curva a izquierdas que parecía no terminar nunca, de pronto aparecía su cabeza de la nada, la bici en el suelo, siendo ayudado a subir otra vez a la carretera, por Javier Fernández. A Jeferson se le veía totalmente desencajado, llorando desconsolado, más que por las heridas, que las tenía, por el gran susto que se llevó al ver que caía por un cortado de más de dos metros. Ese caída seguramente fue interminable para él. Por suerte, aunque tuvo que abandonar, no tuvimos que lamentar un hecho mucho más grave. Ya habrá otras carreras donde poder conseguir más clasificaciones y maillots.
5. Caballeros de ilustre figura en bici
Desde que conocimos el recorrido, todos los amantes de la fotografía y el ciclismo, sabíamos que en la última crono teníamos un momento irrepetible, con los ciclistas pasando uno por uno, en sus «fieles corceles» por uno de los puentes de mayor historia de nuestra provincia, el Puente del Paso Honroso, del siglo XIII, en Hospital de Órbirgo, sobre el que va la calzada romana que une León con Astorga, y que a día de hoy es un continuo fluir de peregrinos hacia Santiago. En este caso los «penitentes» ciclistas rodaban botando y con mucha precaución por este paso, para acabar haciendo los últimos kilómetros de su particular peregrinaje por las tierras de León hacia la última meta de Benavides.
Los Totales de El Pelotón:
No solo los ciclistas han tenido sus momentos en estos 5 días de sufrimiento. Nosotros, los que hemos seguido la carrera día a día, en compañía de nuestro amigo Cesar Buitrón de SportLeón.com o Jesús Coca de La Nueva Crónica de León, hemos tenido también nuestros momentos para el recuerdo.
1ª etapa: Laguna de Negrillos nos recibía minutos antes de que llegase el pelotón para hacer las fotos pertinentes por el paso de la Meta Volante allí colocada. Viendo que íbamos «sobrados» de tiempo, decidimos realizar nuestro propio avituallamiento, y entrar a tomar un café en uno de los bares del pueblo. Con calma lo terminamos y nos dirigimos hacia el lugar donde estaba colocada la pancarta. Mientras buscábamos el mejor sitio para realizar la foto, nos sorprendía ver a un operario empezando a quitar esa pancarta. Los ciclistas ya habían pasado, y lo cierto es que estábamos haciendo un ridículo espantoso. Maldito café.
2ª etapa: Por si no habíamos escarmentado el primer día, el segundo volvió a pasarnos más de lo mismo. Salida neutralizada a las 14:00 en Posada de Valdeón. Salida real en la cima de Pandetrave a las 14:45, paso por el final del descenso en su mejor horario previsto a las 15:08. Allí les esperaríamos tomando el bocata del día. Para nuestra sorpresa la salida neutralizada, fue algo así como «un chiste», y los ciclistas pasaban por la cima de Pandetrave con casi veinte minutos de antelación. Para cuando queríamos meternos en el coche, ya el pelotón había pasado de largo. Otra más, y ya no paramos más a reponer fuerzas en lo que queda de Vuelta.
3ª etapa: O sí. Casi las 18:00 de la tarde y el pelotón viene totalmente roto en la última ascensión a Gobernadas camino de la llegada en La Baña. Uno a uno pasan todos los ciclistas, sufriendo como perros, pero para perro nuestro estómago, que ladra casi afónico pidiendo un poco de comida, ya que desde las 10:00 que desayunamos han pasado unas pocas de horas. Pues ahí con dos «bemoles» tirados en el asfalto mientras hacemos las fotos a los ciclistas que se retuercen en una de las zonas más duras del puerto, nos empezamos a meter nuestros buenos bocadillos. Algún ciclista nos mira con odio, otros con envidia, y otro educadamente nos suelta con un «¡qué aproveche!». Hay que reconocerlo, fuimos «malas personas».
4ª etapa: Elegimos bien el día en el que meternos de lleno en la carrera dentro de los coches de los directores de dos equipos top como Caja Rural-RGA e Infisport-Alavanet, gracias a Alberto Mazkiaran y Gorka Beloki, respectivamente. En la cuarta etapa iban a ser los grandes protagonistas, con Caja llevándose el triunfo de etapa de Cornatel con Carlos Jiménez e Infisport, con la desgraciada caída de unos de sus hombres fuertes como Jeferson Perèz. Vivimos de lleno la cara y la cruz de una carrera ciclista. Mañana tendréis un espectacular reportaje al respecto.
5ª etapa: Que el Tour siempre nos viene con sus fotos con los girasoles. Pues nosotros le respondemos en León con las nuestras desde los trigales. Vean, comparen y juzguen. Para mí no hay color. Lo que sí, alguna espiga dentro del pantalón, pero el resultado mereció la pena.
Imágenes: www.sportleon.com y @ElPelotón